Profundizando en Nada de Carmen Laforet: Estilo, Temas y Personajes
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Estilo en Nada de Carmen Laforet
En Nada se elogia el estilo sobrio y sencillo de la prosa, aunque esa aparente simplicidad oculta un lenguaje muy cuidado. El estilo mezcla impresionismo —con imágenes plásticas de luz, color y sensaciones— y expresionismo, sobre todo al describir ambientes y personajes con deformaciones, animalizaciones y cosificaciones. Esto crea una atmósfera oscura y asfixiante, con elementos como brujas, locura, muerte y escenas similares a aquelarres. La novela transmite la desolación de la posguerra, simbolizada en el título Nada.
A pesar de su sencillez, el estilo es muy lírico y usa recursos retóricos como comparaciones, sinestesias, metáforas, personificaciones, elipsis y símbolos. Un ejemplo clave es el agua, que actúa como elemento purificador frente a la miseria moral que rodea a la protagonista. Además, en algunos pasajes el estilo se vuelve más natural y coloquial, como en los diálogos con Gloria.
Temas Centrales en Nada
Nada es una novela de tono existencialista que refleja el mundo desolado de la posguerra española desde una perspectiva pesimista. A través de los personajes, el ambiente y la narración, se muestran los efectos devastadores de la Guerra Civil, como la falta de libertades, especialmente para las mujeres, y la pobreza. Personajes como Gloria representan el rol femenino sumiso y sacrificado, mientras que Andrea, la protagonista, sufre hambre y carencias materiales que la desequilibran.
También hay referencias a una religión católica superficial, condicionada por el contexto político de la época. La novela retrata el entorno familiar, la psicología de los personajes y la presión del medio social. La “nada” del título simboliza la soledad, el vacío y el fracaso de los proyectos personales de Andrea, como el amor o la amistad. Sin embargo, esta "nada" también encierra una vivencia profunda y una evolución interior: aunque externamente parece que no le sucede nada, emocionalmente Andrea cambia mucho.
Estructura Narrativa de Nada
La novela Nada está estructurada en tres partes: las dos primeras tienen nueve capítulos y la tercera, siete. Cada parte abarca un periodo concreto:
- Primera parte (octubre a febrero): Comienza con la llegada de Andrea a Barcelona y su entrada en el ambiente opresivo del piso de la calle Aribau. Termina con la marcha de su tía Angustias al convento.
- Segunda parte (marzo a junio): Andrea empieza a sentirse más libre y el foco narrativo se desplaza al exterior —la Universidad y la calle—. Finaliza con su primer baile frustrado en la mansión de Pons.
- Tercera parte (julio a septiembre): Se inicia con la conversación entre la madre de Ena y Andrea, y concluye con la marcha de Andrea a Madrid. En esta última parte, los mundos opuestos del piso familiar y el exterior se entrelazan a través de la relación entre Román, Ena y su madre.
Personajes Clave en Nada
Personajes Femeninos
Los personajes femeninos son clave en la trama:
- Angustias: Representa la moral represiva, la disciplina y la religiosidad hipócrita.
- Gloria: Mujer superficial y egoísta, pero también víctima del entorno. Es objeto de deseo y odio por parte de Román.
- La abuelita: Figura protectora y silenciosa.
- Antonia, la criada: Aparece animalizada y resentida, con un amor oscuro hacia Román.
- Ena: Amiga idealizada de Andrea, representa una vía de escape. Su distanciamiento y posterior reconciliación marcan momentos clave. Su madre también desempeña un papel importante en la relación con Román.
Personajes Masculinos
Entre los personajes masculinos, menos definidos, destacan:
- Gerardo y Pons: Representan fracasos sentimentales de Andrea.
- Román: Figura central, carismática y perversa. Es un artista fracasado, traidor y manipulador, que ejerce poder sobre la familia. Su decadencia culmina en el suicidio, una forma de justicia poética.
- Juan: Hermano de Román, marcado por la guerra y la violencia, es un personaje patético y perturbado.