Procesos Cognitivos y Afectivos: Sensación, Percepción, Memoria y Emoción

Procesos Cognitivos Fundamentales

El punto de partida del conocimiento es la sensación, que es un proceso fisiológico que nos permite captar cualidades elementales (un sonido, un olor, un sabor, etc.).

Un conjunto de sensaciones organizadas con cierto significado configuran una percepción, que es un proceso psicológico por el cual captamos una realidad que tiene pleno significado (un libro, un árbol, una cosa, etc.).

Imaginación y Memoria

Imaginación y memoria no son procesos distintos, sino que ambos forman parte del mismo proceso cognitivo, aunque los diferenciamos para estudiarlos.

La imaginación es la capacidad de evocar imágenes sin tener delante la realidad que las provoca. La imaginación puede ser:

• Reproductora: cuando evocamos algo tal y como lo percibimos.
• Creadora: cuando mezclamos sensaciones o percepciones previamente almacenadas en la memoria (aunque la imaginación nunca se puede crear de la nada).

La memoria es la capacidad para almacenar recuerdos y poder evocarlos cuando deseemos. La memoria puede ser de distintos tipos:

• Perceptiva
• Procedimental
• Mecánica
• Comprensiva
• A corto plazo
• A largo plazo, etc.

Inteligencia y Lenguaje

La inteligencia es una capacidad exclusivamente humana que nos permite resolver problemas razonando, es decir, relacionando conceptos. Estos conceptos o ideas los elaboramos mediante el “proceso de abstracción” (universal), un proceso por el cual la inteligencia elimina las cualidades secundarias para quedarse con la cualidad fundamental o esencial. De ese modo, el ser humano convierte imágenes concretas en conceptos o ideas abstractas.

La inteligencia le sirve al ser humano para comprender la realidad. Como los conceptos los representamos mediante palabras, el lenguaje es fundamental para expresar nuestros pensamientos y para comprender la realidad.

Emociones y Sentimientos

Los seres humanos nos caracterizamos por tener una serie de capacidades intelectuales, pero también nos caracteriza el ser capaces de sentir de una manera especial los afectos.

Entre estos afectos encontramos las emociones y los sentimientos.

Podemos definir las emociones como: alteraciones bruscas y repentinas del estado de ánimo provocadas por situaciones que frustran, asustan o excitan al individuo y que van acompañadas de manifestaciones orgánicas observables (palidez excesiva, enrojecimiento, sudoración, palpitación, sequedad de la boca, dilatación de pupilas, vello de punta…).

Los sentimientos son estados de ánimo suaves y duraderos que pueden ser vividos como agradables o desagradables y están fuertemente influidos por la cultura.