Principios y valores de la ética de Jesús: Un enfoque en la dignidad humana
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La ética de Jesús: Un enfoque en la dignidad humana
No podemos olvidar que la ética de Jesús nace de la fe en un Dios al que él va a llamar Abbá, un Dios que, en el mensaje y la vida de Jesús, aparece como antropocéntrico: su preocupación es el ser humano. No se encontrarán en Jesús recetas éticas para responder de manera inmediata a los problemas que afectan al ser humano y al mundo de hoy. Sí podremos encontrar una escala de valores nueva, cambios en la forma de interpretar las obligaciones éticas, respuestas para problemas de entonces, criterios para enfrentar lo legal a partir de lo ético y un comportamiento desconcertante para aquellos que lo escucharon y lo vieron actuar.
La coherencia como pilar fundamental
Un elemento fundamental en el comportamiento de Jesús es la coherencia entre aquello que dice y aquello que hace. Pero además, el cómo lo hace, el dónde lo hace, el a quién se dirige… está en sintonía con el mensaje. Su anuncio a los pobres de un Dios amoroso lo hace entre los pobres y no desde un púlpito o en la lejanía.
La vida como valor supremo
La moral de Jesús pone por encima de todo la vida. No debe haber nada que atente contra la dignidad, la seguridad, la libertad, la felicidad de la vida. Lo que importa no es principalmente el principio o el final de la vida, cuestiones relacionadas con el aborto, la eugenesia, la eutanasia… sino la vida en toda su amplitud. La injusticia, la opresión, el abuso, la violencia, la esclavitud, la prostitución, la guerra, el hambre… son cuestiones de extrema gravedad en los que se juega la vida de millones de personas.
Raíces en la tradición profética
La ética de Jesús, a pesar de que supone una novedad, es hija de la más aquilatada tradición religiosa de su pueblo. Los profetas fueron personas de enorme sensibilidad con el sufrimiento ajeno y miraron la situación de desvalimiento con una premisa fundamental, esto es, dejar a Dios ser Dios. El dinero, el poder, la fama, la religión, la fuerza… son fuente de sufrimiento porque dejan de ser herramientas al servicio del bien de todos y quieren ocupar el lugar de Dios, convirtiéndose en el absoluto en la vida de las personas.
La cuestión de la pureza
Especial importancia tuvo en tiempos de Jesús, y aún todavía, la cuestión de la pureza o del puritanismo como problema ético. Es posible argumentar que todo lo relacionado con la sexualidad, tema íntimamente vinculado a la pureza, se vive hoy en nuestras sociedades de manera más abierta. Este es un hecho que no se puede negar, pero, aunque la sexualidad se ha ido despojando de muchos prejuicios, miedos, culpas… la relación que los seres humanos mantenemos con ella no está falta de otros prejuicios, otros miedos y otras culpas. Y en realidad no es porque mantengamos una relación con la sexualidad, sino porque en el fondo la sexualidad es una manera de relación entre las personas.
Conclusión: Coherencia entre mensaje y comportamiento
El recorrido por la ética de Jesús no ha sido exhaustivo, pero sí permite hacerse idea de los valores que marcaron su vida. En todo caso, mensaje y comportamiento están en perfecta coherencia.