Principios Políticos de Rousseau: Contrato Social y la Búsqueda de la Libertad
Enviado por Chuletator online y clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en
español con un tamaño de 4,39 KB
La Filosofía Política de Jean-Jacques Rousseau
Rousseau no propone un retorno al estado de naturaleza, sino la mejora de la sociedad actual a partir de los errores pasados. La clave reside en crear una organización política que preserve las ventajas de la vida en sociedad, sin sacrificar la libertad e igualdad inherentes al ser humano. Esta nueva forma de organización se fundamenta en el Contrato Social.
El Contrato Social de Rousseau
El Contrato Social es un acuerdo mediante el cual cada individuo se somete plenamente a la voluntad general, bajo la condición de que los demás actúen de igual manera. De este modo, nadie se sitúa por encima de otro, y todos obedecen una ley que han contribuido a crear colectivamente. Así, se logra vivir en sociedad sin renunciar a la libertad natural, puesto que se obedece una ley en cuya formulación se ha participado.
La Voluntad General en la Teoría de Rousseau
Es la voluntad del conjunto de ciudadanos cuando persiguen el bien común, no intereses particulares. No debe confundirse con la voluntad de la mayoría, ya que esta podría representar únicamente intereses privados. La voluntad general constituye el principio fundamental de la soberanía y es el cimiento de la ley legítima y del Estado justo. Al obedecerla, el ciudadano conserva su libertad. Gracias a ella, el Contrato Social da origen a una entidad colectiva: el cuerpo político, también denominado república, soberano o persona pública.
El Estado y la Soberanía según Rousseau
Cuando el cuerpo político actúa legislando, se le denomina soberano, y sus miembros son ciudadanos (dado que participan activamente en la legislación). Cuando simplemente se aplica la ley, se le denomina Estado, y sus miembros son súbditos (puesto que están sometidos a las leyes). La soberanía es inalienable e indivisible, lo que implica que no puede cederse ni fragmentarse: si el pueblo delega su poder en representantes, pierde su libertad y el Contrato Social se quiebra. Por esta razón, Rousseau rechaza la división de poderes (a diferencia de pensadores como Locke y Montesquieu): el poder legislativo (ejercido por el pueblo soberano) es el único poder real; el poder ejecutivo (el gobierno) solo debe ejecutar la ley.
El Gobierno en la Visión de Rousseau
El gobierno representa el poder ejecutivo, cuya función es aplicar las leyes. No es el soberano ni posee poder legislativo. Su función primordial es servir a la voluntad general. Al conjunto del gobierno se le denomina Príncipe, y a sus miembros individuales, magistrados. Rousseau distingue tres formas de gobierno, según el modo de designación de los magistrados:
Democracia: cuando todos los ciudadanos (o la mayoría) ejercen directamente el gobierno.
Aristocracia: cuando el gobierno es ejercido por un grupo más reducido. Puede ser:
Natural (basada en la edad o experiencia),
Electiva (elegidos por el pueblo, siendo la preferida por Rousseau),
Hereditaria (por linaje, considerada la peor opción).
Monarquía: cuando el poder lo concentra un solo individuo, que lo reparte entre sus subordinados.
Según Rousseau, la democracia es idónea para Estados pequeños, la aristocracia para Estados medianos, y la monarquía para grandes Estados.
Beneficios del Estado Civil según Rousseau
Aunque Rousseau valora positivamente el estado de naturaleza, considera que el tránsito al estado civil puede representar una mejora significativa si se organiza adecuadamente. En el estado civil se adquieren: libertad moral (ser dueño de uno mismo, superando los instintos), igualdad civil (donde las desigualdades naturales pierden relevancia) y el derecho legítimo a la propiedad. Además, los ciudadanos obtienen autonomía al obedecer leyes en cuya creación han participado activamente.