Principios Fundamentales para la Excelencia Profesional

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La Ética y los Valores Fundamentales en la Práctica Profesional

La ética es autoestima y autorrealización, y además autorresponsabilidad, solidaridad, generosidad y reconocimiento de las diferencias, aceptación del otro en cuanto a sus diferencias y conciencia del otro que voy siendo a partir de mi mejoramiento, comprensión y confianza; respeto y honestidad; integridad e integralidad; empatía y compasión, tolerancia y transparencia. En síntesis, la ética está asociada a las virtudes más que a las prohibiciones.

Definiciones Clave de Valores Éticos

Autoestima es la conciencia del propio valor en su capacidad de hacer por el otro.

Autorresponsabilidad es el sentido de asumir las intenciones y consecuencias de nuestras propias decisiones.

Solidaridad es la actitud de tomar en cuenta al otro en función de sus derechos, de su dignidad y de sus circunstancias.

Generosidad es la capacidad de pensar en el otro, desde el otro y para el otro.

Reconocimiento es la acción de estimular el crecimiento del otro a partir de sus particulares logros.

Comprensión es aceptar con limpieza la condición y las intenciones del otro.

Confianza es la disposición de creer en el otro.

Respeto es aceptar al otro en cuanto a las diferencias que se presenten.

Integridad es ser auténtico consigo mismo y con los otros, así como ser coherente entre lo que se cree, lo que se dice y lo que se hace.

Integridad es actuar de manera armónica y coherente independientemente del contexto y de la actividad.

Empatía es la aptitud para generar resonancia afectiva con el otro.

Compasión es actuar en función de una sensibilidad identificada con la situación del otro.

Tolerancia es aceptar conscientemente la adversidad.

Transparencia es dejar ver lo que se siente y se piensa.

Dimensiones Filosóficas de la Acción Profesional

Teleología: El Propósito Último de la Profesión

La teleología es una palabra derivada del griego telos, que tiene que ver con el fin al que tiende toda la realidad; es la meta, es el objetivo que toda realidad se propone. La teleología es la doctrina centrada en las denominadas causas finales y que se entiende como el estudio de los propósitos o de los objetivos que persigue un ser o una profesión. En este sentido, nos preguntamos: ¿Cuál es el telos de mi actividad profesional? ¿Qué pretendo lograr como fin último con lo que hago? ¿Para qué sirve la ing? Quien se plantea explícitamente cuál es el telos de su actividad profesional y se propone explícitamente efectuarlo, se considera un buen profesional, ya que está reflexionando sobre el fin de su profesión y se propone decididamente asumiéndolo en su práctica profesional.

Deontología: Los Deberes y Normas Profesionales

La deontología es el escenario de los deberes, de las normas. El ser humano empieza a ser tal desde el momento en que puede elegir y decidir. A diferencia del animal, el ser humano es capaz de escoger entre diversas posibilidades y, mediante su elección, se va haciendo y formando a sí mismo, construyendo su propia figura moral. Por lo anterior, los deberes profesionales son aquellas responsabilidades que cada profesional asume dentro del colectivo del cual forma parte, en cuanto a la implementación efectiva de la finalidad que caracteriza su práctica profesional.

Pragmatismo: La Aplicación Concreta de la Ética

Una vez que la persona está consciente de las metas a las que tiende y de los deberes concretos que ha de guiar su práctica profesional, se preguntará: ¿Pero qué debo hacer en concreto en una determinada situación?

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