Principios Fundamentales de la Educación: Libertad, Autoridad, Disciplina y Fines
Enviado por Chuletator online y clasificado en Ciencias sociales
Escrito el en español con un tamaño de 4,48 KB
Introducción: La Dinámica Educativa
Efectivamente, por un lado el educando se presenta como lo individual y subjetivo frente al educador que actúa en nombre de la sociedad o de la objetividad cultural. En su equivalente, el alumno significa, en el acto pedagógico, la autonomía, el desarrollo espontáneo, frente al educador que le trae la norma heterónoma, que le impone un orden externo, que busca adecuar esa subjetividad a los sistemas y convenciones comunes.
Por último, como autonomía, el educando es la fuerza libre que quiere expandirse, la libertad, ante el educador que representa la autoridad.
Si se piensan bien las cosas, estas antinomias no son más que una serie de versiones diferentes de una única y fundamental:
La de libertad – autoridad.
Casi todos los sistemas pedagógicos cuya procedencia y tonalidad se reconocen, según otorguen la primacía a la autoridad del educador o a la libertad del educando, o bien intenten conciliar ambas en una concepción educativa integral.
Libertad y Autoridad en la Educación
El acto pedagógico implica una tensión entre dos términos o, más claramente, entre la libertad del educando y la autoridad del educador.
Dicha tensión solo teóricamente puede concebirse como insuperable. En la vida misma, así como educador y educando se van uniendo en una empresa común, la autoridad y la libertad se articulan en el contacto cotidiano de quienes la detentan.
Si la educación misma es un encuentro de subjetividad y de objetividad, lógico es aceptar que lo propiamente educativo está en el cruce de la autoridad con la libertad.
El Problema de la Disciplina
La antinomia autoridad-libertad da origen a la cuestión de la disciplina.
Originaria y etimológicamente, “disciplina” es lo que se aprende y la manera en que se aprende. Es en este sentido que se llama “disciplinas” a las distintas ramas del saber humano y al método intelectual para su aprendizaje.
En educación, habrá una disciplina heterónoma si se da preeminencia al educador y a todo lo que él representa; la habrá autónoma si, en cambio, esa preeminencia se da a la actividad y al desarrollo libre del educando. La realidad de la época y de su escuela impide la aplicación de la disciplina autoritaria tradicional, una disciplina que no es más que un cuerpo rígido de normas externas a las cuales deben sujetar su actividad las instituciones docentes y sus miembros. Por el contrario, incita a perseguir el desarrollo en cada hombre de una ley propia que concilie su individualidad con las necesidades e ideales de la sociedad a la que pertenece, de la cultura que lo alimenta y que él ha de transformar.
Los Fines de la Educación
Los fines de la educación no solo justifican el ejercicio de la acción. La claridad en esta formulación teleológica de la educación proporcionará también la posibilidad de constatar la eficacia del proceso, advirtiendo el acercamiento o no a la senda propuesta; es así que los fines educativos se constituyen en reguladores de la acción educativa.
Los fines de la educación no pueden ser fruto del capricho o mera elucubración del educador. Múltiples factores entran en juego, entre los que se destacan:
- La Cultura
- La Época
- El Lugar
- Otros
En las distintas definiciones que los autores presentan de la educación puede advertirse el anhelo de buscar la finalidad general.
La Perspectiva de Nassif sobre los Objetivos
Nassif resalta que la discusión teleológica surge del intento por establecer un único fin educativo. Las cosas cambiarían si, atendiendo a las realidades diversas de la educación, a sus momentos y sectores, se reconociera la necesidad de una sana y beneficiosa convivencia de varios objetivos.
Entre ellos, lógicamente, deberá establecerse un orden o clasificación:
Clasificación de los Fines Educativos
Fines Inmanentes
Son aquellos que hacen referencia directa a un sujeto o grupo. En este grupo estarían el desarrollo de las capacidades naturales de los sujetos, la integración en el grupo social, la formación profesional y otros.
Fines Trascendentales
Su cariz es exterior al sujeto mismo. Van más allá de su individualidad o llevan esta fuera del mundo sensible. Cabrán aquí los fines que hacen referencia a la cultura universal, la mejora y el progreso social, la preparación para una vida sobrenatural y otros.