Principio del Placer vs. Principio de Realidad: Un Enfoque Psicoanalítico
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2.- Nuestro aparato anímico tiende a adherirse a las fuentes del placer. Por otra parte, tras instaurarse el principio de la realidad, se disoció una actividad mental particular diferenciada, sólo sometida al principio del placer:
- El fantaseo → seguirá siempre independiente de la realidad.
3.- La sustitución de un principio por el otro no es de una vez ni constante en todo el desarrollo. Las pulsiones del yo van evolucionando y de ellas se separan las pulsiones sexuales. Estas últimas, en un primer momento, observan una conducta auto-erótica no sufriendo las privaciones impuestas por el principio de la realidad. Cuando se inicia el proceso de la elección de objeto, se interrumpen estas pulsiones sexuales y comienza el período de latencia. El desarrollo sexual se paraliza y se retrasa hasta la pubertad. Autoerotismo y período de latencia provocan un parón en el desarrollo psíquico de la pulsión sexual. Ésta queda dominada por el principio del placer. Muchos individuos no logran sustraerse nunca.
Se relacionan estrechamente, por un lado, las pulsiones sexuales y el fantaseo; y, por otro lado, las pulsiones del yo y la actividad de la conciencia.
Si el autoerotismo continúa, las satisfacciones se consiguen gracias a objetos imaginarios. Pero la represión también funciona en la fantasía y reprime antes de que las represiones lleguen a la consciencia. Según Freud, este es el punto más débil de la organización psíquica.
4.- El yo sometido al principio del placer desea solamente; el yo requerido por el principio de la realidad tiende a lo útil y a apartar el posible daño. La sustitución de uno por otro no excluye al principio del placer, sino que lo afianza. Se renuncia a un placer momentáneo por uno ulterior y seguro. La impresión endopsíquica de esta sustitución ha sido poderosa (mito religioso): Renuncia a los placeres terrenales por tener un premio en el más allá. Pero la religión no ha derrocado al principio del placer. Según Freud, el mejor medio para derrocarlo es la ciencia que ofrece placer intelectual y ventajas prácticas al final.
5.- La educación es un estímulo para derrocar al principio del placer, pues ayuda a desarrollar el “yo”.
6.- El arte concilia ambos principios. El artista se aparta de la realidad no resignándose a renunciar al placer; el artista deja libre en sus fantasías sus deseos eróticos junto con sus ambiciones. Vuelve del mundo imaginario con “creaciones” que los demás aceptamos como valiosas imágenes (representaciones) de la realidad. El artista es un héroe, pero sólo porque los demás, incluso más insatisfechos que él, lo hacen héroe.