Primeros Auxilios Esenciales: Actuación Rápida en Emergencias

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Principios Fundamentales en la Aplicación de Primeros Auxilios

Los primeros auxilios, dispensados a personas accidentadas, tienen como objetivos principales:

  • Preservar la vida del afectado.
  • Paliar el dolor y el sufrimiento.
  • Evitar lesiones secundarias o el agravamiento de las existentes.

Para atender a un accidentado de manera efectiva, es crucial seguir una secuencia de actuación básica conocida como el Protocolo PAS (Proteger, Avisar, Socorrer):

1. Proteger

Antes de cualquier intervención, es imperativo asegurar que tanto el accidentado como el socorrista se encuentren fuera de peligro. Evalúe el entorno para identificar y eliminar riesgos (tráfico, electricidad, fuego, etc.).

2. Avisar

Siempre que sea posible y la situación lo permita, contacte de inmediato con los servicios de emergencia. En España, el número unificado es el 112. Proporcione información clara y concisa sobre la ubicación, el tipo de incidente y el número de afectados.

3. Socorrer

Una vez garantizada la seguridad y alertados los servicios de emergencia, proceda a socorrer al accidentado dentro de sus posibilidades y conocimientos. El primer paso es realizar una evaluación inicial para reconocer sus constantes vitales:

  • Consciencia: ¿Responde a estímulos verbales o dolorosos?
  • Respiración: ¿Respira de forma normal y efectiva?
  • Pulso: ¿Presenta latido cardíaco?

Manejo de Heridas: Tipos y Actuación

Las heridas son una de las lesiones más comunes en accidentes. Se clasifican principalmente en superficiales y profundas, y su manejo difiere significativamente.

1. Heridas Superficiales

Estas heridas afectan únicamente las capas externas de la piel. Aunque suelen ser leves, requieren una limpieza adecuada para prevenir infecciones. La actuación recomendada es la siguiente:

  1. Lávese las manos meticulosamente con agua y jabón.
  2. Lave la herida con abundante agua y jabón líquido neutro.
  3. Desinfecte la zona con un antiséptico adecuado (p. ej., clorhexidina o povidona yodada).
  4. Cubra la herida con una gasa estéril o limpia y fíjela con esparadrapo.

2. Heridas Profundas

Las heridas profundas comprometen capas más internas de la piel, músculos o incluso órganos, lo que conlleva un mayor riesgo de infecciones graves y hemorragias. Ante una herida profunda, la prioridad es:

  • Evacuar al herido a un centro médico urgentemente para que reciba atención profesional. Mientras tanto, intente controlar cualquier hemorragia aplicando presión directa.

Hemorragias: Identificación y Primeros Auxilios

Las hemorragias, o pérdidas de sangre, pueden ser externas o internas, y su reconocimiento y manejo rápido son vitales.

1. Hemorragias Externas

Se producen cuando la sangre sale al exterior a través de una herida. La forma en que la sangre fluye (violenta o suavemente) indica el tipo de vaso sanguíneo afectado.

a. Hemorragia Externa Violenta (Arterial)

Si la sangre sale a chorro o de forma pulsátil y de color rojo brillante, es probable que sea arterial y requiere acción inmediata:

  1. Comprima la herida firmemente con una gasa o paño limpio.
  2. Tumbé al herido, elevando la extremidad afectada si es posible, para prevenir un desmayo.
  3. Avise urgentemente a los servicios médicos (112).

b. Hemorragia Externa Suave (Venosa o Capilar)

Si la sangre fluye de manera continua y de color rojo oscuro (venosa) o es un simple rezume (capilar), siga estos pasos:

  1. Comprima la herida durante 4 o 5 minutos sin levantar la compresa.
  2. Tumbé al herido.
  3. Realice un vendaje compresivo, pero no excesivamente apretado, sobre la herida.
  4. Traslade al herido a un centro médico para una evaluación profesional.

2. Hemorragias Internas

En este tipo de hemorragia, la sangre se acumula dentro del cuerpo sin salir al exterior. Es difícil de identificar para personal no experto, pero algunos síntomas comunes pueden indicar su presencia:

  • Palidez marcada.
  • Piel fría y sudorosa.
  • Sensación de mareo o debilidad.
  • Dolor de cabeza intenso.
  • Taquicardia (pulso rápido).
  • Hipotensión arterial (presión baja).

Ante la sospecha de una hemorragia interna, la actuación debe ser la siguiente:

  • Avise urgentemente al servicio de emergencia (112).
  • Tumbé al accidentado boca arriba y, si no hay contraindicación (p. ej., traumatismo craneal o abdominal), eleve sus piernas para favorecer el retorno venoso al cerebro.
  • Mantenga al herido abrigado y tranquilo mientras espera la ayuda profesional.

Importante: En ningún caso se debe intentar reanimar al accidentado con líquidos o alimentos, ni tampoco obligarlo a caminar o moverse si se sospecha de lesiones internas.

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