Primeros Auxilios: Actuación y Valoración del Paciente

Introducción a los Primeros Auxilios

Los primeros auxilios son los cuidados inmediatos y provisionales que se prestan a una víctima antes de que sea atendida en un centro asistencial o lleguen los servicios de emergencias.

Fines de los Primeros Auxilios:

1. Salvar la vida de la víctima.
2. Evitar más lesiones.
3. Asegurar el traslado a un centro asistencial o la asistencia de los servicios de emergencias.

Normas Generales:

Lo que NO se debe hacer:

• Mover a la víctima sin asegurarse de las lesiones que tiene.
• Actuar sin conocimiento de lo que se va a hacer.
• Dar cualquier líquido, especialmente si la víctima tiene alteración de la conciencia.
• Transportar a la víctima en posición incorrecta.
• Obligarla a levantarse o moverse.
• Vestirla.
• Darle medicamentos.

Lo que HAY que hacer:

• Actuar con conocimiento y seguridad.
• Mantener la calma y el control.
• Adoptar una actitud sosegada que transmita confianza y tranquilidad.
• Solicitar la ayuda necesaria o planificar la evacuación.
• Realizar un examen inmediato de la víctima.
• Determinar los posibles peligros en el lugar y colocar a la víctima en un lugar seguro.
• Organizar todos los recursos humanos y materiales posibles.
• Recabar información sobre el accidente y colocar a la víctima en Posición Lateral de Seguridad (PLS).

Cualidades del Socorrista:

• Autodominio: capacidad de mantener la calma y controlar situaciones drásticas.
• Serenidad.
• No sobrevalorar los propios conocimientos o experiencia.
• No improvisar.
• Simpatía: proporcionar confianza y tranquilidad.
• Capacidad de organización.
• Conocimientos de primeros auxilios.

Valoración Primaria de la Víctima

La valoración primaria es el primer contacto que tiene el socorrista con la víctima, en el cual analiza el estado de conciencia, la respiración y el pulso (constantes vitales).

Conciencia:

1. Analizar a la persona.
2. Si está inconsciente, asegurar la vía aérea (maniobra frente-mentón o elevación mandibular) y colocar en PLS.
3. En caso de lipotimias, bajadas de tensión o de azúcar, u otras causas, la posición a adoptar sería boca arriba con las piernas más elevadas que el cuerpo para favorecer el riego sanguíneo al cerebro.

Pulso:

El pulso es el resultado de cada ciclo cardíaco con sus dos fases: bombeo y relajación. La frecuencia cardíaca es un índice fisiológico y es igual al número de pulsaciones por minuto. El pulso se debe tomar entre 6 y 15 segundos y después multiplicar por 10 o por 6. Se toma en la arteria carótida o en la arteria radial.

Respiración:

La ventilación es un proceso fisiológico que consiste en la entrada de aire a los pulmones, que están alojados en la cavidad torácica, y la posterior salida de aire. La ventilación es un signo vital, íntimamente asociado a la circulación, puesto que pulmones y corazón funcionan de manera coordinada. Tiene dos fases: inspiración (entrada de oxígeno) y espiración (salida de CO2).

Signos y Síntomas:

El signo es lo que el socorrista observa en el lesionado, es algo evidente u objetivo. Los signos vitales son la respiración, el pulso, el reflejo pupilar, la temperatura y la presión arterial.

Los síntomas son las sensaciones que el lesionado manifiesta y que nos alertan sobre la urgencia. Pueden ser síntomas locales cuando afectan a una parte del cuerpo, generalmente indicando el lugar de la lesión. Los síntomas generales indican que existe una perturbación de todo el organismo.