La Primera República Española y la Restauración Borbónica: Un Análisis Histórico

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La Primera República Española

La Primera República Española nace de una declaración de las Cortes, en un intento de estabilidad y de conseguir un sistema más democrático. La República se apoya en republicanos y radicales, pero no va a ser aceptada por todos, ya que solo EE. UU. y Suiza la reconocen. Hubo elecciones y ganan los republicanos, pero con un 60% de abstención.

Problemas de la República

La República enfrentó una crisis económica y agraria en Andalucía. El clero abandonó el apoyo a la República, ya que esta se preocupaba más de la revolución política que de la social. Muchos obreros optaron por afiliarse a la Primera Internacional (movimiento obrero). Su apoyo más importante fue la clase media. El primer presidente de la República fue Figueras, quien adoptó medidas populares para tratar de conseguir el apoyo de las clases más desfavorecidas: desaparición de las quintas y del impuesto de consumos.

Los propios republicanos estaban divididos entre el sector federalista y el sector centralista. Hubo una huelga general provocada por movimientos obreros. Cuando se reunieron las Cortes Constituyentes, la República ya estaba en crisis. Figueras dimitió y lo sustituyó Pi y Margall, quien llevó a cabo la elaboración de una constitución, la del 73, que destacaba por ser un modelo federal.

Constitución de 1873

La Constitución de 1873 establecía la República como forma de Estado. El poder ejecutivo recaía en el presidente, el legislativo en la doble cámara y el judicial establecía el Tribunal Supremo. También establecía una declaración de derechos, soberanía popular y trataba de modo más avanzado la libertad religiosa. El modelo federal dividía a España en 18 estados más territorios coloniales; cada estado podría elaborar su propia constitución, pero tenía que respetar la constitución suprema. No llegó a estar vigente por el modelo cantonal que se sumó a la revolución cubana y carlista.

El Movimiento Cantonalista

El movimiento cantonalista levantó a las clases obreras contra la propia República para tratar de conseguir un modelo federal desde la base. Tuvo su mayor expansión en Alcoy, donde se llegó a asesinar al alcalde republicano. El cantonalismo supuso la caída de Pi y Margall y el nombramiento de Salmerón, quien ejerció una política más dura, movilizando al ejército para reprimir el movimiento cantonalista. Pavía y Martínez Campos dominaron la situación. La República quedó aislada de su base social y base obrera.

El Gobierno de Salmerón

El gobierno de Salmerón supuso un giro conservador de la República. Utilizó el ejército para reprimir los movimientos cantonalistas y solo resistió el cantón de Cartagena. El final del cantonalismo supuso el aislamiento de la República por parte de la clase obrera. Salmerón también debió hacer frente al carlismo y al movimiento obrero. La actuación de Salmerón provocó muchos debates en las Cortes y este acabó dimitiendo al negarse a firmar varias penas de muerte. Le sucedió Castelar.

Castelar cambió radicalmente la política a posturas conservadoras, apoyándose en el ejército y estableciendo una política autoritaria (recortó libertades y suspendió artículos de la Constitución). El parlamento se opuso a Castelar y tuvo lugar un hecho histórico: el general Pavía ocupó Madrid. El parlamento intentó destituir a Pavía, pero el ejército controló la situación y después de esto se inició la República del 74. Castelar comenzó a hacer reformas: acabó con la Constitución del 73 y modificó la del 69, estableciendo una República de tipo centralista. Abría puertas a la posibilidad de la vuelta de la monarquía. El gobierno restringió libertades. La situación cambió en los próximos meses. En diciembre del 74, el hijo de Isabel II (Alfonso XII) lanzó el Manifiesto de Sandhurst dirigido a los españoles, diciendo que estaba a disposición del pueblo y que si volvía establecería una monarquía democrática. Dos factores provocaron la vuelta de la monarquía: la labor de Cánovas del Castillo, que preparó un verdadero programa político, y la intervención del ejército. El general Martínez Campos se pronunció en las afueras de Sagunto y se proclamó rey Alfonso XII.

La Restauración Borbónica

La Restauración supuso de nuevo la vuelta de los Borbones, lo que dio una estabilidad en los sistemas políticos vigentes y una tendencia a la democracia. Existía una contradicción entre el sistema político, que aparecía como democrático, y un sistema económico donde el poder residía en una clase social. El objetivo de Cánovas era restablecer la autoridad del rey. Para ello, se tomaron algunas medidas poco aceptables como el establecimiento de la censura, el intento de asentar la monarquía y el establecimiento de una nueva constitución. Cánovas copió el modelo inglés, basado en la existencia de dos partidos políticos. El poder era casi matemático, incluso cuando murió el rey se llegó a firmar un acuerdo para mantener esa alternancia. La mayor parte de los partidos políticos acabaron integrándose en el conservador o en el liberal.

El partido conservador integraba a moderados, miembros de la Unión Liberal y católicos progresistas. Su primer gobierno (1881-1883) vio su labor reflejada en algunas leyes como la ley del jurado, el sufragio universal y la ley de asociación. Sin embargo, la organización de ambos partidos era casi semejante, dirigida fundamentalmente hacia las elecciones. Cuando el partido que estaba en el gobierno se desgastaba políticamente o por decisión del líder, se decidía que entrase la oposición. Ambos partidos contaban con una serie de notables en todos los distritos que confeccionaban las listas electorales (listas de encasillados) y tenían que asegurarse la victoria electoral. Los medios para asegurarse la victoria: los caciques controlaban el trabajo y a partir de ahí se utilizaban trampas electorales que nunca eran denunciadas.

Elementos que favorecen el sistema

  • Estructura social: los propietarios agrícolas mantenían su dominio sobre los trabajadores.
  • Sistema bipartidista que excluía otras opciones políticas.
  • El gobierno no era responsable ante el pueblo, dependía del rey.
  • El pueblo no tenía capacidad para echar al sistema.

Constitución de 1876

El sistema político se basó en la Constitución de 1876. Muchos de los derechos ya se habían conseguido en la Constitución del 69, pero el resto se regía por la del 45. Distribuida en 89 artículos, todos ellos limitados por una futura regulación. En cuanto al clero, hubo cierta fórmula de compromiso, aunque el catolicismo se estableció como religión oficial y además se hizo cargo el Estado de rendir culto a la religión. El rey tenía grandes poderes: sancionar y promulgar todas las leyes, capacidad de nombrar y destituir ministros, y poder con doble cámara.

Oposiciones al Régimen de la Constitución

Los carlistas, durante la República, habían conquistado poblaciones importantes, lo que obligó a que el ejército tuviera que organizar una campaña para terminar con el problema. Los carlistas pretendían, con el lema de “Dios, patria y rey”, mantener los fueros de los condados y de Navarra. La resistencia carlista tuvo tres zonas: centro de España (solo guerrillas que pronto fueron liquidadas), Cataluña (lograron dominar casi todas las zonas rurales, pero el ejército acabó con las resistencias carlistas), y País Vasco y Navarra (habían tomado las ciudades más importantes). El problema fue liquidado. En 1876, los vascos vieron cómo se reformaba el régimen foral, obligándoles a pagar impuestos y a hacer el servicio militar. Cánovas les abrió una puerta con la reforma de los conceptos económicos, dándole al País Vasco cierta libertad económica.

Problemas Coloniales y Crisis del 98

La República, durante la Restauración, se mantuvo en la oposición. Perdió fuerza y los motivos fueron la enorme división entre ellos, la clase obrera abandonó el apoyo al partido republicano y la burguesía caminó hacia posturas nacionalistas.

División del Republicanismo

  • El de Ruiz Zorrilla se convirtió al republicanismo y llevó a cabo una oposición al régimen, basado en movilizar a ciertos sectores del ejército.
  • El republicano federal (Pi y Margall, los posibilistas) intentaron aportar al régimen las conquistas de la revolución del 68.
  • Los centralistas, grupo de moderados que pretendían ser una oposición modesta sin programa político, no tuvieron ningún protagonismo.

Participaron en el parlamento. Sagasta permitió el sufragio universal y poder presentarse a las elecciones.

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