Presión Arterial y Hipertensión: Entendiendo sus Causas y Factores de Riesgo
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¿Qué es la Presión Arterial?
La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de los vasos sanguíneos. Se compone de dos mediciones clave:
- Presión Sistólica (o Máxima): Refleja la fuerza impulsora del corazón sobre la sangre durante la contracción. Este componente dilata la pared de las arterias en función de su elasticidad. Su valor de referencia habitual se sitúa entre 120 y 139 mmHg.
- Presión Diastólica (o Mínima): Refleja la relajación y el retorno a la normalidad de la arteria dilatada. Su valor de referencia habitual se encuentra entre 60 y 89 mmHg.
Hipertensión Arterial: Definición y Criterios Diagnósticos
La hipertensión se define como un aumento de la presión arterial por encima de sus valores normales. Específicamente, se diagnostica cuando la presión sistólica es igual o superior a 140 mmHg y/o la presión diastólica es igual o superior a 90 mmHg.
Tipos de Hipertensión: Esencial y Secundaria
La hipertensión puede clasificarse según su origen:
- Hipertensión Secundaria: Se asocia a una enfermedad subyacente. Esto ocurre en condiciones metabólicas como el hipertiroidismo, la enfermedad de Cushing o la diabetes.
- Hipertensión Esencial (o Primaria): En otros casos, la hipertensión no tiene una causa concreta identificable. Esta forma se relaciona con alteraciones cardiovasculares y es la más común.
Factores de Riesgo y Elementos Vinculados a la Hipertensión
Diversos factores pueden influir en el desarrollo y manejo de la hipertensión arterial:
- Factores genéticos y ambientales: La influencia de la herencia sobre la HTA está comprobada, así como la de una serie de factores ambientales.
- Edad: La presión arterial tiende a aumentar con la edad en las sociedades occidentales.
- Sexo: Los varones menores de 50 años suelen presentar valores superiores de presión arterial que las mujeres; sin embargo, pasada esta edad, la tendencia se invierte.
- Consumo de sal y alimentos salados: Está demostrado que una reducción en la ingesta de sal contribuye significativamente al control de la HTA.
- Peso: En la obesidad, disminuye la actividad de la ATPasa sodio-potasio, lo que provoca que los tejidos retengan sodio. Esto resulta en un volumen aumentado de líquidos en el sistema vascular, favoreciendo la hipertensión.
- Alcohol: Se ha demostrado una relación directa entre el aumento de la presión arterial y un consumo de alcohol superior a 30 g/día en hombres y 15 g/día en mujeres.
- Fármacos: Es crucial que el paciente cumpla rigurosamente con su tratamiento farmacológico prescrito.
- Alteraciones metabólicas: La diabetes mellitus, la hipercolesterolemia (que puede llevar a aterosclerosis) y los niveles elevados de ácido úrico se han asociado con la hipertensión.
- Potasio, Calcio y Magnesio: Un menor consumo de estos minerales se correlaciona con una mayor prevalencia de HTA.
- Dieta: Las dietas ricas en fibras y bajas en grasas saturadas tienen un efecto beneficioso en la disminución de la presión arterial.
- Ejercicio físico: Una actividad física dinámica practicada de forma regular ayuda a reducir la HTA. Por el contrario, el ejercicio físico estático puede aumentar la presión arterial sistólica y diastólica, por lo que está desaconsejado en pacientes con HTA.
- Estrés: Para disminuir la HTA, es fundamental combatir la agitación y el estrés, adoptando una vida ordenada y respetando las horas de descanso adecuadas.