La Prehistoria Humana en el Pirineo: Paleolítico y Mesolítico

El Paleolítico Inferior

Hay que esperar a las etapas finales del Paleolítico Inferior, hace unos 100.000 años, para que haya evidencias de la presencia humana en estas comarcas del Pirineo. En Atapuerca (Burgos) se han encontrado restos (*Homo antecessor*) con una antigüedad de varios cientos de miles de años. Esas primeras huellas coinciden con una etapa climática relativamente agradable. Europa se encontraba en un periodo interglaciar, la cordillera pirenaica o sus comarcas cercanas podían habitarse con cierta comodidad. Estos primeros pobladores eran de la especie *Homo heidelbergensis*. Se han conservado algunos de sus útiles de caza y trabajo fabricados en sílex. Los instrumentos antiguos son los bifaces, utilizados como hachas y cuchillos para la caza o el corte de pieles o raíces, encontrados en Urbasa, Lumbier, Viana o cerca de Pamplona. Se trata de mesetas cercanas a ríos donde la vida al aire libre o en pequeños abrigos era posible gracias al buen clima (el nomadismo). Se confirma que migraban en función de las estaciones.

El Paleolítico Medio

Hace 75.000 años, esos primeros homininos habían sido sustituidos por una nueva especie, el *Homo neanderthalensis*, cuyo nombre tomaron de un yacimiento arqueológico. Descienden de los anteriores, aunque no está claro. Los neandertales tenían una capacidad intelectual mucho mayor. Con ellos llegó un cambio climático con temperaturas más frías (**glaciación de Würm**). La caza y recolección silvestre seguían siendo su medio de subsistencia. Las herramientas eran más especializadas y más pequeñas. Se fabricaban ahora puntas de flechas, cuchillos, buriles o raederas, que les permitían una caza más cómoda. Aprovechaban los bisontes, caballos o ciervos, no solo para comer, sino también para vestirse. En la desaparecida cueva de Coscobila y la zona de Urbasa se encontraron huellas de esta etapa.

El Paleolítico Superior

Apareció por tierras europeas el hombre de Cromañón u *Homo sapiens* hace unos 35.000 años a.C. No surgió a partir del hombre de Neandertal, sino de alguna rama distinta. La sustitución pudo estar marcada por la violencia, provocada por la escasez de vivienda y comida que generaba un clima duro. Con la expansión de nuestro antepasado más próximo se inicia el Paleolítico Superior. Las herramientas eran cada vez más pequeñas y mejor talladas. Se encontraron instrumentos elaborados con huesos, astas, marfil o madera: arpones, azagayas o flechas. La ampliación de las fuentes de recursos, en calidad y cantidad, multiplicó el número de herramientas y, con ellas, la capacidad de caza y pesca, o la especialización de las tareas domésticas, como el manejo de las pieles para el vestido y la vivienda. Se fabricaron collares y pulseras de hueso, dientes o conchas.

El Epipaleolítico o Mesolítico

El salto fuera de las cuevas se produjo con el fin de la glaciación hace unos 8000-10000 años. En ese tiempo, en el otro extremo del Mediterráneo, se produjo una enorme transformación cultural y económica, pero en el Pirineo occidental apenas se produjeron cambios perceptibles. Las cuevas más inhóspitas se abandonaron y los grupos humanos se instalaron al abrigo de peñas y roquedos. Hubo un avance en las técnicas de caza (arcos, flechas y hoces) realizados con piezas de tamaño muy pequeñas. La importancia de este periodo reside en la sustitución lenta de los hábitos de caza y recolección por un sistema diferente.