Potestad Sancionadora Administrativa: Fundamentos, Evolución y Límites Jurídicos
Enviado por Chuletator online y clasificado en Derecho
Escrito el en español con un tamaño de 4,72 KB
Fundamento de la Potestad Sancionadora de la Administración
Algún sector de la doctrina ha defendido que el **principio de división de poderes** exige el monopolio de la potestad sancionadora del Estado por parte de los jueces y tribunales del orden jurisdiccional penal. Sin embargo, la **Constitución Española** no solo no prescribe la existencia de una potestad sancionadora en manos de la Administración, sino que en algún caso destacado apela expresamente a la potestad sancionadora para la tutela de determinados bienes jurídicos.
El **Tribunal Constitucional (TC)** entiende que tal sistema de separación estricta de poderes no ha funcionado nunca históricamente.
Desde el propio **Derecho Penal** se postula el **principio de intervención mínima**, según el cual el Derecho Penal debe ser considerado como última ratio o recurso del poder represivo del Estado, postulándose que los ilícitos menos graves sean tratados desde el ordenamiento administrativo. De este modo, las fronteras entre el **ilícito penal** y el **administrativo** son permeables y admiten transvases en ambos sentidos. En algunos casos, la frontera entre la **infracción administrativa** y la **penal** depende exclusivamente de la gravedad que el aplicador asigne a la conducta ilícita, lo cual no deja de ser fuente de **inseguridad jurídica**.
En definitiva, según la **doctrina mayoritaria**, el ius puniendi está integrado por dos ordenamientos: el **Derecho Penal** y el **Derecho Administrativo Sancionador**. Ambas disciplinas deben responder a unos **principios básicos comunes**, elaborados tradicionalmente desde la **dogmática jurídico-penal**, sin perjuicio de las modulaciones propias del ordenamiento administrativo.
Origen y Evolución de la Potestad Sancionadora de la Administración
El origen de la **potestad sancionadora de la Administración** se halla en sus **poderes de policía**. Puesto que la Administración puede imponer límites vinculantes a la actividad de los particulares e impartirles órdenes, se le atribuye también la facultad de sancionar el incumplimiento de los reglamentos y órdenes de policía, como medio de reforzar la eficacia de su actuación.
El **Decreto de las Cortes de Cádiz de 23 de junio de 1813** atribuye al **Jefe Político** de las provincias la potestad de imponer y exigir multas, mientras que la **Instrucción de 3 de febrero de 1823** para el gobierno económico-político de las provincias confiere también a los ayuntamientos la facultad de imponer multas. Queda, en cambio, reservada a los tribunales, con las formalidades de la causa penal, la sanción de las culpas y delitos de más gravedad. Este sistema se consolida a lo largo del siglo XX, aunque con matices.
Durante este periodo, no estaba claro el límite entre el **Derecho Penal** y el **Derecho Administrativo Sancionador**.
Durante esa época inicial, el **Derecho Administrativo Sancionador** se desarrolló al margen del **Derecho Penal**, regulado en leyes sectoriales y, principalmente, en reglamentos. Carecía de la unidad dogmática del Derecho Penal y no ofrecía las mismas garantías al inculpado, ni las que derivan de la necesaria y precisa **tipificación de las infracciones y sanciones** con todas sus consecuencias, ni las **garantías de defensa** propias del proceso penal. Todo ello, a pesar de que no se privaba a los sancionados de la **tutela judicial**, ya que se podía interponer **recurso contencioso-administrativo**. Sin embargo, esta garantía no era comparable en el referido período histórico a la que proporcionaba la intervención de la **Jurisdicción Penal**.
La **potestad sancionadora de la Administración** se multiplicó durante el siglo XX a medida que se expandía la intervención pública en la vida económica y social. Este aumento considerable estimuló el desarrollo de una **teoría propia** que tendió a introducir en esta rama del Derecho Administrativo **límites y garantías** para los ciudadanos. En consecuencia, se aprobaron en algunos países (como Austria en 1925 y Alemania en 1952) **leyes generales reguladoras del Derecho Penal Administrativo**.
En las últimas décadas, el aumento de la **regulación administrativa**, los **conocimientos técnicos** y la **saturación de la justicia penal** han favorecido la tendencia a una cierta **despenalización del derecho sancionador**, reservando a los jueces penales el conocimiento de las conductas ilícitas más graves.
Sin embargo, nuestra **legislación y jurisprudencia** quedaron al margen de la renovación del **Derecho Administrativo Sancionador occidental**, a causa de la prolongación del **régimen político autoritario** anterior a la **Constitución de 1978**.