Potenciando el Desarrollo Físico-Motor en Niños de 3 a 6 Años

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Desarrollo Físico y Motor en la Primera Infancia (3 a 6 años)

La etapa preescolar, también conocida como “Primera Infancia”, abarca desde los 3 hasta los 6 años, un periodo crucial para el desarrollo integral del niño.

Área Física: Crecimiento y Maduración Corporal

  • Los niños comienzan a perder su redondez infantil y a adquirir la apariencia delgada y atlética característica de la infancia.
  • En esta etapa, los cambios físicos no se dan de manera tan acelerada como en periodos anteriores, debido a un mayor desgaste de energía asociado a su actividad.
  • El crecimiento muscular y esquelético avanza, haciendo a los niños más fuertes y resistentes.
  • El tronco, los brazos y las piernas se hacen más largos, logrando una proporción corporal más armónica.
  • Se produce la maduración del sistema esquelético: los huesos se desarrollan y se endurecen mediante la osificación, proceso en virtud del cual el tejido blando o cartílago se transforma en hueso.

Área Motora: Coordinación y Habilidades Esenciales

El desarrollo motor se divide en dos componentes fundamentales:

Motricidad Gruesa: Coordinación General y Equilibrio

La motricidad gruesa corresponde a la coordinación general de movimientos y al equilibrio corporal. El desarrollo de estas habilidades motoras gruesas ayuda al niño a mantener el equilibrio y la coordinación de movimientos de brazos y piernas. Estas habilidades, que implican la coordinación de movimientos de brazos y piernas, le permiten al niño: caminar, correr, saltar, trepar, y también se ven potenciadas por sus músculos y huesos, que ahora son más fuertes.

Motricidad Fina: Precisión y Destreza Manual

La motricidad fina corresponde a la coordinación de los movimientos de manos y dedos. Permite que el niño o la niña utilice la pinza trípode y también se observa si posee una buena coordinación óculo-manual, que consiste en la capacidad de percibir a través del sentido de la vista y proyectar esa percepción en un papel mediante los músculos de las manos. El desarrollo de las habilidades motoras finas le permite al niño la posibilidad de mejorar el proceso de lectoescritura (escribir, colorear, recortar y trazar).

Condiciones Clave para el Desarrollo Físico-Motor

Para un óptimo desarrollo físico-motor, el niño debe poseer preparación, prontitud o madurez en diversas áreas:

  • Para que el niño aprenda cualquier habilidad físico-motora, se requiere un grado de madurez, que se observa cuando el niño disfruta de lo que hace. Para obtener esta madurez, el niño debe tener un aprendizaje previo y ciertas habilidades preliminares, es decir, haber superado etapas anteriores.
  • La atención mejora significativamente el aprendizaje físico-motor. Los niños entre 3 y 5 años aprenden principalmente por medio de la imitación, mientras que los de 6 o 7 años atienden mejor por instrucción directa.
  • La actividad es esencial para el desarrollo motor; los niños no pueden dominar una habilidad si no la practican de forma constante.
  • La motivación de competencia es la necesidad de logro que tienen los individuos para sentirse eficientes. Se distinguen dos tipos:
    • La motivación intrínseca es la que proviene del interior del sujeto, impulsada por el propio interés y disfrute.
    • La motivación extrínseca es la que surge por influencia de terceras personas, como recompensas o reconocimiento externo.
  • La retroalimentación es el elogio o premio que recibe el niño por haber logrado una conducta. Se clasifica en:
    • La retroalimentación extrínseca es el refuerzo que otras personas le dan al niño como premio por realizar la conducta solicitada.
    • La retroalimentación intrínseca es el premio o elogio que el niño se da a sí mismo por haber logrado una conducta.

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