Postimpresionismo: Raíces del Arte Moderno - Cezanne, Van Gogh y Gauguin
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Define el concepto de postimpresionismo y especifica las aportaciones de Cezanne y Van Gogh como precursores de las grandes corrientes artísticas del siglo XX.
Introducción al Postimpresionismo
El término “Postimpresionismo” fue acuñado por el crítico británico Roger Fry con motivo de una exposición que reunía obras de autores muy diferentes, cada uno con un estilo peculiar, pero que tenían en común el hecho de haber tenido contacto con el impresionismo y ser posteriores a su desarrollo.
Frente al interés único del impresionismo por captar la luz, a estos pintores les interesan también el color, el volumen, la línea… y muy especialmente su capacidad expresiva.
El Postimpresionismo no es un estilo, pues nunca fue una escuela. Es un nombre con el que se conoce a varios artistas que supusieron una ruptura y empezaron un nuevo ciclo.
Características del Postimpresionismo
Podemos señalar algunas características comunes a casi todos ellos:
Recuperación de la importancia del dibujo y la preocupación por captar no sólo la luz, sino también la expresividad de las cosas y personas.
Frente al color objetivo del instante impresionista, predominará un uso subjetivo, simbólico y expresivo del color.
Recuperación de la expresividad frente a la fría objetividad de las meras variaciones de la luz a lo largo del día.
En sus temas, siguen manteniendo el contacto con la realidad, pero a diferencia de los impresionistas, junto con el paisaje, abundarán otros temas como retratos, naturalezas muertas, escenas de ambientes lejanos, exóticos y temas simbólicos.
Estos pintores renunciarán a métodos y técnicas tradicionales que se habían impuesto desde el Renacimiento, obviando la perspectiva, el claroscuro, el modelado y el volumen.
En algunos casos, estos artistas se inspirarán en las artes de civilizaciones exóticas o primitivas, del arte egipcio o del medieval.
El ámbito geográfico en que desarrollan su pintura también es diferente: no solo París y sus alrededores, sino otras regiones de Francia (Provenza, Bretaña) e incluso la lejana Polinesia.
Muchos de estos pintores, con su estilo “personal”, no fueron comprendidos por el público de su tiempo y sus cuadros fueron rechazados. Sin embargo, tendrán enorme influencia en las vanguardias del siglo XX.
Principales Exponentes del Postimpresionismo
Entre los pintores postimpresionistas destacan Cézanne, Van Gogh y Gauguin, así como los pintores llamados neoimpresionistas (Seurat, Signac) y Toulouse-Lautrec.
Se les considera como los padres de la pintura moderna: de Cezanne partiría el cubismo; de Van Gogh el expresionismo y de Gauguin el simbolismo.
Paul Cezanne (1839-1906)
Considera que los métodos del impresionismo están agotados, abandonando la representación de la visión momentánea de la naturaleza por adentrarse en la investigación sobre las relaciones que existen entre lo que se ve, lo que se siente y lo que se conoce.
Su preocupación fundamental era destacar la línea y conceder al dibujo un papel protagonista. A la espontaneidad y emotividad del estilo añade la razón. Pretende desentrañar la estructura de los objetos y de la naturaleza mediante las formas esenciales (figuras geométricas).
En su evolución artística simplifica detalles, las formas son cada vez más geométricas y busca la intensidad del color. El cubismo tiene su punto de partida en sus obras. Entre sus obras encontramos: Los jugadores de cartas, Manzanas y naranjas, etc.
Paul Gauguin
Nace en París, donde conoció, como Cezanne, una primera etapa impresionista. Posteriormente inicia un período donde sienta las bases del simbolismo.
Rechaza lo académico, valora la máscara africana, el arte románico y todas aquellas tendencias que estaban fuera de lo habitual. Él valora este tipo de arte por su autenticidad.
Su aportación más importante es la exaltación del color. Su obra muestra dibujos de sólidos trazos, un cromatismo intenso, falta de modelado y relieve, simplificación de volúmenes, ausencia de profundidad y perspectiva.
Su obra La visión después del sermón, y en Tahití, su obra ¿De dónde venimos, quiénes somos, adónde vamos?, resume su sentido de la vida impregnado de gran misterio. Otras obras: El Mercado.
Vincent Van Gogh
Descubrió su vocación pictórica un tanto tardíamente, después de haber sido predicador.
En una primera etapa en Holanda aparece influido por la temática social. Se dedica a pintar la vida de los campesinos y los pobres de las ciudades. En su paleta predominan los tonos oscuros y la pincelada gruesa y pastosa. Aborda el problema social en Los comedores de patatas.
Instalado en París, entra en contacto con los impresionistas. Realizó un gran número de obras, como Los girasoles. Convenció a Gauguin para que fuese a trabajar con él, pero pronto surgieron los desacuerdos que le llevaron a mutilarse la oreja.
En mayo de 1889 es internado en un manicomio de Saint Rémy. Allí, permaneció un año alternando la alucinación con momentos de tranquilidad. En ningún momento dejó de pintar, la pincelada crispada y nerviosa permiten descargar su tensión interior.
Entre sus obras destacan: Los girasoles, Noche estrellada, La catedral de Auvers-sur-Oise, Retrato del doctor Gachet con rama de dedalera, La habitación de Vincent en Arlés o El segador. La novedad la encontramos en la coloración empleada, utilizando los tonos que son sus favoritos: azul y amarillo.
Henri de Toulouse-Lautrec
Al romperse las dos piernas quedó contrahecho y se amargó.
El referente más importante para Lautrec es Degas, sintiéndose atraído por los mismos temas que él: las bailarinas, los caballos... pero pintados con movimientos rápidos y fugaces.
Su obra recrea la vida nocturna de los cabarés parisinos, así como el mundo del teatro y los burdeles.
La estampa japonesa ejerció en él una notable influencia. Entre sus obras destacamos: El baile del Moulin Rouge, La toilette, Jardín de París.
Lautrec es el creador del cartel moderno, introduce aspectos que influyen en la publicidad posterior. En sus carteles hay relación entre texto y letra. El cartel se dirige a convencer y requiere una imagen limpia, eficaz y llamativa.