Política Fiscal Expansiva: Impacto de la Reducción Impositiva en la Economía
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Política Fiscal Expansiva: Reducción del Tipo Impositivo
La Política Fiscal Expansiva (PFE), específicamente una reducción del tipo impositivo, genera un desplazamiento hacia arriba y a la derecha de la función de Demanda Agregada (DA). Partimos de una situación de equilibrio estacionario, donde el precio esperado (Pe) es igual al precio actual (P), la producción (Y) es igual a la producción natural (Yn), el empleo (N) es igual al empleo natural (Nn), y la tasa de desempleo (u) es igual a la tasa natural de desempleo (un).
Efectos a Corto y Medio Plazo
- A corto plazo: Esta política producirá un aumento de la producción y de los precios.
- A medio plazo: La producción retornará a su nivel natural, acompañada por un incremento aún mayor en el nivel de precios.
Efectos a Corto Plazo (E0-E1)
El primer impacto de la reducción del tipo impositivo se observa en el mercado de bienes. Dada una renta inicial (Y0), el descenso del tipo impositivo incrementa la renta disponible de las familias. Este aumento de la renta disponible, a su vez, eleva el consumo (y el ahorro privado).
El incremento del consumo provoca un aumento de la Demanda Agregada (DA) para cada nivel de precios, lo que se traduce en un desplazamiento de la curva DA hacia arriba y a la derecha. Esto genera un exceso de demanda de bienes, resultando en una disminución de las existencias y, consecuentemente, las empresas aumentan su producción.
El aumento de la producción desencadena una serie de efectos inducidos en los tres mercados principales de la economía: el mercado de bienes, el mercado de dinero y el mercado de trabajo.
Efectos Inducidos por Mercado
- Mercado de Bienes: El aumento de la renta disponible eleva el consumo privado. Además, el incremento del volumen agregado de ventas ejerce un efecto positivo sobre la inversión.
- Mercado de Dinero: El aumento de la renta eleva el número de transacciones en la economía, incrementando así la demanda de dinero por motivo de transacción. Esto genera un exceso de demanda de dinero que eleva el tipo de interés de equilibrio. Es importante destacar que este aumento del tipo de interés repercute negativamente en el mercado de bienes, ya que encarece el coste de endeudamiento para las empresas, afectando la inversión.
- Mercado de Trabajo: El incremento del nivel de producción demanda un mayor volumen de empleo, lo que reduce la tasa de paro. Este descenso del desempleo fortalece el poder negociador de los trabajadores, ejerciendo presión al alza sobre los salarios nominales.
El incremento de los salarios nominales se traduce en un aumento de los costes laborales unitarios para las empresas. Estas, a su vez, repercuten este aumento en sus precios, elevando el nivel general de precios de la economía a corto plazo (de P0 a P1).
Este aumento de precios provoca una disminución de la oferta monetaria real (de M0/P0 a M0/P1), lo que genera un nuevo exceso de demanda de dinero y, consecuentemente, eleva nuevamente el tipo de interés de equilibrio.
En resumen, a corto plazo, la economía alcanza un nuevo equilibrio caracterizado por un mayor nivel de producción y un nivel de precios también más elevado. Esta situación implica que las expectativas de precios iniciales ya no se cumplen.
Efectos Finales a Corto Plazo
- Mercado de Bienes: Se observa un aumento de la producción y de la renta disponible, lo que impulsa el consumo privado. La inversión, sin embargo, queda indeterminada debido a efectos contrapuestos. El gasto público permanece constante.
- Mercado de Dinero: Aumenta la demanda de dinero y disminuye la oferta monetaria real, lo que eleva el tipo de interés de equilibrio. Es importante señalar que la oferta nominal de dinero no varía.
- Mercado de Trabajo: Se produce un aumento del nivel de empleo y un descenso de la tasa de paro, lo que lleva a un aumento del salario nominal. El salario real, en este punto, no varía.
En este nuevo equilibrio, los precios aumentan, mientras que las expectativas de precios iniciales no se ajustan de inmediato. Respecto al ahorro, el ahorro público queda indeterminado: si bien el descenso del tipo impositivo reduce el ahorro público, el aumento de la renta lo incrementa al elevar la recaudación fiscal. No obstante, bajo el supuesto de impuestos fijos, el ahorro público tiende a disminuir. El ahorro privado, por su parte, también queda indeterminado.
Como consecuencia de esta política fiscal expansiva, la economía se sitúa en un equilibrio a corto plazo con sobreempleo. Esto ocurre porque el nivel de precios actual de la economía es superior al nivel de precios esperado por los trabajadores, una situación que no es sostenible de manera indefinida.