La poesía desde el Modernismo a las vanguardias: autores, obras y movimientos

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T4.- La poesía desde el Modernismo a las vanguardias [futurismo, ultraísmo, surrealismo], autores y obras representativos.

Inicios de siglo. El Modernismo

A finales del siglo XIX, los gustos estéticos se ven modificados debido a un cambio de mentalidad artística, que recupera principios del Romanticismo como la originalidad o la libertad creadora.

La situación de crisis en la cultura occidental de fin de siglo y el desastre del 98 provocaron un cambio en el rumbo artístico.

El movimiento literario correspondiente a este período es conocido como Modernismo.

El modernismo es un movimiento literario que se inicia como ruptura hacia la época precedente (realismo), culto a la forma, el autor muestra una actitud de rebeldía en su creación y abrirá los caminos a nuevas formas, métricas y culturas.

El Modernismo se inspira en dos movimientos del siglo XIX: el Parnasianismo (tendencia formalista, partidaria del arte por el arte) y el Simbolismo (intimista, pretende encontrar la realidad que se esconde tras las apariencias a través de un nuevo lenguaje sugerente basado en símbolos).

Los temas básicos del Modernismo son: la soledad, el escapismo (en el tiempo -Edad Media- o en el espacio -mundo oriental-), el cosmopolitismo, el amor y el erotismo. Formalmente, la nueva estética se caracteriza por el afán de innovación, muy notable en el terreno de la métrica con el auge del verso Alejandrino, la originalidad y la búsqueda de la perfección formal.

Rubén Darío y Manuel Machado son los principales representantes del Modernismo de corte parnasiano.

2. Autores representativos:

  • Rubén Darío: Poeta Nicaragüense. Tras la publicación de algunas obras previas, será Azul, la obra que sentaría las bases del modernismo. Se consagra con Prosas profanas y otros poemas, Cantos de vida y esperanza y El canto errante (1907), tres libros con los cuales alcanzó su madurez lírica. En 1899 llegó a Barcelona, donde conoció e influyó en los escritores españoles del 98: Unamuno, Valle-Inclán, Machado, Azorín. A finales de 1912 se trasladó a Palma de Mallorca, donde escribió Canto a la Argentina y otros poemas y dos obras autobiográficas: La isla de oro y La vida de Rubén Darío escrita por él mismo, donde relata los últimos años de su vida, cuando era ya un hombre alcoholizado y enfermo.
  • Antonio Machado: Será el principal poeta del Modernismo simbolista. Su primera obra, Soledades, galerías y otros poemas reflexiona acerca del paso del tiempo y la muerte, dos temas constantes en el poeta sevillano. En su segunda obra, Campos de Castilla, junto a los anteriores, aparece el tema de España además de una serie de poemas dedicados a su mujer, Leonor, antes y después de su temprana muerte.
  • Juan Ramón Jiménez: Se inicia en la estética modernista (Arias tristes, Sonetos espirituales), para ir fraguando a lo largo de su vida un estilo esencial y propio. El poeta entiende la escritura como una búsqueda constante de la belleza, conocimiento y eternidad. Diario de un poeta recién casado o Dios deseado y deseante son algunas de sus obras fundamentales.

3.- La Vanguardia

Desde principios del siglo, los movimientos de Vanguardia comienzan a revolucionar el panorama artístico occidental. Surgen con el deseo de innovar.

Futurismo: Fundado en Italia por Marinetti. Se exalta la técnica, la civilización mecánica.

Cubismo: Fundado por Apollinaire movimiento, nacido en Francia y encabezado por Picasso, Braque y Juan Gris. Surgen creaciones como el caligrama o el collage.

Dadaísmo: Nombre escogido al azar del balbuceo infantil (dadá) por Tristan Tzara. Precedente del surrealismo, defiende lo irracional, lo fantástico e incoherente.

Creacionismo: Fundado por el poeta chileno Vicente Huidobro, desde París. Este movimiento no se propone reflejar o imitar ninguna realidad, sino crear una realidad dentro del poema.

Ultraísmo: El Ultraísmo fue un movimiento literario de vanguardia que se definió fundamentalmente por su oposición al modernismo y a la Generación del 98. El ultraísmo se desarrolló en España y Argentina. Reducen todo a la metáfora y huyen del sentimentalismo. Destaca Jorge Luis Borges.

Surrealismo: André Bretón (Francia) defiende la escritura automática para liberar el subconsciente y elementos oníricos. Rafael Alberti y Lorca lo aplican en obras como Sobre los Ángeles o Poeta en Nueva York.

T5.La poesía del grupo poético del 27: etapas, autores y obras representativos.

De una síntesis entre la innovación vanguardista y la tradición surge la Generación del 27.

Este grupo poético lo forman Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Rafael Alberti, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre.

Los poetas del 27 ven la poesía como un arte para interpretar y renovar la realidad; buscan siempre la perfección formal y conceptual. Por eso Góngora es el modelo común. Emplean tanto formas métricas tradicionales como otras innovadoras, especialmente el verso libre; alternan lo culto y lo popular, se dirigen a la inmensa mayoría. Estos autores, por lo general, evolucionan desde una poesía pura, vital e idealista, a una poesía social y comprometida, sobre todo con la República y durante la Guerra Civil.

Tras la misma y, muerto Lorca en 1936, el grupo se dispersa: la mayoría marcha al exilio (Guillén, Salinas, Alberti, Cernuda, Prados, Altolaguirre) por motivos políticos.

En España permanecen Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre.

Empezamos en los autores andaluces del grupo del 27:

  • Vicente Aleixandre: Nacido en Sevilla y criado en Málaga. Sus temas son variados: el amor como impulso erótico que lleva a la destrucción; la naturaleza como fuente de vida. Posee una primera etapa de corte surrealista. El poeta se funde con la naturaleza. Pertenecen a esta etapa libros como Espadas como labios, Sombra del paraíso y La destrucción o el amor. Su segunda etapa se centra en el hombre. De esta etapa son los libros Historia del corazón y Poemas para la consumación.
  • Federico García Lorca: Sus primeros libros suponen una fusión de lo tradicional con la vanguardia y la poesía pura. Destaca Poema del cante jondo y Romancero gitano; son piezas de tema andaluz con elementos oníricos y mezcla de tradición y surrealismo. Más tarde compone Poeta en Nueva York, obra surrealista donde nos habla de personajes marginados a través de versos libres y una estética vanguardista. Llanto por la muerte de Ignacio Sdnchez Mejías y los Sonetos del amor oscuro son las últimas obras del granadino, donde aúna amor, erotismo, angustia y trascendencia.
  • Rafael Alberti: El gaditano se inicia en la estética neopopularista con métrica tradicional, Marinero en tierra, El alba del alhelí. Le sigue una etapa gongorina (Cal y canto) y una etapa surrealista: Sobre los ángeles de tendencia surrealista. Con la llegada de la República y la Guerra, Alberti hace poesía más comprometida social y políticamente. Son libros de esta época Un fantasma recorre Europa, De un momento a otro. En el exilio no deja de escribir: Entre el clavel y la espada; Roma, peligro para caminantes; Retornos de lo vivo lejano.
  • Luis Cernuda: El sevillano es el poeta del amor por excelencia. Perfil del aire es su primer libro, con poesía pura. Escribe a continuación libros surrealistas como Un río, un amor; Los placeres prohibidos; Donde habite el olvido. Sus grandes obras son La realidad y el deseo y Ocnos. El primero es el título de su poesía completa: soledad, angustia, deseo de belleza absoluta; aspira a llegar a la comunicación mediante el amor. Su poesía del exilio en México está, entre otros, en los libros titulados Con las horas contadas, Desolación de la quimera.

Poetas no andaluces son:

  • Pedro Salinas: Plasma su experiencia vital y amorosa en una poesía reflexiva con hondos sentimientos y emociones. Seguro Azar (poesía pura de influencia vanguardista), La voz a ti debida y Razón de amor (con una gran carga conceptual), Todo más claro (última etapa donde presenta una visión preocupada del mundo que se va deshumanizando).
  • Jorge Guillén: Poeta característico de una poesía pura e intelectual. Aire nuestro consta de tres obras: Cántico, poemario gozoso y lleno de vitalismo; Clamor, donde van apareciendo aspectos negativos (dolor, injusticia, crueldad, muerte); y Homenaje, donde se recupera el tono optimista de Cántico.
  • Gerardo Diego: Cultiva poesía de vanguardia en la línea del Creacionismo (Imagen, Manual de espumas) y además una poesía más enraizada en la lírica tradicional y clásica (Romancero de la novia, Versos humanos, Alondra de verdad).
  • Dámaso Alonso: Poesía no muy abundante pero sí de enorme valor en la lírica española del siglo XX. Sus obras más destacadas son: Poemas puros, poemillas de la ciudad, Hijos de la ira y Hombre y Dios.

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