Poesía Española de Posguerra: Un Recorrido por los Años 40 y 50
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La Poesía Española en la Posguerra: Años 40 y 50
La Guerra Civil, el inicio de la dictadura franquista y el exilio de numerosos intelectuales españoles interrumpieron la evolución natural de la cultura y la literatura en España, condenándolas a un profundo aislamiento y a la vigilancia de dictaduras políticas e ideológicas.
La Poesía en los Años 40: Tendencias y Revistas Clave
En los inicios de la posguerra, la poesía registró distintas tendencias. Al inicio de la década de los 40, destacó la poesía neoclásica, aunque a partir de 1945 se impondría una corriente existencialista, centrada en la situación y la angustia del ser humano. También surgió en esos años una poética vanguardista, que entronca con la lírica anterior. En la difusión de estas diversas líneas literarias, las revistas de la época tuvieron un papel importante.
Poesía Neoclásica: La "Poesía Arraigada"
En la poesía neoclásica, los autores que cultivaban esta tendencia son los de la llamada Generación del 36, entre los que sobresalen Luis Rosales, Leopoldo Panero, Luis Felipe Vivanco y Dionisio Ridruejo. La corriente neoclásica buscaba la perfección formal. En sus producciones destaca el uso del soneto y la presencia de numerosos recursos literarios. Los temas predominantes eran Dios, la familia y la muerte. Por su tono sentimental o heroico y por mostrarse complaciente con el régimen franquista, ha sido denominada «poesía arraigada». Las revistas fundamentales de esta corriente fueron Escorial y Garcilaso.
Poesía Existencialista: La Voz del Desarraigo
La corriente existencialista encontró su cauce de expresión en la revista Espadaña, editada desde 1944, el mismo año en que se publicaron dos libros fundamentales de esta tendencia: Hijo de la ira de Dámaso Alonso.
Frente al mundo armonioso de los «arraigados», los «desarraigados» se centraron en el sufrimiento del ser humano. Los temas recurrentes eran la búsqueda dolorosa de Dios o su silencio, y las crisis religiosas. El lenguaje utilizado era desgarrado, casi violento y cercano al grito.
Poesía Vanguardista: Innovación y Ruptura
En las décadas de los 40 también surgieron voces que planteaban estéticas diferentes a las anteriores, reivindicando la poesía vanguardista. Cabe citar:
- El Postismo: Esta corriente se caracteriza por la ruptura de la lógica, el humor, el lenguaje lúdico e imágenes irracionales.
- El Surrealismo: Esta tendencia está presente en las obras de Camilo José Cela o Juan Eduardo Cirlot.
La Poesía en los Años 50: Hacia la Literatura Social
En la década de los 50, España se fue incorporando progresivamente al contexto internacional y se produjo una cierta recuperación económica, aunque la mayoría de la población seguía padeciendo penurias. En cuanto a la literatura, la corriente existencialista desembocó en la literatura social. Es decir, los poetas salieron de su angustia interior para contemplar lo que ocurría en la calle, denunciando los males de la sociedad. Por tanto, la crítica ha señalado que estos poetas conciben la poesía como comunicación: un medio de denuncia del dolor y las injusticias. Las obras más representativas de esta etapa son Cantos Íberos y Quinta del 42. En conclusión, la poesía de las décadas de los 40 y 50, a pesar del olvido colectivo actual, es un testimonio importante de las circunstancias políticas y sociales de la época.