La Poesía Española desde 1936: Corrientes, Autores y Evolución Lírica

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La Lírica y el Teatro Posteriores a 1936

La derrota de la República en la Guerra Civil dio paso a la dictadura del general Franco. La literatura española se vio sometida a una situación de anomalía con respecto a los países de nuestro entorno. La restricción de libertades básicas y la censura condicionaron la creación literaria.

La Lírica Posterior a 1936

En la lírica posterior a 1936, la poesía se erige como el ámbito de mayor diversidad artística.

La obra de Miguel Hernández se vio truncada por su muerte prematura en 1942, destacando El rayo que no cesa.

La Poesía en los Años 40: Arraigada y Desarraigada

En los años 40, destacan dos corrientes principales:

  • La poesía arraigada: Una poesía intimista que busca la perfección formal y transmite una visión serena y ordenada del mundo. Sus principales exponentes son José García Nieto, autor de Víspera hacia ti, y Luis Rosales, con La casa encendida.
  • La poesía desarraigada: Propia de poetas que expresan una visión pesimista y angustiada de la existencia, junto con los primeros indicios de protesta social y política. Dos poemarios clave que marcan el arranque de la poesía de posguerra son Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, y Sombra del paraíso, de Vicente Aleixandre. Esta corriente se caracteriza por un estilo directo, desgarrado y antiformalista. Sus máximos representantes incluyen a José Hierro y Eugenio de Nora.

La Poesía Social en los Años 50

En los años 50, la lírica dominante fue la poesía social. Su propósito era denunciar las injusticias y manifestar el compromiso del poeta con la realidad histórica y su solidaridad con el sufrimiento ajeno. Predominó el uso de un lenguaje sencillo y directo. Destacan Blas de Otero, con Ancia, y Gabriel Celaya, con Cantos Íberos.

Renovación Poética en los Años 60

En los años 60, un nuevo grupo de poetas consideró que la poesía no podía ser únicamente un arma para combatir la injusticia, proponiéndose la búsqueda de un nuevo lenguaje poético como vehículo de conocimiento. Indagaron en su experiencia personal y prestaron atención a lo cotidiano e íntimo. Su lenguaje se caracterizó por ser conversacional, intimista, muy cuidado y alejado del patetismo o del retoricismo. Entre los autores más importantes se encuentran Jaime Gil de Biedma y Ángel González.

Los Novísimos: Experimentación y Temática Amplia

La publicación de Arde el mar y Nueve novísimos poetas españoles certificó la irrupción de una nueva promoción de autores, conocida como los Novísimos. Se caracterizaron por cultivar tanto temas graves (como el malestar personal, la opresión o el racismo) como temas frívolos, y por un estilo experimental, muy cuidado y variado. Entre ellos destacan Antonio Colinas, Leopoldo María Panero y Ana María Moix.

La Lírica en los Años 80 y 90: Experiencia vs. Silencio

Durante los años 80 y 90, el panorama lírico estuvo marcado por la oposición entre la poesía de la experiencia y la poesía del silencio.

  • La poesía de la experiencia: Expresa vivencias personales, incluye la anécdota, recupera formas métricas tradicionales y concibe la poesía como un reducto de los valores éticos frente a la deshumanización. Destacan Miguel d'Ors y Benjamín Prado.
  • La poesía del silencio: Se caracteriza por la indagación metafísica, la concisión expresiva y la renuncia a lo anecdótico, lo narrativo o sentimental. Su principal mentor es José Ángel Valente.

La Lírica Reciente

La lírica reciente oscila entre la celebración de la existencia y la melancolía por el paso del tiempo.

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