poema

Catarsis Pasional 

Tu esencia es un recuerdo que vive dentro de mi cuerpo, tu amor es el pincel que ilumina este mundo sin color.

La distancia que te aleja, la tristeza no me deja, el dolor que me acompleja y el amor que nos mantenga. 

¡Oh cariño! Yo te llevo dentro de mi pecho, contigo el dolor, ahora solo es un desecho.

Eres aquel sabor que entre tanto ruido aún escucho con fervor. 

Tu belleza desentona de los amarillos del campo y el azul del cielo.

¿Qué tanto vives en mi?

Te vi en la luz que llega al trigo,

en las nubes del cielo, 

en el brillo de la luna, en aquellos juegos y en la flor naranja de aquel idioma que no recuerdo, de aquella melodía que rezaba con la calma de un beso, aquel amor con el que concuerdo.  

En aquel pueblo perdido y en el son de mi corazón derretido.

Las predicciones del pasado y los hechos del futuro 

El fin aún no ha llegado pues nuestro amor lo ha despreciado 

Dulces canciones, amargos errores, extensos calores, hermosos amores. 

Aún te encuentro de vez en cuando, mirándonos, ambos errantes, deseando amarnos.

Es así como muere un sentimiento, dormido y en silencio, tristemente, recapitulando sin consentimiento. 

Entre los amargos pesares y los más felices lugares. 

Entre mi corazón y aquella percepción.

Aquel campo que anhela, la lluvia que impaciente nos espera, 

Dentro de mi mente mostró su intención

La bóveda se cierra, mi pincel de desespera. 

Aquella tarde, olvidé hacerte mención, sin embargo, mi amor, ayer en un cuadro te dibujé una canción. 

¿Qué hay detrás de este poema? Si eres tú la que se encierra, es tu esencia en la vereda. 

Tu sonrisa mi acuarela, tus labios mi verbena y tus ojos un poema escrito por Dios, recitado por dos, uno yo y uno vos. 

Pasados los años y yo aún te cuento cuantos. 

Tú foto en el tripié y una nuestra en la pare’ 

Cuenta cuántos hay ayer y cuántos cuentos habrá que ver. 

Tantos que entre ayer y hoy mejor no voy, 

me quedo en el presente que te encuentra un poco ausente, mientras el amor nos acepte no habrá nada que nos atormente. 

El miedo que te alcanza, nos pone en la balanza. Temes que te deje y yo temo que te alejes. 

Entre ellos aparece la esperanza, que nos quita la añoranza, aleja la tardanza e impide la mudanza. 

Con tu beso me encuentro en receso,

tu abrazo es el comienzo, despierto en el exceso. 

El fuego del furor, sofocado por el éxtasis del amor. 

Entre todo el sudor encuentro tus labios, 

anhelos catárticos entre mis sueños ROMánticos. 

Y si no es hoy, que sea mañana, da igual, que mi corazón contigo tiene calma. 

Al fin hoy veo al pasado consumado, al presente permutante y al hermoso futuro promisorio.