Poblamiento Rural y Urbano en España: Transformaciones y Ejes Europeos

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1. Tipología y Dinámica del Poblamiento Rural y Urbano

El poblamiento es el conjunto de asentamientos rurales y urbanos que resultan del proceso de ocupación del espacio por la población, y sus características en cuanto a tamaño y número.

1.1. Poblamiento Rural

En los núcleos menores de 10.000 habitantes predominan las actividades agrarias. Su origen está relacionado con las ventajas que ofrece una determinada ubicación para las formas de vida y la economía de cada época. Por ejemplo, durante la Reconquista se fue ocupando y organizando la mayoría de ellos. El crecimiento o decrecimiento ha estado condicionado por las circunstancias históricas.

Las tipologías de poblamiento rural son variadas:

  • Poblamiento Disperso: Casas rurales rodeadas de campos de cultivo, bosques o prados. Existen varios tipos:
    • Absoluto: No tiene población agrupada en espacios reducidos de montaña.
    • Disperso: Dispersión de casas que mantiene relaciones con los núcleos para cuestiones religiosas, administrativas, etc.
    • Concentrado Laxo: Pequeñas agrupaciones formando aldeas en las que la casa y la tierra están separadas.
  • Poblamiento Concentrado: Viviendas juntas, independientes de las tierras de cultivo. Hay dos formas principales:
    • Lineal: A lo largo de una vía de comunicación.
    • Apiñado: Casas agrupadas de forma irregular.

La dinámica reciente del poblamiento rural está marcada por las siguientes transformaciones:

  • En el interior, se ha reducido el tamaño de los núcleos por el éxodo rural.
  • En la costa, se ha desarrollado un poblamiento dedicado al ocio (hoteles, chalets).
  • En las áreas periurbanas, el crecimiento demográfico ha ido incorporando a los núcleos rurales cercanos.

1.2. Poblamiento Urbano

Los núcleos urbanos tienen más de 10.000 habitantes, con alta densidad de edificación y población, cuyos habitantes se dedican a la industria y los servicios. Se caracterizan por su capacidad de influir sobre otros núcleos de población.

Su dinámica reciente presenta transformaciones desde los años 50 y 60. Las principales ciudades iniciaron un crecimiento debido al incremento demográfico y al desarrollo de la industria y los servicios, ampliando sus periferias. En la actualidad, la descentralización de la población hacia las periferias da lugar al crecimiento de la ciudad por el territorio, cuyas manifestaciones principales son el surgimiento de áreas periurbanas y suburbanas de límites imprecisos sobre un área más o menos amplia. La ciudad ocupa una posición jerárquica dentro del sistema urbano.

2. Integración en el Sistema Urbano Europeo

El sistema de ciudades español forma parte del sistema europeo de ciudades, que a su vez es parte del sistema mundial, pues la creciente internacionalización de la economía hace que las relaciones entre las ciudades de los distintos países sean cada vez más intensas.

El sistema urbano europeo se basa en las eurociudades, que son las poblaciones más dinámicas y con mayor capacidad de relacionarse con el exterior, es decir, las metrópolis nacionales de cada país y, en menor medida, algunas metrópolis regionales. Las dos españolas, Madrid y Barcelona, se encuentran entre las siete mayores, pero descienden en la jerarquía debido a que tienen una renta per cápita inferior a la media comunitaria y a que se encuentran en posición periférica respecto a las principales aglomeraciones urbanas europeas.

El sistema europeo de ciudades se articula en torno a varios ejes:

  • El eje urbano más dinámico se extiende desde el sureste de Inglaterra al noroeste de Italia. El sistema de ciudades español ocupa una posición periférica en este eje.
  • El arco mediterráneo abarca la zona nordeste-centro de Italia, sur de Francia y levante español. En él se han registrado, desde la segunda mitad de los años ochenta, altas tasas de crecimiento e importantes inversiones en proyectos tecnológicos, debido a las deseconomías de aglomeración de los espacios centrales y a factores ambientales favorables. El sistema español cuenta con ciudades en este eje.
  • El resto de las ciudades españolas se encuentra en ejes europeos menos dinámicos:
    • Los centros urbanos de la franja cantábrica y Galicia se sitúan en el llamado arco atlántico o "finisterres".
    • Andalucía y el espacio meridional de la Meseta quedan dentro de lo que se denomina "los sures", espacios periféricos poco desarrollados.

Por tanto, en conjunto, las ciudades españolas ocupan una posición periférica en el territorio europeo, situación que debe paliarse impulsando las redes transeuropeas de transporte y comunicaciones.

La novedad más reciente, todavía sin consolidar, es la formación de un eje diagonal Lisboa-Madrid-Zaragoza-Barcelona que conecta con el arco mediterráneo y con la gran dorsal europea.

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