El Plebiscito de 1988: Un Punto de Inflexión
Uno de los hechos más importantes dentro de la historia de la transición chilena fue el plebiscito de 1988. Este plebiscito, establecido en las "disposiciones transitorias" de la Constitución de 1980, debía zanjar si Augusto Pinochet continuaba en el poder por ocho años más o se convocaba a elecciones presidenciales en 1989.
Para que el plebiscito fuera posible, se debieron crear o restablecer un conjunto de organismos que dotaron de legalidad al acto, como el Tribunal Calificador de Elecciones, el Servicio Electoral, la Ley Orgánica Constitucional de los Partidos Políticos y la Ley Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinio. A pesar de esto, la oposición vio este plebiscito desde una mirada permanentemente suspicaz, tras las dudas por lo ocurrido en el plebiscito de 1980. No obstante, esta era la verdadera opción para sacar a Pinochet de la Presidencia; de ahí que el llamado a la unidad de la oposición fuera uno de los temas centrales antes del plebiscito. En 1988 se formó la Concertación de Partidos por el NO, que logró tener en sus filas a muchos partidos de izquierda, centroizquierda y centro, como la Democracia Cristiana (DC), el Partido Radical (PR), múltiples sectores del Partido Socialista (PS), el Partido Social Demócrata, el Partido Humanista, la Izquierda Cristiana y el MAPU. El Partido Comunista (PC) se unió de manera parcial con su eslogan "NO, hasta vencer", lo que aludía a la improbabilidad de una salida negociada.
Para la derecha, la campaña por el SI constituyó un foco de conflictos. Pinochet fue anunciado como candidato tan solo un par de meses antes del plebiscito, y habían personas de derecha y de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) que no lo querían como candidato; de hecho, para muchos, el candidato ni siquiera debería haber sido uniformado. A pesar de ello, la opción del SI fue apoyada por Renovación Nacional y la Unión Demócrata Independiente.
La campaña electoral fue intensa. Por el NO, tenían el eslogan "Chile, la alegría ya viene" y promovieron la imagen de un país de mayor integración y más libertades públicas. En cambio, el SI apuntó a una campaña que revivía los miedos de la experiencia socialista. De acuerdo al Tribunal Calificador de Elecciones, la opción NO ganó por un 55.99% de los votos, mientras que el SI tuvo un 44.01%.
Desde el Plebiscito de 1988 hasta Aylwin: El Camino a la Democracia
El triunfo del NO significó que, en un plazo no mayor a un año, la población tenía que elegir un nuevo presidente de la República. Otro plebiscito, de menor repercusión, permitió la reducción del periodo presidencial a cuatro años, la modificación en la composición del Congreso Nacional, la incorporación de un Contralor General, la derogación del artículo que proscribía la difusión de ideas totalitarias y la reducción de los quórums requeridos para modificar la Constitución. Se mantuvieron los senadores designados y vitalicios, el Tribunal Constitucional (con dos miembros designados por la Junta de Comandantes en Jefe, uno de las FF.AA. y otro de Carabineros) y el rol de las FF.AA. como "garantes de la institucionalidad". Durante este tiempo, se les dio más poder a las FF.AA., se privatizaron más empresas estatales y se dictaron leyes importantes, como la que decía que el 10% de las ventas de CODELCO se irían a las FF.AA., la que prohibía el aborto, la Ley Orgánica Constitucional de Educación y la Ley del Banco Central.
La oposición, unida para el plebiscito bajo la Concertación de Partidos por la Democracia, determinó como candidato a Patricio Aylwin (expresidente de la DC). Aylwin representaba una opción moderada y que podía dialogar con las autoridades del régimen que salía. El candidato de derecha fue Hernán Büchi, mientras que el empresario Francisco Javier Errázuriz se presentó como candidato populista. Ganó Aylwin con un 55.17% de los votos, Büchi obtuvo un 39.4% y Errázuriz un 15.4%. Como consecuencia, en 1990 Pinochet entregó la banda presidencial al presidente electo y la piocha de O'Higgins al presidente del Senado, Gabriel Valdés, quien a su vez nombró como poder ejecutivo al demócrata cristiano Patricio Aylwin.