Platón: Un Viaje Filosófico por sus Diálogos, la Academia y su Legado Eterno
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en español con un tamaño de 5,32 KB
El Diálogo Platónico: Estructura y Evolución
Los diálogos platónicos constituyen una auténtica muestra literaria en la que varios personajes conversan distendidamente sobre una cuestión filosófica. Mediante la contrastación y la argumentación de opiniones diversas, Platón transmite su propia concepción filosófica, a menudo por boca de Sócrates. Se pueden clasificar aproximadamente 36 diálogos en diferentes periodos:
Periodo de Juventud o Socrático
Obras fuertemente influenciadas por su maestro Sócrates. En esta etapa, no hay un posicionamiento propio claro de Platón; los diálogos quedan abiertos, sin que se dé una solución definitiva. Ejemplos destacados incluyen Apología de Sócrates y Protágoras.
Periodo de Transición
Estos diálogos muestran una autonomía mayor respecto al maestro y una elaboración más original del propio pensamiento platónico. Ejemplos: Gorgias y Menón.
Periodo de Madurez
Son los diálogos donde se desarrollan sus principales teorías filosóficas, como la Teoría de las Ideas. Ejemplos clave son Fedro y La República.
Periodo Crítico y de Vejez
Esta etapa muestra las dudas y las críticas de Platón respecto a su propia obra y teorías. Un ejemplo significativo es el diálogo Timeo.
Viajes y Nuevos Contactos: La Formación del Pensamiento Platónico
La muerte de Sócrates supuso para Platón una profunda crisis vital, política y filosófica que lo llevó a emprender diversos viajes. En Egipto, conoció a Cratilo, discípulo de Heráclito, y también a Hermógenes, discípulo de Parménides. En Megara, donde se refugiaron muchos seguidores de Sócrates, conectó con importantes matemáticos. Sin embargo, fue su primer viaje a Sicilia, cuando tenía aproximadamente 40 años y con el objetivo de relacionarse con matemáticos pitagóricos, el que comportó la superación definitiva de la crisis que lo aquejaba.
El estilo de vida de la comunidad pitagórica de Tarento y la influencia de la matemática de Arquitas le mostraron a Platón la posibilidad de un conocimiento sólido e indestructible: el de los mathemata.
De los pitagóricos, Platón heredó ideas fundamentales como la inmortalidad y la transmigración de las almas, la explicación del mundo sensible mediante entidades matemáticas y la concepción comunitaria del modo de vida filosófico. Este viaje marcó un punto de inflexión crucial en su vida: la herencia socrática se amplió significativamente con el saber matemático de los pitagóricos, y Platón comenzó a forjar su propio pensamiento, a ser verdaderamente «platónico».
También visitó Siracusa, donde conoció a Dion, pariente del tirano que gobernaba la ciudad. Dion se convirtió en un discípulo querido y predilecto de Platón.
La Fundación de la Academia: Centro del Saber Filosófico
De vuelta en Atenas, tras su estancia en Sicilia, Platón fundó, al lado del santuario dedicado al héroe Academo, una escuela que se convertiría en el centro neurálgico de la vida intelectual de su tiempo: la Academia.
La Academia estaba inspirada en las comunidades pitagóricas, pero a diferencia de estas, gozaba de una gran libertad intelectual. En ella se estudiaban matemáticas, música y astronomía, materias consideradas imprescindibles para formar a los futuros gobernantes y ciudadanos para la política. Como colofón y culminación de este saber, se estudiaba la filosofía.
En este auténtico oasis de paz y estabilidad en Atenas, Platón pudo desarrollar su filosofía más emblemática. Su objetivo principal era fundamentar la posibilidad de alcanzar la verdad absoluta, considerando insostenibles el relativismo y el escepticismo de los sofistas. Los valores éticos y políticos de Sócrates no podían ser relativos; ¿cómo podrían, entonces, convertirse en absolutos? Su teoría del conocimiento, intrínsecamente ligada a su Teoría de las Ideas, mostraría el camino hacia esa verdad.
Nuevos Viajes, Dudas y Críticas: La Evolución Final del Pensamiento Platónico
A los 60 años, y a instancias de Dion, con el objetivo de implantar el ideal político descrito en el diálogo La República, Platón emprende un segundo viaje a Italia. Políticamente hablando, este viaje fue un rotundo fracaso. Fue recluido, casi encarcelado, durante dos años. Este tiempo y estas vivencias llevaron a Platón a largas meditaciones sobre su filosofía y su fundamento teórico: la original Teoría de las Ideas. Cuanto más reflexionaba, más dudas le asaltaban. Su obra de este periodo está llena de dudas enriquecedoras; incluso el personaje de Sócrates aparece inseguro e incapaz de superar las objeciones de sus interlocutores.
En el 367 a.C., ingresó en la Academia un joven Aristóteles, quien fue, sin duda, uno de los mayores estímulos intelectuales recibidos por Platón en sus últimos años.
A los 66 años, Platón viajó por tercera vez a Sicilia, como respuesta a la llamada del gobernante de Siracusa y presionado por Arquitas. De vuelta a Atenas, continuó escribiendo y revisando sus teorías hasta su muerte, dejando un legado filosófico inigualable.