Platón y Gettier: Explorando la Naturaleza del Conocimiento
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Platón y la Definición de Conocimiento en el Teeteto
En el diálogo Teeteto, Platón aborda la cuestión de qué es el conocimiento (episteme). Propone la definición de conocimiento como "creencia verdadera justificada" o "conocimiento por causas". Según esta perspectiva, las opiniones o creencias verdaderas solo se consideran conocimiento si están debidamente justificadas. Las opiniones que surgen de la inspiración, la adivinación o el delirio poético no califican como conocimiento. En contraste, al conocimiento se llega a través de la dialéctica. El conocimiento implica verdad y nunca yerra. Las opiniones sin justificación son comparables a las estatuas de Dédalo, que parecen huir si no están atadas.
El Debate Epistemológico en el Ámbito Anglosajón y la Gnoseología
En el ámbito anglosajón, se enfatiza la conexión entre conocimiento y creencia. En la tradición italiana, la gnoseología se relaciona con la crítica del conocimiento, influenciada por Kant. Los neokantianos propusieron y defendieron la transformación de la teoría del conocimiento en una disciplina filosófica fundamental, en contraposición a la metafísica.
Los Contraejemplos de Gettier
Edmund Gettier presentó contraejemplos a la definición clásica de conocimiento como creencia verdadera justificada. La definición clásica establece que el conocimiento requiere que:
- p sea verdadera.
- S crea que p.
- S esté justificado en creer que p.
Los contraejemplos de Gettier (como el caso de Smith y el Nissan) demuestran que es posible tener una creencia verdadera justificada que, sin embargo, no constituye conocimiento debido a un elemento de suerte o azar. Algunos filósofos han intentado refutar a Gettier argumentando que nadie puede estar justificado en creer algo falso. Sin embargo, esta propuesta es insostenible porque la justificación, por su propia naturaleza, permite la posibilidad de error.
El Fundamentismo: Una Perspectiva Jerárquica del Conocimiento
El fundamentismo, inspirado en Descartes, se caracteriza por tres elementos principales:
- Concepción arquitectónica del conocimiento: El conocimiento se estructura jerárquicamente, con una búsqueda de fundamentos inamovibles. La justificación es un proceso unidireccional. Hay proposiciones más básicas que justifican a otras, pero nunca a la inversa. Las proposiciones más básicas se autojustifican, deteniendo así la cadena de justificación. Como se ha dicho, "a menos que algunas cosas sean ciertas, nada puede ser ni tan solo probable".
- Rechazo del regreso infinito y del círculo vicioso: Las proposiciones más básicas sirven como punto final de la justificación.
- Distinción entre creencias derivadas y básicas: Las creencias derivadas reciben justificación de otras creencias, mientras que las creencias básicas se autojustifican, son evidentes por sí mismas, ciertas y conocidas de forma inmediata.
El Coherentismo: Una Perspectiva Holística del Conocimiento
El coherentismo propone que todas las creencias están al mismo nivel. La justificación es multidireccional; las creencias se apoyan recíprocamente. Sus características principales son:
- Red de relaciones: Las creencias forman una red de relaciones donde unas justifican a otras. Una creencia está justificada en la medida en que es miembro de un sistema coherente de creencias. La justificación puede parecer lineal a nivel local, pero es multidireccional a nivel global.
- Rechazo del regreso infinito, pero aceptación del círculo: A diferencia del fundamentismo, el coherentismo no busca un fundamento último, sino que acepta la circularidad en la justificación.
- Concepción igualitarista de las creencias: Todas las creencias tienen el mismo estatus epistémico.
La coherencia se entiende como consistencia, es decir, la ausencia de contradicciones explícitas entre los miembros del sistema. Una crítica común al coherentismo es que si una creencia es inconsistente con el resto, no estaría justificado mantener ninguna creencia. Una posible solución es argumentar que la justificación no es absoluta, sino que admite grados, y que la coherencia también tiene grados. Por lo tanto, una creencia estaría justificada en la medida en que el sistema del que forma parte fuera coherente.