Platón: Dualismo Ontológico, Amor, Conocimiento y el Mito de la Caverna
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Dualismo Ontológico en Platón
El dualismo ontológico es la doctrina que Platón defendió al afirmar que la realidad está dividida en dos ámbitos distintos: el Mundo Sensible, compuesto por las cosas espacio-temporales, mutables y sujetas a la muerte, y el Mundo Inteligible o Mundo de las Ideas, constituido por entidades no espaciales ni temporales, inmutables y eternas.
El Concepto de Amor en Platón
Según Platón, el amor siempre anhela lo bello y lo bueno. Esta belleza no se refiere necesariamente a lo físico, sino a lo espiritual, describiéndola como la belleza esencial a la cual se debe aspirar. En el plano amoroso hacia las personas, el amor para Platón es un amor dirigido al plano espiritual, que no se puede alcanzar sino intuir más allá del plano físico. Es un amor que busca la belleza en la verdad y el plano espiritual.
Los Dos Mundos y el Conocimiento
Platón distingue dos mundos:
- Mundo Sensible: Aparente y falso, en continuo cambio (devenir), sujeto a la generación y a la corrupción.
- Mundo Inteligible: Verdadero, fijo, inmutable, eterno. En él se encuentran las Ideas.
Podemos conocer ambos mundos, pero el conocimiento verdadero reside en el Mundo Inteligible.
El Conocimiento según Platón
Platón argumenta que los sentidos no proporcionan el verdadero conocimiento de las cosas, ya que lo que percibimos a través de ellos cambia constantemente. Lo que está en perpetuo cambio no puede ser parte del verdadero conocimiento. Por lo tanto, el verdadero conocimiento no puede ser la percepción sensorial. Si así fuera, todos tendríamos el mismo conocimiento, ya que todos poseemos los mismos sentidos. Alcanzamos el verdadero conocimiento a través de la razón. Según Platón, nuestra curiosidad solo se sacia cuando encontramos el ser en sí, es decir, el ser que permanece idéntico a sí mismo.
El Mito de la Caverna Explicado
El mito de la caverna describe a un grupo de prisioneros encadenados desde su infancia dentro de una caverna, detrás de un muro. Un fuego ilumina el otro lado del muro, y los prisioneros solo ven las sombras proyectadas por objetos manipulados por otras personas detrás del muro. Los prisioneros creen que esas sombras son la realidad. Sin embargo, la verdadera realidad se encuentra fuera de la caverna.
Uno de los prisioneros se libera y asciende. Inicialmente, la luz lo ciega, pero gradualmente se acostumbra. Este es el primer paso en la adquisición de conocimiento. Finalmente, el prisionero liberado observa las estrellas, la luna y el sol, comprendiendo que el mundo exterior (el Mundo de las Ideas) es un mundo superior.
Los Tres Niveles de Conocimiento
Platón describe tres niveles para alcanzar el conocimiento:
- Nivel de Ignorancia: La prepotencia de creerse poseedor de la sabiduría es pura ignorancia.
- Nivel de los Sentidos: La sabiduría basada en la información sensorial es un nivel intermedio.
- Nivel de Razón: El nivel superior de conocimiento se alcanza a través de una investigación racional de la realidad.
"Conocer es Recordar" (Anámnesis)
Platón afirma que el conocimiento es el recuerdo de lo que el alma ya sabe desde siempre. Conocer no es aprender algo nuevo, sino recordar (anámnesis) aquello que el alma ya sabía.
Los Tres Tipos y Partes del Alma
Platón distinguió tres tipos y partes del alma:
- Alma Racional: La función más elevada del ser humano. Se ubica en el cerebro y está representada por el auriga. Su virtud es la prudencia, y su función es la búsqueda del bien y la verdad.
- Alma Irascible: Dirige sentimientos como el desprecio, la venganza, la valentía o la cobardía. Se sitúa en el corazón y está representada por el caballo blanco. Su función es la fortaleza y equilibra nuestros deseos, prepotencia y sed de poder.
- Alma Concupiscible (No mencionada en el texto original, pero fundamental en la teoría platónica): Relacionada con los deseos y apetitos corporales. Se ubica en el vientre. Su virtud, si la alcanza, es la templanza.