Platón: La Dualidad de la Realidad, el Conocimiento y la Idea de Bien
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La Dualidad de los Mundos en Platón: Sensible e Inteligible
Platón hace una distinción fundamental entre dos mundos: el mundo sensible y el mundo de las Ideas. El mundo sensible es terrenal y material, compuesto por seres particulares y concretos, diversos, múltiples, imperfectos y corruptibles, que son solo una copia de las Ideas.
Frente a él está el mundo de las Ideas, un ámbito trascendente que existe de forma independiente a sus realizaciones concretas. Las Ideas son entidades reales y objetivas que existen en sí y por sí mismas en un mundo aparte; son la esencia, la verdadera realidad de las cosas, y todas ellas son únicas, eternas e inmutables.
La Teoría de la Participación
La relación entre el mundo de las Ideas y el sensible se explica con la Teoría de la Participación: los seres concretos y materiales del mundo sensible solo existen en tanto que participan, en diversos grados de perfección, en la Idea con la que se corresponden. Por ello, son múltiples y diversos, siendo unos mejores copias que otros de acuerdo con su mayor o menor grado de participación. Lo sensible, lo concreto, no es más que la realización múltiple y cambiante de las Ideas en la materia imperfecta.
Jerarquía de las Ideas y la Idea de Bien
El mundo de las Ideas es, por tanto, real y perfecto. Todas las Ideas se relacionan y coordinan, están jerarquizadas y organizadas relacionalmente. La jerarquía de las Ideas va de abajo a arriba, desde las ideas menos generales hasta las más abstractas (ideas de los seres sensibles, ideas matemáticas...).
La Idea de Bien es el fundamento ontológico, ya que de ella dependen la existencia, perfección y racionalidad de todas las demás Ideas. Igualmente, y con respecto a los seres sensibles, su 'bien' será su mayor participación en su Idea correspondiente, cumpliendo así su finalidad teleológica.
Epistemología Platónica: Doxa y Episteme
La Idea de Bien es también el fundamento epistemológico.
Tal y como señala el Mito de la Caverna, Platón distingue dos modos fundamentales de conocer:
- Doxa (u opinión): El falso conocimiento que proviene de la percepción sensible de los seres concretos o aparentes del mundo sensible.
- Episteme (o ciencia): El verdadero conocimiento de las Ideas trascendentes e inteligibles. Es el conocimiento de la verdadera realidad de las cosas, que pertenece al mundo de las Ideas y que se obtiene a través de la razón.
El Camino hacia el Conocimiento: Reminiscencia y Mayéutica
El ser humano puede llegar al conocimiento de la Episteme porque su alma racional, que es su esencia, preexistió en el mundo de las Ideas. Según el Mito del Carro Alado, el alma cayó al mundo terrenal y fue atrapada por la materia corporal, olvidando todas las Ideas que ya conocía.
Por ello, según la Teoría de la Reminiscencia platónica, conocer es recordar las Ideas que nuestra alma ya tenía pero ha olvidado: la verdad se recuerda, pero no se enseña.
El filósofo utiliza el método de la Mayéutica para ayudar a otros a recordar: un arte por el cual, mediante preguntas, se hace reflexionar al interlocutor, obligándole a recordar las Ideas que su alma ya conocía pero que había olvidado. De esta forma, surge el proceso dialéctico que sigue nuestra alma racional para conseguir el conocimiento de la Idea de Bien, momento en el que el conocimiento de las Ideas es perfecto.