El Plan Oculto de la Naturaleza: Los 9 Principios de Kant para la Historia Humana
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El Propósito de la Naturaleza en la Historia Humana según Immanuel Kant
Es innegable que las acciones humanas, a pesar del concepto de libertad de voluntad que poseemos, se hallan determinadas por las leyes generales de la Naturaleza. El filósofo Immanuel Kant se propuso tratar de descubrir la intención de la Naturaleza en el desarrollo de la historia humana y para ello establece nueve principios fundamentales.
Los Nueve Principios Kantianos
Principio 1: Desarrollo Completo de las Disposiciones Naturales
La Naturaleza es regular y actúa con todas las especies por igual, por lo que todas las disposiciones naturales están destinadas a desarrollarse en ellas de manera completa y adecuada a su fin.
Principio 2: La Razón como Guía Humana
En el hombre, la Naturaleza hace que sea su uso de la razón lo que se desarrolle. Para eso, busca que no actúe instintivamente, sino que progrese mediante el ejercicio y el aprendizaje.
Principio 3: El Mérito de la Propia Felicidad
La Naturaleza ha querido que el hombre sobrepase su existencia animal y su instinto, procurándose él mismo su propia felicidad a través del uso de la razón. Lo que intenta la Naturaleza con esto es que todo el mérito sea del individuo.
Principio 4: La Insociable Sociabilidad
El hombre tiene una gran tendencia a entrar en sociedad, porque en este estado siente el desarrollo de sus disposiciones naturales. Pero también tiene una cierta inclinación al aislamiento, que es lo que realmente despierta todas sus fuerzas y su ansia de honores y poder. Sin las características que le dan al hombre la insociabilidad, todos los talentos quedarían adormecidos en una sociedad en la que reinaría una satisfacción improductiva.
Principio 5: La Sociedad Civil y el Derecho
El mayor problema del género humano es su incapacidad de llegar a una sociedad civil que administre el derecho en general. Así, la creación de una constitución civil perfectamente justa sería la tarea suprema que la Naturaleza ha asignado a la especie humana, y esto solo se puede lograr en sociedad.
Principio 6: La Necesidad de un Señor
La Naturaleza se ve obligada a hacer el papel de señor con el hombre, ya que este, cuando vive con sus congéneres, es un animal que abusa de su libertad. Se le obliga a obedecer a una voluntad válida para todos y así cada cual puede ser libre.
Principio 7: El Orden Cosmopolita
Para la creación de una constitución civil perfecta, es imprescindible que la relación exterior entre los Estados sea correcta. La insociabilidad del hombre es, una vez más, la causa de que cada comunidad en sus relaciones exteriores se encuentre con una libertad sin trabas. Sin embargo, nuestra especie también se ve obligada a buscar una ley de equilibrio y un poder unificado entre los diversos Estados coexistentes y, por tanto, a introducir un Estado civil mundial de pública seguridad estatal que no carezca de peligros. Por eso somos excesivamente civilizados, aunque no por ello moralizados.
Principio 8: La Cultura como Motor de Poder
En la actualidad, los Estados tienen una relación tan delicada entre sí que ninguno puede perder su cultura interior sin que eso suponga la pérdida de su poder e influencia sobre los demás. El que cada Estado mantenga su cultura interior es otro fin por el que lucha la Naturaleza.
Principio 9: Una Historia con Propósito Filosófico
Debemos pensar en el plan que la Naturaleza tiene trazado para la especie humana y así tratar de construir la historia universal, lo cual no implicaría el rechazo de la historia propiamente dicha, sino una nueva forma de interpretarla.