El Placer de la Belleza: Coleccionismo Artístico del Renacimiento al Barroco
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Este tema aborda el coleccionismo en el Renacimiento y Manierismo, explorando los diferentes tipos de colecciones y el gusto por la rareza. Continúa con el coleccionismo en el Barroco, destacando el papel de monarquías, aristocracia y burguesía.
El Coleccionismo en el Renacimiento
Se recupera la memoria histórica, escrita y material, impulsando el comercio de antigüedades, la herencia, etc. Se inicia una excavación frenética; Florencia, por ejemplo, encuentra su raíz en el arte Etrusco.
El Conservacionismo
- Las primeras medidas conservacionistas se dan en Roma en 1162, con un edicto que protegía la Columna de Trajano.
- Los propios artistas protegen bienes artísticos antiguos para dibujarlos o copiarlos, con fines prácticos y pedagógicos.
- Ejemplo: Squarcione (s. XV), que obtuvo restos, así su alumno Mantegna (1431-1506) empleó en sus pinturas muchísimas referencias a camafeos o joyas.
- Desde los siglos XIII y XIV, tres personas destacaron en epigrafía (lectura de las inscripciones) y conservaron restos para su estudio:
- Cola di Rienzo
- Petrarca
- Boccaccio
- También se conservan piezas con la intención de admirar su belleza. Se volvió a la idea de arte público con jardines, como los del Vaticano, con entrada permitida.
- Poggio Bracciolini conservó piezas literarias copiándolas.
Grandes Coleccionistas Renacentistas
Se coleccionaban piezas grandes y pequeñas; existía un mercadeo. Los grandes coleccionistas fueron:
- El Vaticano: Con su jardín Belvedere. Julio II, papa de Miguel Ángel, fue un coleccionista y amante del arte. Antes de ser Papa poseía el Apoxiomeno y encontró el Laocoonte en 1506. Gracias al descubrimiento de esta obra retorcida, nace el Manierismo, un arte críptico.
- Federico de Montefeltro, Duque de Urbino (1416-92): Creó el Studiolo en 1476, un lugar donde pensar, reflexionar y leer. Había dos filas de representaciones de personajes célebres para él, realizados por los artistas Piero della Francesca, Justo de Gante y Pedro Berruguete. Es una pequeña sala; abajo hay un friso en el que se representan muebles de madera, instrumentos musicales, instrumentos científicos, etc.
En el siglo XVI, de manera similar, se creó el museo Joviano de Paolo Giovio, que reunió una galería de sabios, poetas y políticos, vivos y muertos. No importaba tanto la calidad como la veracidad.
El Palazzo Giardino también tenía una galería con relieves de la antigüedad, a la cual se le llamó anticuario. También había más galerías, con pinturas al fresco de temática mitológica, de césares, etc. También un studiolo.
Florencia siempre quiso diferenciarse. Cosme el Viejo obtenía objetos artísticos en su palacio Medici. Los Medici comenzaron a atesorar todo tipo de objetos, asesorados por Donatello.
Un ejemplo es La Quimera de Arezzo, de la que no se sabía realmente si era etrusca. Cosme (s. XVI) poseía múltiples piezas etruscas, aunque pensaba que eran griegas. Sus posesiones iban en aumento. El Corredor Vasari en la galería de los Uffizi, primero destinado a albergar instalaciones administrativas de Florencia, acabó siendo el embrión de un museo. También creó un pasadizo que unía la galería Uffizi con el Palacio Pitti.
Francisco I de Medici, heredero de Cosme, creó la famosa Tribuna que cerraba el extremo del Corredor Vasari de forma semicircular, llena de cuadros y esculturas, sus obras preferidas. También tenía una sala de naturaleza con animales disecados, una galería de estatuas y otra de retratos de hombres ilustres.
Segunda mitad del siglo XVI: El Castillo de Ambrás, en Innsbruck, tenía varias salas dedicadas al coleccionismo: arte con pinturas y esculturas, orfebrería, una Wunderkammer (cámara de las maravillas), un museo de historia, una sala de armas, etc.
Rodolfo II de Praga fue un buscador de curiosidades, también interesado en los estudios botánicos de Durero. Era un apasionado de Brueghel el Viejo, la Gema Augustea y Arcimboldo.
El Coleccionismo en el Barroco
La Aparición de la Burguesía Coleccionista
En el siglo XVII hace aparición una nueva clase social coleccionista: la burguesía. Comienza en los países del Norte e Inglaterra, y no es apenas visible en las monarquías absolutistas. Holanda tiene un comercio artístico y público importante, ejemplificado en la "Bolsa de Ámsterdam", donde se realizaban compras.
El Mercado del Arte y los Intermediarios
Había intermediarios en contacto entre comprador y vendedor. Los artistas también hacían de intermediarios, como Velázquez para Felipe IV.
Coleccionismo Aristocrático y Monárquico
María de Medici (s. XVII), reina consorte de Francia, atesoraba grandes colecciones de arte de la época. A su muerte, el cardenal Mazarino, sucesor de Richelieu, hizo construir una galería para todas sus estatuas.