Pintura Románica: Características, Técnicas y Temática Esencial

Pintura Románica: Estética y Características

La pintura románica se distingue por las siguientes características estéticas:

• Linealismo: Fuertes contornos marcan las siluetas de las figuras, y los colores se separan por trazos negros.
• Perspectivas mentales: Son esencialmente inversas, abatidas y yuxtapuestas, priorizando el significado sobre la representación realista del espacio.
• Cromatismo plano: Los colores aplicados eran puros, sin gamas ni matices, buscando un impacto visual directo y simbólico.

Pintura Mural: Técnica del Fresco

La técnica predominante en la pintura mural románica era la del fresco, que se realizaba en los siguientes pasos:

1. Preparación: Se aplicaba una capa de enfoscado y, sobre esta, otra de enlucido, preparando la superficie del muro.
2. Imprimación: Consistía en el alisamiento cuidadoso de las capas anteriores para obtener una base uniforme.
3. Estarcido: Las líneas fundamentales del dibujo se trasladaban a la pared soplando polvo de carbón sobre un diseño agujereado, previamente colocado en el muro.
4. Aplicación del color: Se utilizaba la técnica del temple, la cual emplea el huevo como aglutinante y cola para la fijación de los pigmentos.

Finalidad y Temática de la Pintura Románica

Finalidad

La pintura románica tenía una doble finalidad: decorar los austeros y oscuros interiores de las iglesias y, fundamentalmente, enseñar al fiel por medio de la vista, adoctrinándole y mostrando ejemplos bíblicos o de vidas de santos.

Temática Principal

La temática central giraba en torno a las manifestaciones de la divinidad, generalmente ubicadas en lo alto de los ábsides o en las cúpulas, y compuestas por uno o varios de los siguientes conjuntos iconográficos:

• Dios Padre: Representado a menudo como la Dextera Domini (Mano de Dios), dentro de un clípeo o surgiendo de las nubes.
• Dios Hijo: El Pantocrátor, Cristo sedente en un trono, bendiciendo y con el Libro de la Vida, enmarcado dentro de la mandorla o resplandor de su divinidad, y flanqueado por el Tetramorfos (símbolos de los evangelistas).
• Dios Espíritu Santo: Simbolizado por una paloma blanca de alas desplegadas que desciende del firmamento.
• Virgen María: Portando al Niño en sus brazos y también dentro de la mandorla o resplandor de su divinidad. En ocasiones, aparece rodeada por los Reyes Magos, en alusión a la Epifanía o al universalismo de Cristo.
• Testificaciones: Ubicadas bajo las manifestaciones divinas, consistían en figuras de santos y profetas que daban fe de la divinidad.
• Narraciones: Relatos docentes colocados a lo largo de los muros, a veces muy extensos, donde se contaban episodios del Antiguo Testamento, del Nuevo Testamento o vidas ejemplarizantes de santos.

Corrientes Pictóricas Románicas

Corriente Pictórica Italiana

En Italia, estas grandes pinturas incorporaron bases paleocristianas por influencia de los mosaicos bizantinos. Esta influencia se aprecia en los ricos atuendos que visten las figuras, las cuales están destacadas, a su vez, sobre fondos azules. Los fondos de color celeste creaban ambientes de espiritualidad y exaltaban los temas expuestos. Las pinturas tenían un marcado fin didáctico. Esta corriente se extendió por Italia y, más tarde, por el resto de Europa.

Corriente Pictórica Francesa

En los frescos de la escuela franco-románica, se utilizaba una técnica, estética, finalidad y temática similares a la corriente itálica. Sin embargo, la influencia bizantina en los ropajes se cambió aquí por una absoluta austeridad. Además, los fondos se sustituyeron por colores ocres, pardos y marrones, diferenciándose de los azules italianos.