La Pintura Gótica: Innovación y Realismo en la Baja Edad Media

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La Pintura Gótica

Contexto Histórico

El estilo Gótico se desarrolla entre mediados del siglo XII y el siglo XV, coincidiendo con la Baja Edad Media. Este período contempla una serie de importantes cambios y transformaciones en la vida civil, económica y religiosa: la pujanza económica de la burguesía, el renacer urbano, una tímida secularización, un mayor interés por el ser humano y la naturaleza, el surgimiento de las órdenes mendicantes y el nacimiento de las universidades, entre otros.

El Gótico, a diferencia del Románico, será esencialmente un estilo urbano que potenciaría el realismo y el naturalismo.

La Pintura en el Gótico

La arquitectura gótica, al sustituir los muros por amplios ventanales, redujo los espacios para la pintura mural, que solo mantuvo su importancia en Italia. En el resto de Europa se impuso la pintura sobre tabla de madera en forma de retablos dispuestos sobre el altar, que podían ser fijos o móviles. Los retablos estaban formados por varias tablas, pudiéndose cerrar las laterales.

Pero la mayor revolución pictórica vendrá con la nueva técnica del óleo, difundida por los pintores flamencos que utilizarían el aceite como aglutinante.

Características de la Pintura Gótica

  • Los pintores góticos se inspiran en la realidad y la naturaleza, por lo que se interesan por la representación del espacio, la anatomía y la luz.
  • Mayor aproximación a la representación de los personajes religiosos (santos, ángeles, la Virgen María…), en un plano más humano que divino, con una mayor expresividad y rompiendo con el hieratismo y el frontalismo de la pintura románica.
  • Aparecen nuevos temas, como los paisajes, que sustituyen a los fondos lisos y que se emplean para dar un mayor realismo a las escenas; los retratos, al principio de los donantes de los cuadros, pero luego va adquiriendo mayor importancia el retrato del aspecto físico y de los sentimientos de los individuos; las naturalezas muertas o bodegones, con un gran cuidado de los objetos.
  • La pintura experimenta un gran florecimiento como arte, destacando sobre todo dos corrientes, tendencias o escuelas: la pintura italo-gótica y la pintura flamenca.

La Pintura Flamenca

En Flandes (Bélgica), se creó una escuela de pintura gótica en el siglo XV (“los primitivos flamencos”), precisamente en una región rica por su burguesía comercial, que se convertiría en una importante clientela de los artistas. La pintura flamenca es fundamental por dos innovaciones básicas: el empleo de la técnica del óleo y la minuciosidad de sus pinturas.

La mayor parte de los cuadros flamencos tienen como clientes a la Iglesia, junto a individuos laicos, siendo el destino de muchas de las pinturas las casas de los burgueses o las sedes de los gremios. Se trataba de pinturas de pequeñas dimensiones, pensadas para ser colgadas en las casas o de mayores proporciones las destinadas a las iglesias y locales de los artesanos. En cuanto a los temas representados, se trataba de agradar a los gustos del cliente. Así, los prósperos y orgullosos burgueses tenían casas de acuerdo con su riqueza, muy amuebladas, cómodas y decoradas con cuadros que representaban su estilo de vida e imágenes de Flandes.

Innovaciones de la Pintura Flamenca

Los pintores flamencos aportaron al arte una serie de innovaciones fundamentales. Entre los rasgos a destacar de esta escuela pictórica destacan:

  • El pequeño tamaño de los cuadros (pensados para casas particulares).
  • La minuciosidad y el realismo de los objetos y de las personas (de acuerdo con el gusto práctico y nada fantasioso de los burgueses de la época).
  • El cuidado de los fondos, creando una atmósfera muy real.
  • La importancia del paisaje (con mucha tierra y poco cielo), un precedente de la pintura renacentista.
  • Las ropajes acartonadas y con pliegues grandes y casi geométricos.
  • Los temas predominantemente religiosos, pero desde el punto de vista burgués.
  • La importancia de los elementos simbólicos (colores y objetos como alegorías de ideas y mensajes).
  • El empleo de la perspectiva para alcanzar el efecto de la profundidad.

Por otra parte, los pintores emplean como soporte la madera o tabla (los cuadros o tablas flamencas), utilizando como novedosa técnica el óleo, no inventado ahora, pero que se aplica en Flandes con una destreza y finura increíbles, obteniendo una mayor riqueza cromática, al tiempo que potencian el brillo de las tonalidades. Esto permite pintar temas con una enorme minuciosidad y aumentar la sensación de realidad. Además, el óleo permitía un trabajo más rápido, con un resultado en el que destacaban los brillos y las veladuras, y con la posibilidad de retoques (“arrepentimientos”) frente a la técnica del temple.

Conclusión

En resumen, la pintura flamenca es fundamental por dos innovaciones básicas: el empleo de la técnica del óleo y la minuciosidad de sus pinturas.

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