Pintura Barroca Española: Maestros y Obras del Siglo de Oro
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Pintura Barroca Española
La pintura Barroca española se desarrolló entre los siglos XVII y XVIII. En esta época existió una gran demanda de cuadros de altar, los cuales se realizaban sobre lienzo, así como decoración al fresco en el interior de los templos. A pesar del triunfo de la Contrarreforma y de la crisis del Imperio Español, el siglo XVII supuso un gran crecimiento cultural, por ello se denomina el Siglo de Oro, dado el gran desarrollo en pintura y literatura.
La abundancia de obras sobre lienzo y muros al fresco explica el gran número de pintores de los que conservamos innumerables obras.
Características de la Pintura Barroca Española
Predominó fundamentalmente la pintura religiosa, aunque también abordó temas mitológicos en muchas ocasiones. La pintura de bodegones con sentido simbólico fue más escasa que en otros países.
Como se menciona anteriormente, predomina la pintura al óleo sobre lienzo y también se observa abundancia de naturalismo y realismo en los cuadros de esta época. El realismo fue muy común en el Barroco; fue empleado por grandes artistas, quienes fueron grandes maestros de la composición escénica donde la luz y la perspectiva aérea conocieron un gran desarrollo.
Principales Artistas del Barroco Español
José de Ribera
Destaca José de Ribera, quien, influido por Caravaggio, llevó su realismo e iluminación hasta sus últimas consecuencias. Su naturalismo fue tan intenso que pasó al realismo, pintando con minuciosidad de detalles tales como la piel y las arrugas de sus personajes, las diferentes texturas, etc. A partir de 1630, los colores que empleó se aclararon, realizando obras más luminosas, aunque bajo los mismos principios. Muchas de sus obras destacan por su intenso dramatismo, propio del Barroco. Entre estas se pueden citar:
- El sueño de Jacob
- El patizambo
- Martirio de San Felipe
Diego Velázquez
Por otra parte, Diego Velázquez, uno de los artistas más importantes de la historia del arte, se diferenció de otros autores del Barroco dada la singularidad de su obra. Sus primeras composiciones fueron sencillas y marcadamente tenebristas; esto se debe a la gran influencia de la escuela sevillana. Concedió gran importancia a la naturaleza muerta y a la individualización de los personajes, como en Vieja friendo huevos.
Trasladado a Madrid, fue nombrado pintor del rey. Realizó numerosos retratos oficiales a lo largo de su vida. En esta etapa, su paleta se aclaró y desapareció el tenebrismo anterior, como se puede apreciar en Los borrachos.
En su viaje a Italia, pintó La fragua de Vulcano, obra que representa un tema mitológico presentado casi como un cuadro costumbrista. Tras su vuelta, pintó su más importante obra religiosa, El Cristo de San Plácido.
También le encargaron dirigir la decoración del Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro. Él mismo realizó los retratos de la corte real y Las lanzas.
Hacia 1638, realizó una serie de ocho bufones, captados con gran verismo, como se refleja en El niño de Vallecas. Los años siguientes, volvió a Italia; allí pintó su Venus del espejo y el retrato del Papa Inocencio X. Su regreso marcó su última etapa, de auténtica culminación de su obra; en esta destacan Las Meninas y Las hilanderas. Fueron muy característicos de Velázquez sus grandes composiciones y gran perspectiva aérea.
Francisco de Zurbarán
Francisco de Zurbarán supuso un caso particular dentro del panorama del Barroco hispánico. Su estilo careció de la complejidad compositiva de los demás pintores; su pintura es realista, aunque, como se puede observar, su obra se enfocó más en los aspectos generales que en la minuciosidad del detalle, utilizando la técnica del claroscuro muy acentuado para destacar más el volumen, como por ejemplo en el Bodegón con cacharros.
Su obra era propia del Barroco, con una temática religiosa. Destacan obras tales como La aparición de San Pedro y sus características representaciones de santas vestidas como damas o campesinas de la época, como Santa Margarita. También cabe destacar la serie de los Trabajos de Hércules y su conocido Bodegón, que contrasta por su austeridad en comparación con los muy ostentosos que realizaron numerosos pintores españoles.
Otros Pintores Destacados
También destacan autores como Bartolomé Esteban Murillo, con La Sagrada Familia del pajarito y sus famosas Inmaculadas, y Juan de Valdés Leal, con Finis Gloriae Mundi o In Ictu Oculi (Memento Mori).