Los Pilares de la Fe Cristiana: Amor, Esperanza y Caridad Explicados
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¿Qué Significa ser Cristiano?
Ser cristiano, identificarse como “creyente”, supone un encuentro personal con Jesús de Nazaret. La fe es el primero de los tres componentes fundamentales en la identidad de los seguidores de Jesús. Esta fe se manifiesta en tres dimensiones:
- Credere Deum: Creer que Dios existe.
- Credere Deo: Creer a Cristo, confiar en su palabra.
- Credere in Deum: Creer en Cristo, entregarse a Él.
La esperanza y la caridad (el amor) son los otros dos pilares fundamentales.
La Fe y las Creencias: Comprendiendo la Diferencia
Definición de Fe y Creencias
Es fundamental distinguir entre fe y creencias:
- Fe: Es la adhesión personal a alguien en quien confiamos por su modo de tratarnos. Supone una relación personal.
- Creencias: Son la adhesión a un conjunto de valores o principios que la persona acepta como verdad para su vida. Pertenecen al ámbito del conocimiento.
El Verbo "Creer" y sus Matices
El uso del verbo "creer" nos ayuda a entender esta distinción:
- Creer algo (sin preposición): Se refiere a las creencias, a aceptar ciertas verdades ("creer que").
- Creer a o en alguien (con preposición): Implica una confianza personal. Desde el punto de vista de la fe cristiana, solo se puede "creer en Dios" de forma incondicional, ya que ningún ser humano merece ese nivel de entrega absoluta.
- Singular vs. Plural: Para marcar la diferencia, se utiliza "fe" en singular para la relación personal con Dios, y "creencias" en plural para designar el conjunto de verdades que se aceptan.
El Nacimiento a la Vida de Fe
Tres Caminos hacia la Fe
Se puede llegar a la fe de tres maneras principales:
- De manera repentina: Una conversión súbita, como la de San Pablo.
- Mediante un proceso gradual y consciente: Un camino de búsqueda y descubrimiento, como el de San Agustín.
- De forma gradual e inconsciente: A través de experiencias vitales que transforman a la persona sin que esta sea plenamente consciente del proceso en el momento.
El Bautismo: El Segundo Nacimiento
El Bautismo es el sacramento que simboliza el nacimiento a la fe. En los inicios del cristianismo, los adultos eran bautizados por inmersión en agua. Este acto incluía una renuncia al mal y una profesión de fe, ilustrando la "muerte" de la persona antigua y el surgimiento de una nueva criatura.
La fe es, en esencia, un segundo nacimiento, tal como Jesús le dijo a Nicodemo: “El que no nazca de nuevo no puede ver el Reino de Dios”.
La práctica del bautismo infantil se justifica en que proporciona una educación en valores cristianos desde el principio, dejando siempre abierta la posibilidad de que la persona, más adelante, decida conscientemente si desea continuar en ese camino.
Las Dimensiones del Amor: Eros, Philia y Agapé
El amor es un concepto complejo con varias dimensiones:
- Eros: No se limita al deseo sexual inmediato o la unión corporal. Representa también el deseo ilimitado del ser humano de trascender este mundo hacia un nivel de plenitud.
- Philia: Se traduce como amistad y es el amor presente en las relaciones entre personas, como el afecto entre vecinos o familiares.
- Agapé: Es el amor desinteresado y creador, aquel que se entrega y ofrece la vida por los demás. Es el tipo de amor que Dios derrama en nuestros corazones.
En el corazón humano coexisten tanto el eros como el agapé. Si solo tuviéramos eros, amaríamos únicamente para enriquecernos a nosotros mismos a través del otro. El agapé puro solo se encuentra en Dios.
Características del Verdadero Amor
Según las Escrituras (1 Corintios 13), el verdadero amor se define por las siguientes cualidades:
- Es sufrido y benigno.
- No tiene envidia.
- No es jactancioso ni se envanece.
- No hace nada indebido.
- No busca su propio interés.
- No guarda rencor.
- No se goza de la injusticia.
Las Obras de Misericordia: La Fe en Acción
Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales.
Obras de Misericordia Corporales
- Visitar a los enfermos.
- Dar de comer al hambriento.
- Dar de beber al sediento.
- Dar posada al peregrino.
- Vestir al desnudo.
- Visitar a los presos.
- Enterrar a los difuntos.
Obras de Misericordia Espirituales
- Enseñar al que no sabe.
- Dar buen consejo al que lo necesita.
- Corregir al que se equivoca.
- Perdonar al que nos ofende.
- Consolar al triste.
- Sufrir con paciencia los defectos del prójimo.
- Rezar a Dios por los vivos y por los difuntos.
Las Tres Virtudes Teologales: Fe, Esperanza y Caridad
Las virtudes teologales son el fundamento de la vida cristiana, infundidas por Dios en el alma para hacernos capaces de obrar como hijos suyos y merecer la vida eterna.
Fe
La fe es la virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha dicho y revelado, y que la Santa Iglesia nos propone, porque Él es la verdad misma. Por la fe, “el hombre se entrega entera y libremente a Dios”. El discípulo de Cristo no debe sólo guardar la fe y vivir de ella, sino también profesarla, testimoniarla con firmeza y difundirla. El servicio y el testimonio de la fe son requeridos para la salvación:
“Todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos”.
Esperanza
La esperanza es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos no en nuestras fuerzas, sino en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo. La virtud de la esperanza corresponde al anhelo de felicidad puesto por Dios en el corazón de todo hombre; asume las esperanzas que inspiran las actividades de los hombres y las purifica para ordenarlas al Reino de los cielos.
Caridad
La caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios. El deseo de amar a Dios indica la voluntad verdadera de conocerlo y nuestra entrega total conforme al mandamiento de Cristo. Jesús hace de la caridad el mandamiento nuevo: “Amaos unos a otros como yo os he amado”, que resume el deber de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.