Pilares de la Fe Católica: La Eucaristía y la Doctrina Mariana
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La Eucaristía: Corazón de la Fe Católica
En este apartado nos centramos en la celebración del misterio más grande que tenemos en la tierra: la Santa Misa, que es la celebración del mismo sacrificio redentor de Cristo en la Cruz para la salvación de la humanidad.
La Eucaristía: Definición y Fundamentos
Definición de Sacramento
Un sacramento es un “signo sensible instituido por Cristo para darnos su gracia”.
- Signo sensible: El pan y el vino que, en virtud de las palabras de la consagración, se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
- Instituido por Cristo: Establecido por Jesús en la Última Cena.
- Para darnos su gracia: Posee la virtud de comunicar la vida sobrenatural (Jn 6, 58).
La Eucaristía como Memorial de la Pascua
La Eucaristía como Sacrificio
La Eucaristía es el memorial del sacrificio de Cristo en la Cruz; se trata del mismo sacrificio, hecho presente de manera misteriosa. Por lo tanto, los fines de la celebración eucarística son los mismos que los del sacrificio de Cristo en la Cruz:
- Fin latréutico: Glorificación de Dios. Ejemplos: “Gloria a Dios en el cielo...”, “Santo, Santo, Santo es el Señor...”
- Fin eucarístico: Acción de gracias. Ejemplo: “darte gracias siempre y en todo lugar...”
- Fin propiciatorio: Reparación de los pecados.
- Fin impetratorio: Ofrece su vida al Padre e intercede por nosotros. Ejemplos: “Yo confieso...”, “Señor, ten piedad...”
Los Frutos de la Misa
Se puede considerar el fruto de la Misa desde diversas perspectivas:
- Fruto general: Alcanza a toda la Iglesia.
- Fruto particular: Por parte del sacerdote, a una determinada intención.
- Fruto especial: Se desprende de la participación de los fieles.
La Eucaristía como Comunión
La Encarnación supone una forma nueva de entender la comunión: Jesucristo, compartiendo una naturaleza común a los hombres, concede participar en su naturaleza divina. La comunión significa comer y beber el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Para la comunión sacramental es preciso que el fiel no tenga conciencia de pecado mortal, y si lo ha cometido, debe confesarse sacramentalmente, sin que baste la mera contrición perfecta.
La Eucaristía como Presencia Real
En el momento de la consagración ocurre la transubstanciación, es decir, un cambio en la sustancia del pan y del vino, que se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Acerca de la Santísima Virgen María
Relación de la Virgen María con la Santísima Trinidad
- Es Hija de Dios Padre: Como nosotros al recibir la gracia del Bautismo.
- Es Madre de Dios Hijo: Jesucristo, nuestro Señor, tomó nuestra condición humana en el seno purísimo de la Santísima Virgen.
- Es Esposa y Templo del Espíritu Santo: Es santificada por la acción del Espíritu Santo.
Dogmas de Fe Marianos
Verdades de fe que confesamos sobre la Virgen María:
Maternidad Divina
Afirmamos que María es verdaderamente la Madre de Dios, pues es Madre de Jesús, y Jesús es el Hijo de Dios cuya Persona es divina. Por lo tanto, al ser Madre de Jesús, María es Madre de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad y, consecuentemente, Madre de Dios. La herejía de Nestorio consideraba que María era madre de Cristo en cuanto a su naturaleza humana y, por lo tanto, no era madre de Dios. Su problema fue no comprender adecuadamente quién es Cristo. Esta herejía fue condenada en el Concilio de Éfeso en el siglo V.
Virginidad Perpetua
La Iglesia confiesa que Cristo fue concebido virginalmente. Y fue Virgen antes, durante y después del parto. Nuestro patrón de Toledo, San Ildefonso, siempre defendió la virginidad perpetua de la Virgen frente a aquellos que la ponían en duda.
Inmaculada Concepción
María es la mujer “sin mancha”, por eso es la Inmaculada. Fue preservada de todo pecado, incluso del pecado original. Ella es la “llena de gracia” desde el momento de su concepción y después durante toda su vida, pues nunca cometió pecado. Este dogma fue definido en 1854 por Pío IX. El sentido de este dogma se advierte ante todo por la colaboración de María con Cristo como nueva Eva, enemistada desde el principio con el demonio.
Asunción en Cuerpo y Alma a los Cielos
Esta verdad de fe nos dice que, como María no cometió ningún pecado (Inmaculada), su cuerpo no conoció las consecuencias del mismo: la muerte. Por tanto, su cuerpo no fue corrompido, sino que, tras su paso por esta vida terrenal, subió a los cielos en cuerpo y alma. Se entiende por Asunción su glorificación en cuerpo y alma, lo que supone un cambio de estado y no una mera traslación local. Esta verdad de fe fue definida por Pío XII en el año 1950.