Piedra Natural en Construcción: Extracción, Labra y Acabado Esencial
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Tipos de Aparejo y Mampostería
La mampostería es una técnica constructiva que utiliza piedras sin labrar o con labra mínima. Se distinguen principalmente los siguientes tipos:
- Mampostería en seco: No utiliza mortero, las piedras se ajustan por su forma.
- Mampostería ordinaria: Emplea mortero para unir las piezas.
- Mampostería careada concertada: Las caras vistas de las piedras están labradas para un ajuste más preciso y estético.
Tipos de Piedras Naturales Utilizadas
Las piedras naturales empleadas en construcción y decoración incluyen una amplia variedad, clasificadas por sus características geológicas y propiedades:
- Mármoles, calizas marmóreas y similares: Rocas metamórficas o sedimentarias, apreciadas por su belleza y pulido.
- Granitos y similares: Rocas ígneas, conocidas por su dureza y durabilidad.
- Pizarras: Rocas metamórficas, utilizadas por su facilidad de laminación.
- Otras piedras: Incluyen areniscas, cuarcitas, alabastros, entre otras, cada una con propiedades específicas para distintos usos.
Métodos de Extracción de Piedra
Para la separación de grandes bloques de piedra en las canteras, se emplean principalmente dos procedimientos:
Método de las Rozas
Consiste en realizar cortes o "rozas" en la roca, introduciendo cuñas de hierro en las fisuras para separar los bloques. Este método es más lento pero permite obtener piezas de mayor tamaño y con menos fracturas internas.
Método de los Barrenos
Consiste en efectuar agujeros cilíndricos (barrenos) en la roca, que luego se rellenan con explosivos o agentes expansivos para fracturar y separar los bloques. Es un método más rápido y eficiente para grandes volúmenes.
Explotación Subterránea
Si las canteras están ubicadas a gran profundidad, sería antieconómico descubrirlas para trabajar a cielo abierto. Por ello, se realizan galerías subterráneas cuyos techos son sostenidos por pilares de la misma piedra o por mampostería, permitiendo la extracción en entornos controlados.
Labra y Acabado de la Piedra
Las diversas operaciones para dar forma y acabado a la piedra se engloban bajo el nombre de labra de la piedra. No todas estas operaciones se realizan siempre en una misma pieza, ya que dependen del uso final al que se destinen. Estas operaciones son las siguientes:
Corte
Se realiza a pie de cantera para evitar bloques excesivamente grandes y de difícil transporte. Permite obtener piezas de un tamaño manejable para las siguientes etapas.
Desbaste
Para dar a las piezas unas dimensiones aproximadas a su perfil definitivo, se procede al desbaste, ya que la forma conseguida en la operación anterior es irregular. Se elimina el material sobrante de forma gruesa.
Acabado o Labra Fina
Abarca una serie de operaciones realizadas con mayor esmero y precisión según avanza el trabajo, hasta dar a la piedra el tamaño y la forma deseada y definitiva antes de su colocación en obra. Dependiendo del grado de perfección buscado, la labra será basta o tosca, mediana o fina, en función del estilo y la calidad de la obra. Se utilizan diversas herramientas como cinceles lisos o dentados, escodas, almádenas, bujardas y martillos neumáticos.
Talla
Le da un aspecto exterior totalmente acabado. Cuando el acabado debe tener un nivel exigente, se efectúan una serie de operaciones denominadas talla, por medio de diversas herramientas como punteros, cinceles, gubias, bujardas o, más modernamente, punteros eléctricos o discos de pulir.
Normalmente, la piedra de sillería se encuentra aquí terminada, pero en aplacados y pavimentos, es necesario pulirla para un menor ataque químico y una mayor durabilidad.
Pulido
Se realiza en los casos citados o en piedras decorativas. Consiste en desgastar la superficie, dejándola perfectamente lisa, aunque sin brillo. Para poder pulir la piedra, debe ser dura, de grano fino y homogénea. Las mejores son los mármoles, granitos y algunas calizas. Se realiza con abrasivos frotando la superficie, primero con productos blandos y luego más duros y de grano más fino, pero siempre de mayor dureza que la piedra a pulir. Se realiza a máquina mediante discos a gran velocidad. En el pulido de mármoles se utiliza el asperón o piedra pómez, y en los granitos, esmeril o carborundum.
Bruñido
Se realiza para quitar las rayas producidas por los abrasivos y dar brillo superficial. Se lleva a cabo con discos de esparto, agua y blanco de España, trípoli o polvo de azufre.
Previamente a estas operaciones de acabado, las piezas son sometidas al curado o cerrado de poros con un "mástic" o cola. Actualmente, se utilizan resinas sintéticas de curado rápido con polvo de la misma piedra para mejorar la resistencia y el acabado final.