El Petrarquismo: Influencia y Características
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Contexto Histórico y Literario
En Italia surge el Petrarquismo, un movimiento literario que tiene sus raíces en la corte. Los poetas cortesanos eran figuras importantes en la cultura de la época. Tras la muerte de Petrarca, su obra, el Canzionere, se convirtió en objeto de admiración e imitación en toda Europa. Estos poetas se centraban en el ingenio, buscando la sorpresa y el golpe de efecto en sus composiciones.
La poesía de Petrarca presenta elementos relacionados con la vida cortesana y se conecta con la estética del Barroco: ingenio, gusto por la anécdota y la artificiosidad. Además de la literatura en italiano, existían poetas cortesanos que escribían en latín.
El Petrarquismo ofreció a las cortes italianas y europeas un lenguaje lírico común, un sustrato compartido de ideas y fórmulas poéticas. También contribuyó a la consolidación y dignificación de las lenguas nacionales.
En la poesía del Siglo de Oro español, muchos autores se adherían a las normas establecidas de la época, lo que limitaba la crítica y la reflexión, aspectos que se desarrollarían más adelante en el siglo XVIII.
Petrarca y su Obra
Petrarca buscaba la sabiduría en las fuentes antiguas, como Cicerón. El Petrarquismo, en línea con el espíritu renacentista, se caracterizó por la recuperación de los textos clásicos. Petrarca aspiraba a ser un gran escritor, un “señor de tinta y papel”, cuya vida fuera su obra. Propuso un modelo de escritura poética que se alejaba del mero entretenimiento y se centraba en la seriedad y la profundidad.
El Canzionere es una obra compleja que combina elementos de poesía, romance y relato, sin seguir una estructura lineal. Para Petrarca, el italiano era una forma de latín, lo que refleja la importancia que aún se le daba a la lengua clásica.
Petrarca no solo se dedicó a la filología, sino que también quiso ser un creador literario y convertirse en un gran poeta latino. A pesar de que inicialmente estudió derecho, como su padre, se dedicó a la retórica.
Influencias y Contrastes
Dante fue una figura clave en la consolidación de la lengua italiana. Petrarca lo admiraba, pero le criticaba el haber escrito la Divina Comedia en italiano, considerando que una obra tan importante debía estar escrita en la lengua de la cultura, el latín.
Boccaccio, por otro lado, compartía la visión de Dante y buscaba llegar al pueblo con su obra. Petrarca reflexionaba sobre la literatura en general, pero no se centraba tanto en la literatura italiana.
En esta época, escribir en lenguas vernáculas comenzó a ser más aceptado, aunque el latín seguía siendo importante, algo que Petrarca valoraba.
El Canzionere y su Legado
El Canzionere marcó un cambio en la poesía, alejándose de la tradición provenzal, trovadoresca y carolingia de la Edad Media. Es una colección de poemas que fueron organizados y estructurados después de la muerte de Laura, la musa de Petrarca, a la que dedica gran parte de su obra.
Comprender a Petrarca es fundamental para entender la literatura del Siglo de Oro. La figura del hombre renacentista dio paso al cortesano, que debía saber leer, escribir y luchar. Surgieron así los “poetas soldados”.
La lírica castellana se inspiró en la lírica italiana de Petrarca y su Canzionere. La herencia petrarquista se fusionó con otras tradiciones, como la poesía cancioneril castellana y la poesía de Ausiás March en Valencia.
Concepción del Amor en el Petrarquismo
Los poetas petrarquistas escribían sobre un amor infeliz, caracterizado por la falta de correspondencia de la dama, la ausencia de la mujer, la nostalgia y, en algunos casos, la muerte de la amada (un tema menos frecuente en la poesía española, con la excepción de Garcilaso de la Vega).
Laura, la musa de Petrarca, nunca correspondió a su amor, lo que le causaba sufrimiento, pero también una extraña felicidad. Esta dualidad del sentimiento, una “confusa satisfacción”, proviene de la tradición medieval del amor cortés.
La amargura del amor se convierte en dulzura, y la servidumbre a la amada en libertad. La esperanza del enamorado es a la vez su temor, y su derrota se transforma en una victoria, un “fracaso glorioso”.
En algunos poemas, la amada aparece en los sueños del poeta con una actitud comprensiva y amorosa, contrastando con su frialdad en la realidad. Estos poemas de sueño incluyen besos e incluso orgasmos, que reflejan la frustración amorosa y la erótica del poeta petrarquista.