Perspectiva Narrativa en Plenilunio: Un Estudio del Narrador Omnisciente
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Perspectiva Narrativa en Plenilunio
El Narrador Omnisciente en Tercera Persona
En la novela Plenilunio, de Antonio Muñoz Molina, predomina un narrador omnisciente que se expresa fundamentalmente en tercera persona. Este narrador no se limita a describir objetivamente los hechos como un simple observador, sino que también nos revela los pensamientos, sentimientos y recuerdos de los personajes. De este modo, el lector accede a la mente del inspector mientras recorre la ciudad en busca de la mirada del asesino, así como a las obsesiones del propio criminal.
Sin embargo, este narrador omnisciente se focaliza en un solo personaje a la vez, siguiéndolo desde su interior. No ofrece una visión panorámica que abarque a todos los personajes simultáneamente, ni anticipa acontecimientos o emite juicios de valor. Su función se limita a transmitir en tercera persona las acciones y emociones de los personajes, sin juzgarlos.
El Narrador Extradiegético
En cuanto a su participación en la trama, se trata de un narrador extradiegético, es decir, que se encuentra fuera de la acción y no interviene como personaje en ningún momento.
La Primera Persona en los Diálogos
Aunque la tercera persona es la perspectiva dominante, en ocasiones se introduce la primera persona a través de confesiones personales insertadas en los diálogos. Esto ocurre, por ejemplo, cuando Susana cena con el inspector y le confía las dificultades de su matrimonio, o cuando el inspector conversa con el Padre Orduña sobre la búsqueda del asesino y su propia vida.
El Discurso Indirecto Libre
El discurso indirecto libre también está presente en la obra. Esta técnica permite al autor reflejar el pensamiento de los personajes sin abandonar la tercera persona propia de la narración omnisciente. Muñoz Molina recurre a ella en dos momentos clave:
- Para transmitir los pensamientos y sensaciones del asesino durante sus ataques: …nadie va a decirle a uno nada por llamar a un portero automático o por entrar a un portal y mirar los nombres de los buzones, nadie puede notar el temblor de las manos, el fuego en el estómago (…), el instante de vértigo en que una mujer o una niña va a entrar en el ascensor y él sostiene la puerta…
- Para describir las percepciones de Paula cuando recupera la conciencia tras la agresión y cuando observa a su agresor a través del cristal blindado en la rueda de reconocimiento: …los ojos que solo la miraban a ella, que la descubrían sin esfuerzo (…) con una expresión no de amenaza, sino casi de burla, como haciéndole saber que no valían de nada espejos ni trampas, (…) le estaba diciendo con los ojos lo que le decía algunas veces en sueños, que iba a volver para acabar con ella…