Periodos Clave de la Historia Política Española: Cantonalismo, Restauración y Alfonso XIII

El Problema Cantonalista

Francisco Pi y Margall intentó mantener el orden y conducir a la República hacia el federalismo, aunque fue arrollado por la corriente cantonalista que, iniciada con la proclamación del Cantón de Cartagena, en julio de 1873, se extendería rápidamente por Andalucía y Levante. Impulsó la discusión en las Cortes sobre una Constitución federal, que solucionara el problema cantonal y el de Cuba, así como la legislación laboral que protegiera el trabajo infantil, la jornada laboral máxima e incluso un proyecto de jurados mixtos entre patronos y obreros, pero la insurrección cantonal le hizo dimitir.

El Sistema Político de la Restauración

La monarquía de Alfonso XII tenía que fundamentarse en unos principios renovados, una nueva constitución (Constitución de 1876), basada en el liberalismo doctrinario, de carácter conservador, inspirada en los valores de la religión, monarquía y propiedad. Establecía la soberanía compartida entre el Rey y las Cortes, consideraba a la monarquía como una institución superior que tutelaba y moderaba las relaciones entre los partidos políticos. Mantenía el poder ejecutivo.

Reconocía los derechos individuales básicos, la separación de los tres poderes, establecía soberanía compartida entre Rey y Cortes que se componían de dos cámaras (Congreso y Senado).

Hubo que esperar a 1891 para que se restableciera el sufragio universal bajo un gobierno liberal. El Senado tenía dos tipos de escaños: los vitalicios y los elegidos por diversas instituciones económicas y culturales.

Tolerancia hacia otras religiones mientras realizasen un culto de carácter privado.

Se estableció un sistema bipartidista entre partidos monárquicos, el Partido Conservador (conservadora) dirigido por Cánovas, y el Partido Liberal (progresista), dirigido por Sagasta. Los dos partidos se alternaban en el gobierno mediante un turno pacífico.

Los dos partidos respondían a los intereses de la oligarquía del país. La base social del Partido Conservador la componían los grandes propietarios rurales, la alta burguesía y las clases altas. Al Partido Liberal le seguían las clases medias, los pequeños y medianos propietarios rurales, burguesía urbana y los profesionales liberales. Ideológicamente el Conservador se aferraba a la tradición, religión y defensa de la propiedad, el Liberal era más reformista, laico y defensor de los derechos civiles.

El turno pacífico garantizaba la estabilidad institucional y subordinaba el ejército al poder civil, el mando militar residía en el propio rey. Se le concedió al monarca mucha autonomía y prestigio, con gran influencia en la política.

Vida Política de la Restauración

El turno pacífico de los dos partidos se cumplió hasta 1898. La práctica política de la Restauración empezó con la reunión de las Cortes Constituyentes, cuando el partido conservador ganó las elecciones, con la tarea de elaborar la Constitución de 1876.

Para evitar la inestabilidad política los dos partidos políticos acordaron el Pacto del Pardo, por el que Sagasta formó nuevo gobierno en un ejercicio de consolidación de la alternancia política.

Para asegurar la alternancia política era necesario controlar el proceso electoral a fin de que obtuviese la mayoría el partido que le correspondía el turno. Se pusieron en práctica mecanismos como el encasillado (gobernador civil aseguraba el triunfo de los candidatos pactados) y el pucherazo (aseguraba la elección de los candidatos pactados mediante la falsificación sistemática de los resultados electorales).

Panorama General del Reinado de Alfonso XIII

Permanente crisis política que afecta a los fundamentos del sistema que ideara Cánovas del Castillo. Las causas:

• El intervencionismo de Alfonso XIII en la vida política.
• División de los partidos, provocada por la desaparición de los líderes históricos y la lucha entre los nuevos jefes conservadores (Maura, Dato) y liberales (Moret, Montero Ríos, Canalejas, Romanones) por el control de sus grupos.
• Falta de grandes mayorías en las Cortes, a partir de 1917 ningún partido fue capaz de formar gobierno por sí solo.