Periodos Clave de la Convención Nacional Francesa
La Convención Girondina (Septiembre 1792 - Junio 1793)
Su primer acto fue abolir la monarquía y proclamar la República Francesa, el 22 de septiembre de 1792. A este hecho le sucedería la creación de un tribunal extraordinario: el Comité de Salud Pública, destinado a depurar cualquier atisbo reaccionario. Uno de sus primeros procesos terminó con la ejecución de Luis XVI el 21 de enero de 1793.
Este hecho, unido al deseo de la Convención de extender la revolución por toda Europa y los límites de Francia a sus barreras naturales, provocó un recrudecimiento de la guerra y la formación de una primera coalición contra Francia integrada por Inglaterra, Austria, Prusia, Cerdeña y España.
Ambas circunstancias propiciaron la desunión definitiva de girondinos y montañeses, y la agudización de la crisis económica interna de la que se hacía responsable a los primeros. Apoyados por el sector montañés más radical, los sans-culottes asaltaron la Convención y arrestaron a los principales líderes girondinos el 31 de mayo de 1793, mientras los restantes huían a provincias.
La Convención Montañesa (Junio 1793 - Julio 1794)
Para hacer frente a los sublevados, los montañeses necesitaron nuevamente el apoyo de los sans-culottes de las ciudades a quienes se hicieron concesiones que radicalizarían definitivamente la revolución.
Las más importantes quedarían reflejadas en la nueva Constitución del Año I, la primera democrática del proceso. La constitución habría de entrar en vigor una vez terminado el conflicto bélico en Europa, mientras tanto se constituyó un gobierno revolucionario, régimen especial de guerra caracterizado por la centralización y la suspensión provisional de todas las libertades.
El gobierno revolucionario, dirigido por Maximilien de Robespierre, dictó una serie de leyes que inauguraban la denominada “Época del Terror”:
- La Ley de Sospechosos: por la que serían arrestadas todas aquellas personas susceptibles de comportamientos contrarrevolucionarios.
- La Ley de Máximos Generales: que suponía el intervencionismo del Estado en la economía, controlando el precio de los productos y de los salarios.
Al tiempo, proclamó una leva en masa de todos los jóvenes entre 18 y 25 años y llevó a cabo una política de descristianización del Estado y su sustitución por la religión de la razón.
La ruptura con el orden anterior se plasmó en el establecimiento de un nuevo calendario adoptado en octubre de 1793 y que computaba el día 1 del año 1 de la República Francesa el 22 de septiembre de 1792.
La Época del Terror despertó pronto antipatías hacia la revolución, el republicanismo y la Convención. Además, el Comité de Salud Pública concentraba cada vez más poder, no transigiendo con la violencia revolucionaria. Pronto dejó de ser apoyado por los más radicales, que consiguieron la proscripción y muerte de Robespierre el 9 de termidor del año 2 (27 de julio de 1794).
La Convención Termidoriana (Julio 1794 - Octubre 1795)
La caída de Robespierre supuso el triunfo de la burguesía y de los principios liberales, volviendo a las posturas girondinas de las primeras fases de la revolución. Pero la acción de gobierno más importante fue la elaboración de una nueva carta magna: la Constitución del Año III (septiembre de 1795), que establecía una república burguesa fundamentada en la división de poderes. Esta nueva constitución devolvía el poder a las clases pudientes, estableciendo un curioso sufragio universal que negaba la condición de ciudadano a los no contribuyentes.
Durante los debates constitucionales, la Convención termidoriana tuvo que hacer frente a sublevaciones internas de signo contrario: de los sans-culottes y de los realistas. En el exterior, continuó la guerra.