Pensamiento de Rousseau, Marx y Nietzsche: Contrato Social, Alienación y Superhombre
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El Pensamiento Político de Jean-Jacques Rousseau
Jean-Jacques Rousseau, nacido en Ginebra en 1712, de infancia difícil y espíritu aventurero, cultivó no sólo la filosofía, sino múltiples campos del saber. Aunque participó inicialmente con Locke y Hume del movimiento de la Ilustración, su filosofía parte de una crítica a la idea de progreso, la propiedad privada y la hipocresía de la sociedad ilustrada en su obra Discurso sobre las artes y las ciencias. Su pensamiento político, plasmado en su obra El Contrato Social a través de la idea del contrato social y la soberanía popular, influyó en los sectores radicales de la Revolución Francesa, cimentando ésta bajo el lema de "libertad, igualdad y fraternidad". También destacó en pedagogía con su obra Emilio, proponiendo una educación basada en la libertad del niño, en el cultivo de las facultades y emociones naturales del ser humano.
La Crítica a la Civilización y el Estado de Naturaleza
Rousseau postula que el ser humano es bueno por naturaleza, nace libre e igual a los demás, pero nuestra bondad natural se corrompe con la propiedad privada que trae la desigualdad, la esclavitud y la miseria, lleva a conflictos e incluso guerras, hace necesarias leyes y gobiernos, y eso nos esclaviza.
El Contrato Social
El progreso y la idea de propiedad nos encadenan, sí, pero el ser humano es incapaz de sobrevivir con sus fuerzas individuales, necesita una organización social para asegurar su propia conservación, un orden que, al contrario que el actual, que viola la libertad natural de los individuos, uno que mantenga la libertad e igualdad del estado de naturaleza, y ese orden es propuesto en El Contrato Social.
En el contrato social los individuos ceden su libertad y poder individual al conjunto de la sociedad formando un poder colectivo denominado "voluntad general" (que vela por el bien común); los derechos naturales se mantienen en ese nuevo orden social, pero se transforman en derechos civiles y políticos.
La voluntad general es indivisible, tiene una pretensión universalista, los participantes no piensan como individuos con intereses privados, sino como colectividad con intereses alineados con los del conjunto de la sociedad.
Con el contrato social el ser humano es súbdito y soberano a la vez. Si la voluntad general incorpora la voluntad de cada individuo, obedecer aquélla es obedecerse a uno mismo y ser libre.
En la sociedad resultante del contrato social el poder legislativo se halla en el pueblo, quien debe formular las leyes con carácter universal; mientras que el ejecutivo (gobiernos), no es tanto un poder sino el encargado por el pueblo soberano para administrar y aplicar las Leyes y puede ser modificado y revocado siempre que el pueblo lo desee.
La Alienación según Karl Marx
A partir de estas influencias, Marx estableció tres tipos de alienación:
Alienación Religiosa
La filosofía hegeliana se dividió en dos corrientes: la derecha y la izquierda hegeliana. Feuerbach estableció la causa de esta alienación en que el hombre no reconocía que la divinidad era obra suya y ve a Dios como algo exterior que le exige adoración y obediencia.
Marx considera que la alienación religiosa se produce a partir de las condiciones miserables de existencia: el individuo se refugia en un mundo trascendente para escapar de la miseria económica real. La religión es un poderoso medio de justificar los privilegios de las clases dominantes y de aletargar la capacidad de respuesta del resto de la sociedad, "la religión es el opio del pueblo".
Alienación Económica
Se refiere a la separación y pérdida de control que experimentan los trabajadores bajo el capitalismo en tres niveles:
- Respecto al producto del trabajo: Los trabajadores no tienen control sobre lo que producen ni sobre el proceso de producción, y tampoco llegan a disfrutar el producto que ellos han creado.
- Respecto a la actividad laboral: El trabajo se convierte en una actividad alienante donde los trabajadores carecen de elección y su labor se reduce a una mercancía en el mercado laboral.
- Respecto a los demás trabajadores: La competencia y la explotación generan divisiones y alienación entre los trabajadores, impidiendo la cooperación y solidaridad entre ellos.
Alienación Política
Ocurre cuando las estructuras políticas están diseñadas para proteger los intereses de la clase dominante, limitando así el poder y la participación de la mayoría de la población en la toma de decisiones importantes. La manipulación ideológica y cultural promueve ideas que justifican la desigualdad social, mientras que la falsa conciencia lleva a los trabajadores a adoptar creencias contrarias a sus propios intereses de clase.
Para concluir, Marx se centrará en la superación de la alienación que implica un proceso que va desde la comprensión de la situación por parte de los trabajadores, pasando por la toma de conciencia de clases, hasta la acción revolucionaria para construir una sociedad comunista donde la propiedad privada sea abolida y se logre la igualdad social y económica. Este enfoque introduce el tema central de la política marxista, que busca la transformación radical de la sociedad a través de la lucha de clases y la emancipación de los trabajadores.
El Vitalismo de Friedrich Nietzsche
En su obra Así habló Zaratustra, Nietzsche relata el viaje de dicho profeta iraní (siglo X a.C.) en busca de una nueva humanidad, anunciando los nuevos valores vitalistas:
1. La Muerte de Dios
Nietzsche ve en Dios el gran crimen contra la única vida que existe; hay que destruirlo y asumir su muerte para recuperar los valores favorables a la vida.
Históricamente Dios ha ido muriendo (con el Renacimiento, el Racionalismo, la Ilustración y el Positivismo), ya no queda lugar para Dios y su muerte prepara una nueva humanidad: la del superhombre.
2. El Superhombre
Debemos preparar una humanidad superior capaz de crear nuevos valores sin necesidad de ídolos. El superhombre-niño es "el decir sí a la vida", aceptar "la inocencia del devenir" o "el sentido de la tierra", un mundo sin culpabilidad moral, que asume la vida sin más finalidad que ella misma y llena de voluntad de poder.
3. La Voluntad de Poder
La vida es cualitativa, una tarea constante de superación y conservación, la voluntad de "ser más". La vida, como voluntad de poder, es un constante devenir, una pluralidad de fuerzas enfrentadas y cambiantes, para las que hay innumerables interpretaciones.
4. El Eterno Retorno
Este es el pensamiento más profundo de Nietzsche, recogido en su obra autobiográfica Ecce homo.
Se puede entender de dos modos:
- Negación del tiempo lineal judeocristiano, para volver a la idea cíclica del tiempo de los griegos antiguos.
- Para Nietzsche el eterno retorno, el querer la eternidad de cuanto ocurre, es la expresión suprema de amor a la vida, amor fati o amor del destino. Es querer a la vida en todas sus facetas.