El Pensamiento de Nietzsche: Contexto, Influencias y Crítica Cultural
Enviado por Paula15 y clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en español con un tamaño de 4 KB
Contexto Sociocultural e Intelectual del Pensamiento de Nietzsche
El pensamiento de Friedrich Nietzsche se enmarca en un complejo entramado de corrientes socioculturales y científicas del siglo XIX. Comprender este contexto es fundamental para desentrañar las raíces de su filosofía y la vehemencia de sus críticas.
El Romanticismo y su Influencia
El Romanticismo fue el movimiento artístico y filosófico predominante en la época de Nietzsche. Es posible considerar la filosofía nietzscheana como un pensamiento con profundas raíces románticas, dado que comparte con este movimiento sus rasgos fundamentales:
- El rechazo de la razón y la apelación al sentimiento.
- La exaltación de la individualidad frente a la especie.
- La idea de que la naturaleza es un todo orgánico.
- La concepción de la verdad como una creación humana.
Entre los representantes más destacados del Romanticismo, podemos citar a Goethe, Hölderlin o Novalis en literatura; Schubert, Wagner o Brahms en música; y Delacroix y Friedrich en pintura.
Corrientes Científicas del Siglo XIX
En el siglo XIX, dos corrientes científicas tuvieron una influencia particularmente significativa en el pensamiento de Nietzsche:
El Positivismo
El Positivismo, con su atención exclusiva a los hechos empíricos, influyó de manera clara en la concepción nietzscheana de que los hechos en sí no poseen un carácter moral inherente. Para Nietzsche, el valor moral es fruto exclusivo de nuestra interpretación, lo que lleva a una referencia absoluta a la realidad sin considerar su dimensión ética.
El Evolucionismo
El Evolucionismo es posible rastrearlo en las teorías de Nietzsche sobre los fuertes y el superhombre. Sin embargo, Nietzsche traslada el evolucionismo biológico al marco social y cultural, transformándolo en un darwinismo social, similar al propuesto por sociólogos positivistas como Spencer o Malthus.
Impacto de la Industrialización y Movimientos Obreros
La Revolución Industrial trajo consigo el desarrollo de la industria y el consiguiente abandono del campo agrícola por las ciudades industriales, lo que a su vez dio lugar al desarrollo del proletariado como nueva clase social. Nietzsche va a considerar el abandono del campo como un alejamiento del modo de vida tradicional, una desconexión de la tierra que él veía como fundamentadora de la vida, y acusa a la razón de este hecho.
Por un lado, Nietzsche observa la transformación industrializadora. Por otro lado, ve al proletariado como una nueva casta de cristianos y a los movimientos políticos que surgen a su sombra —el socialismo y el anarquismo— como un nuevo cristianismo: una nueva rebelión de los débiles y los esclavos contra los fuertes y los señores.
El Nihilismo y la Crítica al Cristianismo
En el marco de su concepción del nihilismo, Nietzsche postula que el destino de la civilización occidental es quedarse sin valores, sin una meta a la que dirigirse. Es en este sentido que Nietzsche exclamará su famoso: «¡Dios ha muerto!». Los valores occidentales se han revelado como falsos; ya no hay nada a lo que aferrarse. La cultura occidental ha perdido su norte, representado en Dios y los valores que esta figura encarna, sumiéndose en un proceso de autodestrucción.
Ahora bien, para Nietzsche, todas las manifestaciones culturales occidentales provienen de una fuente común que se presenta como portadora del nihilismo y enemiga de la vida: el cristianismo. Por ello, el cristianismo es el principal enemigo contra el que Nietzsche lanza su ataque más vehemente al desarrollar su crítica de la cultura.