El Pensamiento de Aristóteles: Cuerpo, Alma y Sustancia
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La Unión de Macho y Hembra
A partir de la observación de los distintos seres vivos, se puede concluir que la unión entre macho y hembra es necesaria para la procreación. Esta unión, según Aristóteles, se fundamenta en la idea de que el macho es gobernante y jefe natural por naturaleza, mientras que la hembra, al igual que el esclavo o el bárbaro, solo es capaz de realizar las cosas con su cuerpo. Aristóteles continúa exponiendo ideas heredadas de Platón: cada cosa en la naturaleza tiene una finalidad que es, al mismo tiempo, su esencia. Este concepto se aplica tanto a la mujer como al esclavo.
El Alma Humana
Aristóteles aplica al ser humano su teoría hylemórfica. Cuerpo y alma constituyen una única sustancia y guardan entre sí la misma relación que la materia y la forma. Esto le lleva a considerar absurda la doctrina de la reencarnación: el alma no puede ser forma de cualquier cuerpo. Puesto que el alma es el principio de toda la actividad del ser vivo, no es nada distinto de esas funciones. Cuerpo y alma no son separables. Un cuerpo sin alma dejaría de ser un animal o un organismo vivo. Y un alma sin cuerpo no sería nada. Queda excluida, por tanto, la preexistencia del alma o su existencia más allá de la muerte. Aristóteles defiende la unidad del alma y la sitúa por todo el cuerpo, no en partes concretas. La insistencia en la unidad total del ser vivo implica que no es el alma la que siente o piensa, sino todo el ser humano gracias al alma. Sin embargo, sí le asigna funciones al alma:
- Función nutritiva o vegetativa: Incluye las funciones de crecimiento, nutrición y reproducción.
- Función sensitiva: Superior a la vegetativa, de la que derivan la función apetitiva, los deseos, las percepciones y la función motriz.
- Función pensante: Tiene la capacidad de pensar y entender.
El alma vegetal posee solo la primera función, el animal también la segunda, y el alma intelectiva humana las tres. En Aristóteles, el conocimiento no pertenece solo al alma, sino que conoce toda la persona (cuerpo y alma). No existe conocimiento independiente del cuerpo. Además, todo conocimiento humano será mezcla de conocimiento sensible (viene del cuerpo, de los sentidos) y conocimiento intelectual (procede del alma racional).
La Sustancia
Aristóteles observaba que tras los cambios de apariencia que afectan a casi todos los objetos, permanece siempre algo inalterado. Eso que permanece idéntico e inalterado, el sustrato material al que no le afectan los cambios, es la sustancia. La sustancia tiene entidad por sí misma; es el soporte real sobre el que descansan todas las demás cualidades cambiantes de las cosas. Estas cualidades cambiantes son los accidentes. Aristóteles distingue dos tipos de sustancias:
- Sustancias primeras: Individuos concretos.
- Sustancias segundas: La forma ("humano").
En sentido estricto, solo los individuos concretos deben ser considerados sustancias. Pero puesto que las especies y los géneros son también algo real, no meros conceptos, también deben ser consideradas sustancias, aunque no existen separadas de la sustancia primera, sino en ella. Esta es la teoría hylemórfica. La Forma es la esencia de la cosa, la sustancia segunda, la especie, y es eterna. La Materia es, en el caso del hombre, carne, huesos y sangre. A este tipo de materia, Aristóteles le llama materia próxima, perceptible por los sentidos. Pero habla también de una materia primera absolutamente indeterminada, carente de forma, cualidades o extensión, incapaz de existir independientemente. Dicha materia primera también sería eterna, pero imperceptible por los sentidos, solo por la inteligencia.