Pedagogía del Ocio y el Tiempo Libre
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1. Ocio y Tiempo Libre
1.1. Tiempo en el Ser Humano
En el día a día, todo ser humano realiza una gran cantidad de tareas, actividades o acciones encaminadas a la consecución de uno u otro fin. Estas tareas son muy variadas y se pueden distinguir según su naturaleza y el fin que se persigue con ellas.
Tiempo ocupado: Es el tiempo que empleamos en realizar todas aquellas tareas que son necesarias para nuestra subsistencia.
- Tiempo destinado a la satisfacción de las necesidades básicas (comer, dormir, beber agua).
- Tiempo destinado a trabajar.
Tiempo libre: Es aquel tiempo que nos queda después de haber satisfecho todas nuestras necesidades (básicas y laborales).
Tiempo semilibre: Aquellas actividades que incluyen obligatoriedad, pero que no producen beneficio económico (como el trabajo) ni resultan vitales. Entre ellas encontraríamos la educación de los hijos, la práctica religiosa, entre otras.
El tiempo libre se define como aquel tiempo que a un individuo le queda después del trabajo y de los otros deberes y necesidades que tiene cada persona. Aunque cada persona suele hacer un uso distinto de su tiempo libre, a la realización de actividades cuya finalidad gire en torno a los siguientes conceptos:
- Descanso
- Distracción
- Relación social
- Perfeccionamiento personal
1.1.1. Concepto y Diferenciación
El término ocio es un término con el que estamos acostumbrados a convivir y que continuamente utilizamos en nuestra vida cotidiana. El tiempo libre es aquel tiempo que le queda a todo individuo después de haber satisfecho todas sus necesidades, cuando hablamos de ocio nos referimos a un concepto mucho más profundo y complejo que como animadores socioculturales debemos tener muy claro. El ocio se conoce como el conjunto de actividades a las que puede dedicarse un individuo, que tienen estas características:
- Actividades siempre de forma voluntaria, sin presiones ni exigencias.
- Se realizan para descansar o desconectar de la realidad en la que se vive y de sus obligaciones.
- Se realizan para divertirse.
- Estas actividades van a desarrollar en mayor o menor medida las diferentes dimensiones del individuo.
- Se realizan siempre después de quedar libre de las ocupaciones.
El ocio es un conjunto de ocupaciones a las que el individuo puede entregarse de manera voluntaria, sea para descansar, divertirse, desarrollar su información o su formación desinteresada, su participación social voluntaria, tras haberse liberado de sus obligaciones profesionales, familiares y sociales.
Basándonos en esta definición, podemos señalar con respecto al ocio las siguientes características:
El ocio es un conjunto de ocupaciones a las que el individuo puede entregarse de manera voluntaria, sea para descansar, divertirse, desarrollar su información o su formación desinteresada, su participación social voluntaria, tras haberse liberado de sus obligaciones profesionales, familiares y sociales. Las siguientes características:
- Es voluntario, se opone a todo aquello que realizamos bajo determinadas obligaciones o coacciones.
- Produce diversión, descanso y desarrollo.
- Se realiza de un modo desinteresado, sin intereses que vayan más allá de la satisfacción personal y calidad de vida.
Es importante tener en cuenta los siguientes aspectos contrarios al ocio:
- La excesiva prolongación en el tiempo de una actividad puede llegar a agotar, física o mentalmente a la persona, por lo que actividades excesivamente duraderas no pueden ser consideradas de ocio (ver la televisión durante horas y horas).
- La adicción a una determinada actividad puede entenderse como una obligación personal, por lo que tampoco podemos considerar.
- Las actividades que suponen competición en ocasiones tampoco pueden entenderse como de ocio, (ligas deportivas o torneos).
Es importante tener presente que no todas las actividades y ocupaciones a las que destinamos nuestro tiempo libre pueden ser consideradas como de ocio.
- La excesiva prolongación en el tiempo de una actividad puede llegar a agotar, física o mentalmente a la persona. Por lo que las actividades excesivamente duraderas no pueden ser consideradas de ocio.
- La adicción a una determinada actividad puede entenderse como una obligación personal que es lo que realmente empuja a realizarla, por lo que tampoco podemos considerar como actividades de ocio actividades que han generado adicción en la persona.
- Las actividades que suponen competición en ocasiones tampoco pueden entenderse como de ocio. Ya que en muchos casos su finalidad va más allá de la mera diversión y el fin de las mismas radica en vencer o ganar algo.
La caracterización de nuestra sociedad actual aporta una serie de influencias, unas en positivo y otras totalmente contrarias o negativas, para el campo del ocio. Entre ellas:
- Cambios en las ciudades y en la concentración demográfica.
- Influencias de las nuevas tecnologías.
- Aumento del tiempo libre.
- Aumento del paro y jubilaciones.
- Democratización del ocio.
- Aumento de la oferta de ocio.
- Impacto de los medios de comunicación.
- La globalización.
- Consideración del ocio como una necesidad humana.
Es importante tener presente que dadas las características de los tiempos actuales, existen una serie de riesgos vinculados al tiempo libre y que pueden resultar contraproducentes para el ocio. Estos riesgos, tal y como veremos a continuación, los podemos clasificar en riesgos físicos y riesgos psicológicos.
1.2. La Pedagogía del Ocio
Como animadores socioculturales, a la hora de intervenir en el ocio vamos a diferenciar distintas formas de hacerlo. Estas van a depender de los objetivos fundamentales perseguidos con ella, de la naturaleza y características intrínsecas de la misma, de los métodos empleados para hacerlo. Así, generalmente vamos a distinguir entre una intervención educativa y una intervención dinamizadora o animación sociocultural, de la que nos ocuparemos en temas posteriores.
Una intervención educativa es aquella encaminada a provocar en el individuo aprendizaje y desarrollar habilidades, aptitudes, valores y conductas en el individuo que le encaminen a un uso saludable, para él y su entorno, de su tiempo libre y una práctica responsable y correcta de actividades de ocio.
Hablar de pedagogía es hablar de enseñanza, de transmisión de conocimientos, de conductas, de valores y, en definitiva, de cualquier constructor social y humano. Pero no podemos limitar esa enseñanza, esa transmisión de conocimiento a un momento concreto de la vida (infancia-adolescencia), ni tampoco podemos dejar todas las responsabilidades al respecto en una única institución (escuela).
En este sentido, el tiempo libre debe emplearse como tiempo educativo dentro del ámbito de lo que se denomina educación no formal, la cual parte de la base de que la educación no abarca solo un periodo de la vida, infancia y adolescencia, sino que abarca toda la vida y la educación no solo es la recibida en la escuela y para ciertas materias o áreas de aprendizaje, sino que también se desarrolla en otros ámbitos. De esta manera, podemos decir que se debe aprender a la vez que nos divertimos y es aquí donde encuentra su principal origen y justificación la pedagogía del ocio.
1.2.1. Concepto de Pedagogía del Ocio
Cuando hablamos de pedagogía nos referimos a la ciencia o al conjunto de saberes que están orientados hacia la educación entendida como un fenómeno que pertenece intrínsecamente a la especie humana y que se desarrolla de manera social.
La pedagogía del ocio y tiempo libre, como disciplina que analiza la dimensión educativa del ocio, es un campo relativamente reciente que solo encuentra aplicación en aquellas sociedades que han conquistado un mínimo de calidad de vida y se plantean el bienestar de los ciudadanos.
La aparición de la pedagogía del ocio como disciplina que estudia las actuaciones educativas que se realizan en el tiempo de ocio viene ligada a diferentes autores, entre otros a Puig Rovira, quien indica que en la sociedad actual la explosión de la pedagogía del ocio viene avalada por una serie de factores, tanto sociológicos como pedagógicos. Así, según este autor, estos factores son:
A) Factores Sociológicos:
- Cambios en las estructuras urbanas: la pedagogía del ocio está muy bien vinculada a la nueva geografía que presentan las grandes ciudades. Así surge la necesidad de crear parques, jardines, centros de ocio, ludotecas, asociaciones y centros formativos para el juego libre de los niños y para la estancia de las personas mayores, ya que el juego y las actividades sociales no pueden llevarse a cabo de forma espontánea como hace años.
- Evolución de la institución familiar: En la actualidad, nos encontramos con diferentes tipos de familias que condicionan la cantidad y calidad del tiempo de ocio que se pasa en la familia.
B) Factores Pedagógicos:
- Ampliación del concepto y educación: El proceso educativo no es algo reducido solo y exclusivamente a los primeros años de vida, sino que se percibe la necesidad de extender la educación a lo largo de toda la vida. Esto implica que la escuela no va a ser la única institución encargada de los procesos formativos, sino que van a ser necesarias otras instituciones para practicar la educación a lo largo de la vida. La escuela no logra educar por sí sola en todos los ámbitos en los que sería deseable.
- Difusión de la pedagogía del juego: La pedagogía del juego como disciplina que conforma el valor educativo del juego en la infancia.
- La pedagogía del ocio como alternativa: La pedagogía del ocio surge, también, como alternativa a la existencia de ocios pasivos que generan comportamientos sociales poco deseables como: atención excesiva a los medios de comunicación, videojuegos, callejero, consumo de drogas.
1.2.2. Características y Líneas de Actuación
La pedagogía del ocio, como disciplina que asocia los términos pedagogía, transmisión o aprendizaje con los términos ocio y tiempo libre, se caracteriza por presentar una doble vertiente de actuación: educar para el ocio y educar desde el ocio.
- Educar para el ocio: Una de las líneas de actuación de la pedagogía del ocio es la de educar para un uso correcto y adecuado del ocio. En los tiempos que nos ha tocado vivir, y ante la gran cantidad de riesgos que comentamos que cohabitan en torno al mundo del ocio, educar para un buen uso del tiempo libre es totalmente necesario.
Algunos de los aspectos a tener en cuenta a tal efecto serían, por ejemplo:- Educación para el consumo (análisis de publicidad).
- Educación al respecto de conductas de riesgo: botellón, alcoholismo, conductas de riesgo.
- Educación o formación previa para el desempeño de actividades de ocio que requieran una preparación previa de cara a evitar riesgos (montañismo, rapel, deportes de riesgo).
- Educar desde el ocio: Por otro lado, el ocio, debido a su naturaleza, aparece como una inmejorable fuente educativa. En este sentido, son muchos los aspectos que se pueden y deben trabajar a través del ocio, entre otros.
- Transmisión de valores, emociones y hábitos.
- Transmisión de aspectos culturales.
- Integración e inclusión ciudadana.
- Transmisión de conocimientos.
- Mejora de habilidades, destrezas y capacidades.
1.3. La Educación en Valores en el Campo del Ocio y el Tiempo Libre
El proceso de valoración del ser humano incluye una compleja serie de condiciones intelectuales y afectivas que suponen:
- Toma de decisiones.
- Estimación.
- Actuación.
Aspectos que se han de trabajar desde la educación en valores:
Educación Moral y Cívica
Sería interesante trabajar aspectos como:
- Detectar y criticar los aspectos injustos de la realidad.
- Construir formas de vida más justas.
- Formación de personas dialogantes y razonables, dispuestas a comprometerse tanto personal como socialmente.
- Respeto y valoración de los derechos humanos.
- Educar para la paz y en la resolución de conflictos.
Educación para la Igualdad de Género
La igualdad de género también debe aparecer como un aspecto fundamental a garantizar en el campo del ocio. Para ello, es necesario trabajar aspectos como:
- El uso práctico de un lenguaje no discriminatorio.
- Aspectos asociados a los procesos evolutivos de la afectividad y la sexualidad de hombres y mujeres.
Educación Ambiental
Las actuaciones que se proponen para la educación ambiental:
- Conciencias: ayudar a los alumnos a adquirir una conciencia del medioambiente global y ayudarles a sensibilizarse por esas cuestiones.
- Conocimientos: Ayudar a compenetrarse con una serie de valores y a sentir interés y preocupación por el medioambiente, motivándolos de tal modo que puedan participar en la mejora y protección del mismo.
- Aptitudes: Ayudar a los alumnos a adquirir las aptitudes necesarias para determinar y resolver los problemas ambientales.
- Participación: Proporcionar la posibilidad de participar activamente en las tareas que tienen por objeto resolver problemas ambientales.
Educación para la Salud
Como consecuencia, una buena educación para la salud pretenderá en los ciudadanos que:
- Desarrollen hábitos y costumbres sanos.
- Valoren la salud como uno de los aspectos básicos de la calidad de vida.
- Rechacen las pautas de comportamiento que no conduzcan a la adquisición del bienestar físico y mental.
Educación Vial
Se van a trabajar aspectos como:
- Velar por la propia seguridad y comportamiento de manera responsable.
- Preparar a los futuros conductores de bicicletas, ciclomotores y automóviles.
- Conocer y respetar todas las normas de circulación, incluso las que no son reglas de seguridad en sentido estricto.
Educación para el Consumidor y el Usuario
En el campo del ocio, la educación del consumidor debería:
- Posibilitar al ciudadano la adquisición de conceptos claros sobre la propia condición de consumidor.
- Potenciar la aparición de actitudes críticas ante el consumismo, la degradación ambiental.