Pecado, Libertad y Redención: La Perspectiva Bíblica sobre la Moral y la Decisión Humana

La Biblia y el Origen del Mundo: Más Allá de la Ciencia

Los relatos de la Biblia sobre el origen del mundo no pretenden dar una explicación científica de cómo sucedieron las cosas. Los judíos creyentes que los escribieron buscaban explicar la razón profunda por la que las personas pueden causar el mal a sí mismas, a los demás y a la naturaleza.

La Raíz del Pecado: El Encierro en Sí Mismo

El relato sobre el rey David demuestra con claridad cuál es la raíz del pecado: el pecado nace cuando la persona se encierra en sí misma y utiliza todas sus energías y habilidades para cumplir sus deseos en su propio beneficio, sin importarle causar daño a otras personas.

La Debilidad Humana y la Necesidad de la Ayuda Divina

El problema es que, aunque la persona puede identificar cuál es el bien, se encuentra con grandes dificultades para llevarlo a cabo. La tendencia al mal es fuerte y supera las propias fuerzas. Los creyentes sienten que la fuerza del mal les supera si están solos, admiten que necesitan la ayuda de otras personas y la ayuda de Dios para llevar una vida digna de un ser creado a imagen y semejanza de Dios.

El Camino de Regreso a Dios: Humildad vs. Autosuficiencia

En la parábola del fariseo y el publicano, el primero consideraba que él solo, con sus propias fuerzas, podía hacer el bien; pensaba que no necesitaba la ayuda de nadie, ni siquiera de Dios, con el que hablaba contándole lo buena que era su conducta. El publicano era consciente de su debilidad ante la inclinación al mal, se reconocía pecador y necesitaba la ayuda de Dios, a quien le pedía perdón.

Jesucristo: La Concreción del Amor y la Salvación

Este amor de Dios que quiere curar a las personas no es teórico, sino que se concreta en la persona de Jesucristo. Dios envió a su Hijo Jesús para que las personas sientan con él la cercanía del amor de Dios y encuentren en él el camino de salvación ante la inclinación al pecado.

Buscar la Voluntad de Dios

En el diálogo de Jesús con el fariseo Nicodemo aparece claramente la afirmación de que Dios envió a Jesucristo para salvar al mundo, no para condenarlo. Y el modo de alcanzar esa salvación es buscar siempre la voluntad de Dios.

La Ética de la Decisión: El Proceso Constante de Elegir

Los seres humanos viven sumergidos en un proceso constante de elección y decisión.

• Existen muchos elementos atractivos para las personas, porque creen que les ayudarán a ser más felices.
• Esos elementos atraen porque ofrecen valores y cualidades que son deseables: libertad, sinceridad, amistad, belleza, fama, posesión, entrega, justicia, etc.
• Cada persona, desde su libertad, da preferencia o elige unos valores u otros, según el momento que viva y su propia escala de valores.
• Una vez que la persona se ha decidido, actúa y elige de una manera u otra, según su voluntad.
• Cuando ya se ha actuado y elegido, se presentan las consecuencias de esa decisión, que pueden ser positivas o negativas.

Construcción de la Personalidad y el Libre Albedrío

Las personas nacen sin un destino predeterminado. Poseen la capacidad de ir construyendo su personalidad a lo largo de la vida, y lo consiguen mediante las decisiones que van tomando. Si bien la libertad de cada persona es limitada, siempre existe la posibilidad de ir actuando para orientar la vida hacia donde cada cual desea: las personas con las que se quiere convivir o saber lo que se quiere aportar a la sociedad en distintos ámbitos. Cada etapa de la vida influye de manera distinta en la evolución de la persona. Todas estas ideas y conceptos forman parte de la ética y de la moral humana, de las normas que regulan la conducta y las relaciones humanas y sus implicaciones.

Ejemplo Bíblico de Transformación: El Caso de Zaqueo

Zaqueo fue un publicano rico que aparece en el Nuevo Testamento, en Lucas 19, 1–10. Cuando Jesucristo entra en Jericó, donde la producción y la exportación de bálsamo eran muy importantes, Zaqueo, al no poder ver a Jesús debido a su corta estatura, se sube a un árbol. Cuando Jesús lo ve, le dice que baje y que necesita quedarse en su casa, sorprendiendo a la muchedumbre.