Patrimonio Arquitectónico Medieval: Capilla Palatina de Aquisgrán y Pabellón del Naranco

Capilla Palatina de Aquisgrán: Joya del Renacimiento Carolingio

Construida probablemente entre los años 768 y 814, durante el llamado ‘Renacimiento Carolingio’ bajo la orden de Carlomagno. Esta imponente estructura está integrada por un aula regia (gran salón del trono con balcón, desde donde el emperador podía mostrarse y dirigirse al ejército), con dependencias privadas, edificios destinados y una capilla para los cultos de la corte.

La Capilla Palatina guarda una fuerte relación con San Vital de Rávena, compartiendo su estructura, atrio con dos torres y tribuna. Actualmente, solo se conserva la capilla palatina, con una planta centralizada poligonal de 16 lados y 8 pilares que forman un octógono cubierto por una bóveda.

Características Arquitectónicas y Estructurales

Ocho pilares separan el centro del polígono de un deambulatorio y sostienen los arcos de medio punto en diafragma. En el centro, se encuentra un deambulatorio y sobre él, una tribuna con un ábside cuadrangular, dovelas alternadas (donde se alternan las dovelas de dos colores) y arcos en diafragma que soportan el entablamento.

La capilla se completa con un atrio flanqueado por dos torres cilíndricas con escaleras de caracol para acceder a la tribuna. Los muros están cubiertos por decorados geométricos y ornamentales.

En cuanto a las técnicas constructivas, se utilizó la piedra como material principal para la construcción palatina, destacando los arcos de medio punto en diafragma (que sostienen un trozo de entablamento). Los soportes son pilares y hay columnas dentro del vano de los arcos. Además, los sistemas estructurales utilizados son el adintelado y el abovedado.

Pabellón Real del Naranco: Esplendor Prerrománico Asturiano

Este edificio de piedra, construido en sillares, presenta vanos abiertos en arcos de medio punto y está cubierto con bóveda de cañón con arcos fajones. Forma parte del arte prerrománico asturiano y presenta una peculiar estructura de dos pisos.

Fue probablemente construido durante el periodo de esplendor (primera mitad del siglo IX). Se trata de un pabellón palatino del rey Ramiro I y forma parte del conjunto junto con la iglesia de San Miguel de Lillo, siendo uno de los escasos edificios civiles que se conservan de la Edad Media.

Originalmente utilizado para fiestas, fue posteriormente transformado en iglesia, trasladando el oratorio del piso inferior a uno de los miradores del piso superior.

Descripción Arquitectónica y Elementos Destacados

Los muros, construidos en sillares, presentan relieves de escenas de caza, fiestas o fantásticas. Especialmente importantes son los clípeos (relieves geométricos con escenas figurativas rodeadas de formas geométricas o vegetales).

El pabellón consta de dos plantas rectangulares:

• La planta baja, destinada al rey, posee una sala central flanqueada por una capilla y un recinto de baños.
• La planta alta alberga un salón y dos miradores.

Ambos están cubiertos con bóvedas pétreas de medio cañón, sujetas con arcos fajones de medio punto descargados al exterior en contrafuertes. Aparecen columnas múltiples (con varios fustes o capiteles), entregas (adosadas al muro) o con fuste sogueado. En las jambas de la entrada hay relieves que representan un espectáculo circense, inspirados en los dípticos consulares bizantinos.