El Parto y la Prematuridad: Riesgos, Neurodesarrollo y Adaptación Neonatal

El Parto: Transición Radical del Feto

El parto, un proceso a la vez natural y de gran complejidad, supone atravesar una serie de secuencias bien delimitadas y caracterizadas por un cambio radical de hábitat para el feto. En unos instantes, el feto pasa de un medio protegido y controlado (el útero) a un ambiente confuso a nivel estimular y agresivo, donde hay variaciones de temperatura, oscilaciones de sonidos, luces intensas, etc.

Preparación y Fases del Parto

A lo largo de los últimos meses de gestación, se preparan tanto el feto (que cambiará de posición, girándose de manera que su cabeza se encaje en la cavidad pélvica de la madre) como el útero. El útero, mediante contracciones, adquirirá un mayor tono muscular y se ensanchará uno o dos centímetros en la zona del cuello.

Las Tres Fases de la Labor

1. Fase de Labor (Dilatación): Caracterizada por contracciones musculares involuntarias cuya finalidad es empujar gradualmente al feto hasta el canal del parto.
2. Fase de Expulsión: Liberación del cuerpo del bebé.
3. Fase de Alumbramiento: Expulsión de los tejidos relacionados con el embarazo (placenta y membranas).

Complicaciones y Riesgos Obstétricos

Durante el parto pueden surgir complicaciones (distocia), requiriendo recurrir a maniobras obstétricas como el uso de instrumentos de tracción (fórceps) o la cesárea. Los riesgos más relevantes incluyen la muerte fetal o la encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI), cuya manifestación más severa será la parálisis cerebral.

Definición de Prematuridad

La definición de Prematuro es la del recién nacido con una edad gestacional (EG) inferior a 37 semanas y un peso inferior a los 2.500 gramos.

• Gran Prematuro: Aquel cuyo peso es inferior a 1.500 gramos o cuya EG está por debajo de las 32 semanas.

En España, la tasa de prematuros se sitúa en torno al 8% de los recién nacidos vivos. Aunque las posibilidades de supervivencia por debajo de los 750 gramos han aumentado, esto se acompaña de un mayor número de problemas de salud y en el desarrollo, especialmente de índole sensorial.

Impacto Neuropsicológico de la Prematuridad

La gestación del cerebro se desarrolla intensamente entre la semana 20 y la 32, por lo que cualquier influencia negativa en este periodo tendrá repercusiones graves.

Lesiones Cerebrales y Consecuencias a Largo Plazo

Desde el punto de vista neuropsicológico, lesiones como la leucomalacia periventricular y la hemorragia periventricular-intraventricular se asocian a:

• Trastornos neuromotores (parálisis cerebral).
• Alteraciones visuales.
• Dificultades cognitivas (atencionales, de memoria de trabajo, bajo cociente intelectual - CI).
• Déficits en funciones ejecutivas (escasa tolerancia a la frustración, alta impulsividad).

Estos déficits ocasionarán un bajo rendimiento académico en la infancia y comportamientos desajustados que se harán más visibles en la adolescencia (conductas disociales o delictivas).

Desafíos en la Vida Extrauterina: La Condición Intersexual

Otro problema que se plantea al inicio de la vida extrauterina es la condición de Intersexualidad o hermafroditismo del neonato. No siempre el sexo cromosómico se corresponde con el sexo gonadal.

Anomalías Cromosómicas y Desarrollo Sexual

Anomalías como el síndrome de Turner (genotípicamente mujeres) o el de Klinefelter (genotípicamente hombres) se asocian a hipogonadismo y ausencia de caracteres sexuales secundarios en la adolescencia. Además, una producción excesiva de andrógenos puede dar lugar a la masculinización de un feto XX, mientras que el déficit de producción o una insensibilidad celular a los mismos supondría la feminización de un feto XY.

Mecanismos de Adaptación Neonatal al Estrés del Parto

El proceso de nacimiento es muy estresante para el neonato. Sin embargo, un recién nacido viene fisiológicamente preparado para los relevantes cambios que va a sufrir en su medio interno y externo:

• La secreción de adrenalina y noradrenalina aumentará el ritmo cardíaco, elevando los niveles de oxígeno y glucosa en la sangre para minimizar el impacto de las contracciones maternas.
• Las betaendorfinas protegerán al neonato contra el dolor y mejorarán su nivel de alerta postnatal.