La Paradoja de la Libertad Humana: Decisión, Vínculo y el Origen Inevitable del Sufrimiento

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La Condición Humana: Inteligencia, Voluntad y Dolencia

El ser humano es un ser complejo, un mortal diferente a cualquier otro. Poseemos el don de la **inteligencia**, la capacidad de conocer la verdad y elegir el bien, lo cual nos permite tomar diferentes decisiones. Según los filósofos Yepes y Aranguren, el ser humano posee una **intimidad** que, al manifestarse, genera vínculos con otras personas.

Decidimos con quién relacionarnos, ya que poseemos **voluntad** y, por lo tanto, **libertad**. Nos vamos determinando a través de nuestros actos. Sin embargo, este beneficio de poder actuar en base a lo que consideramos correcto puede hacernos vulnerables al **dolor** y al **sufrimiento**. Es por ello que surge la duda sobre si la capacidad de tomar decisiones nos genera inherentemente *dolencia*.

El Vínculo Afectivo y la Vulnerabilidad

Sabemos que el ser humano se manifiesta con otras personas. Esta manifestación se da a través del **lenguaje** y del **cuerpo**, permitiéndonos conocer y, en algunos casos, generar afecto por alguien: amarlo. El **amor** es un vínculo basado en la libertad que nos permite trascender nuestra individualidad.

La Definición Aristotélica del Amor

Aristóteles solía decir que amar es buscar el bien del otro; es un sentimiento muy profundo que requiere **afecto**. Sin embargo, este afecto puede fácilmente transformarse en sufrimiento. Si perdemos a alguien que amamos, nos sumergimos en el sufrimiento, ya que perdemos a alguien que nos daba felicidad.

Estas situaciones se dan a lo largo de la vida de cualquier persona, ya que nada dura para siempre; por lo tanto, el **dolor** siempre existirá en uno mismo.

Libertad, Responsabilidad y Arrepentimiento

Yepes y Aranguren destacan que la **libertad** no solo se manifiesta en la capacidad de amar, sino también en la **toma de decisiones**. Al ser personas, somos responsables de nuestro propio destino. Al ser personas, también nos equivocamos alguna vez en nuestra vida.

  • Muchas veces tomamos decisiones incorrectas.
  • Asumimos las consecuencias de ellas.
  • Esto genera sentimientos de angustia o arrepentimiento.

Sufrimos por nuestros propios actos cuando estos son **equívocos**.

La Finitud y el Sentido de la Vida

Muchas veces reflexionamos sobre el límite de nuestro ciclo, sobre el momento de nuestra **muerte** y sobrepensamos acerca de qué pasa después de ella. El saber que somos **finitos** es lo que nos lleva a apreciar la vida y construir nuestro propio camino mediante la **libertad**.

Sin embargo, también nos hace conscientes del dolor que esto puede llegar a causar. Cuando amamos a alguien, lo hacemos por voluntad propia aun sabiendo que no durará para siempre. El hecho de conocer nuestro **límite** en la vida es lo que nos motiva a querer pasar tiempo con esa persona, aprovecharla y buscar su **felicidad mutua**, por mucho que vaya a doler su partida cuando llegue el momento.

Conclusión: La Aceptación del Sufrimiento Innato

En conclusión, los seres humanos tenemos la libertad de tomar decisiones y formar vínculos. Estas relaciones generan tanto afecto como sufrimiento. Cuando perdemos a alguien que amamos o cuando tomamos decisiones incorrectas, sufrimos. El **sufrimiento** es innato al ser humano.

Vivimos siendo conscientes de que en algún momento vamos a morir. Estos pensamientos pueden generar cierto **sufrimiento espiritual**. No obstante, como ya sabemos que no somos infinitos, vivimos para:

  1. Marcar nuestra propia historia.
  2. Dejar una **huella** en el mundo.
  3. Decidir, pensar y amar.

Vivimos porque somos **libres**, sin importar que la libertad implique tener que **sufrir**.

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