Paradigmas y Fundamentos de la Pedagogía Social: Incidencia y Conceptualización

Paradigmas e Incidencia en la Pedagogía Social

En la Pedagogía Social (PS), las inquietudes generadas en torno a sus planteamientos teóricos y paradigmáticos han adoptado este planteamiento, trasladando el esquema de las tres perspectivas tanto a aspectos de naturaleza teórico-conceptual como a cuestiones metodológicas (en la investigación socioeducativa, el diseño de programas, la evaluación) y temáticas. Esto se debe a que estos modelos o paradigmas tienen visiones distintas acerca del objeto de la Pedagogía Social y también del método y la disciplina; mantienen una concepción distinta del conocimiento científico, su producción y utilización, y señalan orientaciones teóricas y prácticas divergentes; y, sobre todo, estas plataformas en Pedagogía Social, como disciplina formativa y profesionalizada que es, acaban sustentando ideas diversas acerca de la labor de los pedagogos sociales y educadores sociales en sus nichos laborales.

Paradigma Racional Crítico

1. La ciencia no ha de tener carácter normativo; ha de estar libre de valores.
2. El objeto del conocimiento científico ha de permitir su falsación empírica, intentando la formulación de hipótesis generales de corte explicativo.
3. La actuación científica ha de partir de enunciados básicos y comprobables. En consecuencia, la formulación de hipótesis está en el principio de la práctica científica.
4. La forma de proceder del científico se ha de sustentar en el modelo epistemológico propio de las ciencias naturales.
5. El pluralismo conduce al relativismo.
6. El conocimiento científico ha de permitir la aplicación de los hallazgos a ámbitos aplicados. El saber científico ha de relacionarse con el saber tecnológico.
7. El científico ha de mantener una actitud de duda sistemática y de “modestia”, ya que los conocimientos generados nunca serán fijos e inamovibles.

El Paradigma Tecnológico

1. La educación supone la presencia de realidades externas al individuo.
2. La necesidad de partir de una teoría que intente estructurar el conocimiento desde criterios de universalidad, generalización y desvinculación de coyunturas y contextos sociales.
3. Plantea sus modelos de actuación metodológica a partir de planteamientos de proceso-producto.
4. Plantea la educación como un proceso tecnológico. En consecuencia, diferencia entre los niveles de planificación y actuación profesional y las funciones propias de los diferentes profesionales.

El Paradigma de la Emancipación Crítica

Wolf (1977) y Pfüller (1983): 5 tendencias vinculadas con el paradigma crítico-emancipatorio en la Alemania del período posterior a la IIª Guerra Mundial:

1. La Pedagogía Social como ayuda a la juventud.
2. La Pedagogía Social como “trabajo juvenil anticapitalista”.
3. La Pedagogía Social como movimiento de “higiene social”.
4. La Pedagogía Social como “trabajo social crítico del Círculo del Trabajo”.
5. La Pedagogía Social como movimiento para alcanzar la emancipación.

K. Mollenhauer define el concepto de “emancipación” de la siguiente forma: “La emancipación consiste en la supresión del trabajo a escala y la alienación del hombre… la liberación del sujeto… de los condicionantes que limitan su racionalidad y la acción social con ella unida”.

Concepto de Pedagogía Social por Mollenhauer: “Pedagogía Social es el conjunto de medios institucionales cuya finalidad es conseguir eliminar las discrepancias entre teoría y práctica y relacionar ambas entre sí. Tarea socio-pedagógica consistente… en la satisfacción de una necesidad educativa aguda, que viene dada por la estructura de la sociedad moderna, en contraposición con la sociedad antigua”.

Paradigma Crítico

Características del paradigma crítico:

1. El conocimiento es dialéctico y será resultado de las condiciones históricas y culturales en las que surge y desarrolla.
2. Todo conocimiento educativo es inseparable de la realidad ideológica en la que se encuentra inmerso y con la cual mantiene una relación dialéctica. La ideología condiciona e influye en la educación y en las ciencias encargadas de su estudio, y la pedagogía (la ciencia) aporta conocimientos que influyen a la vez en la ideología.
3. En el paradigma crítico no se hace una separación radical entre teoría y praxis. Investigación y acción son elementos que metodológicamente están estrechamente interrelacionados.
4. El objetivo teleológico del paradigma crítico será el de la emancipación del individuo mediante el ejercicio de la crítica, de la praxis y del trabajo colaborativo.

Fundamentación y Conceptualización Teórica y Paradigmática de la Pedagogía Social

Toda educación es social: Educar en sociedad o de forma individual.

Conceptos Básicos de la Educación Social y la Pedagogía Social

Creciente protagonismo de la Educación Social y la Pedagogía Social. Quintana (1994): 2 acepciones principales.

Educación Social:

• Responden a esta denominación un amplio conjunto de iniciativas, experiencias y prácticas educativas que, al tiempo que se contextualizan en diferentes realidades sociales (grupos, comunidades...), promueven acciones socioeducativas de naturaleza compleja y multidisciplinar.
• Pretenden contribuir al desarrollo integral de las personas y de la convivencia social, afrontando necesidades y problemas que surgen de la vida cotidiana. Como praxis pedagógica que se inscribe en las realidades sociales, comparte objetivos y criterios metodológicos propios de un trabajo social reflexivo, crítico y constructivo, mediante procesos educativos orientados a la transformación de las circunstancias que limitan la integración social de las personas, una mejora significativa de su bienestar colectivo y su legítima aspiración a una mayor calidad de vida.
• Como práctica educativa multidimensional, se articula en diferentes ámbitos o áreas de actuación, entre las que ocupan un lugar preferente las que se relacionan con la educación especializada (inadaptación y marginación social), el tiempo libre y la ASC, la educación permanente y el desarrollo comunitario y la formación laboral.

Pedagogía Social:

• Se define como la ciencia pedagógica que tiene por objeto de estudio la educación social de los individuos, a los que debe ayudar a formar e integrar en la sociedad.
• En este sentido, y a partir de su catalogación como una pedagogía especial, sus aportaciones deberían concretarse en una doble y complementaria tarea: en un término, incentivar el papel educador de la sociedad, configurándose como teoría de la acción educadora de esta última; en dos, desarrollar el potencial socializador de la educación, extendiendo los procesos de socialización a diferentes problemas, ámbitos o agentes educativos.
• Con la revisión epistemológica que se produce en el trabajo social, su alcance científico y disciplinar se revaloriza en tanto que ciencia social y humana, atribuyéndole la responsabilidad de fundamentar teórica y prácticamente los procesos educativos que se promueven en el marco de la acción e intervención sociales. Para tal fin, y con la voluntad de favorecer el desarrollo integral de las personas y los colectivos sociales, sus metas coinciden con la mejora del bienestar social y de la calidad de vida.

La Fundamentación de la Pedagogía Social: Socialización, Aprendizaje Social y Apoyo Social

La socialización, el aprendizaje social y el apoyo social son procesos caracterizados por la gran complejidad y variabilidad de los factores o dimensiones psicosociales que en ellos intervienen, otorgándoles distintos significados a las relaciones interpersonales y a los modos en que estas se concretan en dinámicas que favorecen o inhiben la cohesión social. Definición de socialización y proceso que se extiende. La socialización es un proceso ligado a la educación. Etapas de la socialización. Definición de aprendizaje social. Las teorías del aprendizaje social (Bandura) enfocan que las personas son activas en su aprendizaje, ya que diferencia el aprendizaje de los seres humanos del que llevan a cabo otros seres vivos. Se constatan diversas formas de aprendizaje que inciden en cuestiones como (3). En Pedagogía Social, dos de las derivaciones más relevantes de las teorías de aprendizaje social son las que toman como referencia las comunidades de aprendizaje y el aprendizaje de servicios.

La Institucionalización de la Educación Social

Para que este proceso sea un hecho, resultan necesarios una serie de elementos fundamentales:

1. Explicitar las manifestaciones de este derecho a la educación social, de una forma operativa y específica. Se trata de plantear de una forma clara y explícita el derecho al ocio, el derecho a la educación permanente, el derecho a la cultura, el derecho a la inserción social de los colectivos con dificultades, el derecho al tratamiento compensatorio ante las desigualdades socioeducativas. Todos estos derechos pueden ser propiciados por la educación social (9 de julio de 2008, nueva ley de SS: educación social = derecho propio de atención primaria). En cada uno de estos ámbitos hay una regulación propia.
2. Abandonar, de forma clara y explícita, el principio del deber para abrazar el principio del derecho, desde la perspectiva del derecho a la educación social. Lo que, históricamente, ha sido un planteamiento residual, necesita ser un planteamiento integrado. Este planteamiento resulta fundamental en la perspectiva de superar una primera fase de tratamiento de la exclusión de colectivos con dificultades sociales, a otra fase de tratamiento integral de estos colectivos desde la perspectiva de la inclusión y de la integración social, desde una perspectiva de las conductas prosociales = lógica preventiva. Las propias dinámicas sociales generan los riesgos sociales.
3. (Decreto 46/99) Definir la educación social y la pedagogía social, a partir del principio de inclusión social. Hay que descartar la definición de esta disciplina sobre la base del principio de exclusión social, ya que ello implica, por una parte, un lenguaje del problema, y, por otra parte, marginar la mayor parte de la población para la educación social. Por otra parte, y tal como se ha planteado anteriormente, el elemento clave de la educación social es el principio de socialización, de competencia social, de conducta prosocial (orientada hacia la socialización positiva de las personas). La delincuencia proviene de diferentes dinámicas socializadoras y el reto de la educación social es ser capaces de incidir en dinámicas y/o situaciones de exclusión social. Las dinámicas comunitarias se encuentran poco desarrolladas en nuestra sociedad, la prevención no ha sido de ayuda antes de que ocurra la exclusión social y lo asistencial no casa bien con lo comunitario y lo preventivo. Hay que trabajar la adherencia, esto está relacionado con incentivos. A veces se podrían forzar procesos reeducativos.
4. Superar las barreras que tradicionalmente han separado los procesos educativos: la normalidad social y la anormalidad social. La nueva educación social necesita abandonar esta conceptualización, para poder construir una Pedagogía Social integrada, equitativa e inclusiva.
5. Legislar e institucionalizar estos nuevos derechos de la educación social de una forma operativa y específica, mediante el desarrollo de políticas concretas que impliquen la construcción de un tejido social comunitario inclusivo, desde todas las dimensiones. A pesar de que en este campo está habiendo avances muy significativos, hay que señalar que todavía hay que avanzar mucho para posibilitar la definición legal y real de estas nuevas manifestaciones de la educación social. Si hay leyes se pueden exigir ciertas actuaciones. El ámbito comunitario está caracterizado por la prevención, el objetivo es que no haya guetos ni barrios marginales. Si generamos dinámicas inclusivas se expanden en diferentes ámbitos.
6. Desarrollar la tarea de estos nuevos profesionales de la educación social de una forma estructurada. En este sentido, y de acuerdo con este enfoque, resulta totalmente necesario impulsar la construcción de educadores sociales que sepan ser capaces de orientar el futuro y de dar respuesta a los problemas de esta sociedad emergente. Se trata, en este sentido, de cambiar las actitudes de estos profesionales de la nueva educación social con el fin de potenciar el principio de la normalidad social, sin que ello implique, sino todo lo contrario, abandonar el trabajo socioeducativo de la exclusión social, pero, con un objetivo de la inclusión social.