Panorama de la novela española: de la experimentación a la diversidad
Enviado por Chuletator online y clasificado en Lengua y literatura
Escrito el en español con un tamaño de 5,96 KB
La narrativa española desde los años 60 hasta la actualidad
Al comenzar la década de los sesenta, aparecen las primeras críticas sobre la pobreza del estilo realista de la novela española de los años cincuenta y se defiende la incorporación de nuevas formas narrativas. Algunos novelistas se interesan por las técnicas que estaban experimentándose en Europa y Estados Unidos desde los años veinte (Joyce, Kafka, Faulkner). Posteriormente, la novela hispanoamericana del «boom» de los sesenta se convertirá en un referente a través de obras como La ciudad y los perros (Mario Vargas Llosa), Rayuela (Julio Cortázar) o Cien años de soledad (Gabriel García Márquez).
La década experimental (1960-1975)
Frente a los rasgos propios de la novela de los cincuenta, la narrativa experimental de los años sesenta gana en complejidad técnica. El narrador interviene y denuncia, empleando variadas personas narrativas. Aparecen distintos puntos de vista sobre la historia, que otorga perspectivismo a la narración. Se produce la ruptura de la linealidad temporal y aparecen recursos de alteración del orden cronológico. Se emplea la técnica del monólogo interior libre o el «fluir de conciencia», rescatada de los autores anglosajones de principios de siglo (James Joyce o William Faulkner) para expresar la interioridad de los personajes conflictivos.
En este contexto experimental se publica Tiempo de silencio de Luis Martín Santos en 1962. Una novela que revoluciona el ambiente literario por sus numerosas innovaciones formales. La crítica considera que esta obra inicia una nueva etapa narrativa que se extiende hasta 1975. Sorprende el cambio radical en el modo de narrar, su estilo totalmente alejado del realismo de la época. Es una obra intelectual, barroca y difícil, por las alusiones culturales y por el lenguaje. Al mismo tiempo, mantiene la crítica social y añade la cultural, con una ironía y un sarcasmo que deja fuera de toda duda el disgusto del autor con su entorno.
Aunque continuaron escribiéndose novelas realistas, a partir de Tiempo de silencio, se sucedieron las obras que incorporaban nuevas formas narrativas. En 1966 aparecieron tres novelas que alcanzaron gran resonancia y que suponían la asimilación del experimentalismo: Señas de identidad, de Juan Goytisolo; Últimas tardes con Teresa, de Juan Marsé, y Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes. Si bien los contenidos de estas narraciones mantienen la línea de las historias sociales, su preocupación por la forma adquiere una mayor dimensión.
La narrativa tras la dictadura (1975-actualidad)
La crítica considera la fecha de 1975 como el inicio de una nueva etapa de la narrativa española. El final de la dictadura de Franco se reflejará en la producción literaria de este periodo, que se caracteriza principalmente por la ausencia de propuestas colectivas y la diversidad estética de las creaciones.
La posmodernidad y la diversificación temática
El término «posmodernidad» se ha utilizado para caracterizar la mentalidad propia de las últimas décadas del siglo XX y de principios del XXI en una sociedad gobernada por las nuevas tecnologías y los medios de comunicación. La visión del mundo individualista ha influido en la preeminencia de la subjetividad y en la preferencia por ciertos géneros muy populares, como la novela histórica o los llamados best-seller.
Esbozar un panorama general de la narrativa española de las últimas décadas resulta muy complejo a causa de la abundancia de narradores y de sus variadas propuestas narrativas. Mencionaremos ciertas corrientes relevantes y algunos autores de renombre nacional como una esquemática revisión de la riqueza narrativa en la España de finales del siglo XX y principios del siglo XXI.
Hacia finales de los años setenta decae el experimentalismo, aunque sigue habiendo propuestas de este estilo. Se recupera, por el contrario, la importancia de los elementos tradicionales del relato, sobre todo el argumento y la configuración del personaje. Asimismo, se introducen técnicas narrativas asimiladas de innovaciones previas, como la variedad de personas narrativas o los recursos temporales para configurar el discurso novelístico.
Tendencias temáticas y autores destacados
A pesar de la variedad de tendencias, predominan dos tipos de temática: la narración que centra su interés en la trama y la recuperación del intimismo. Son destacables en este último apartado las novelas de Javier Marías (Corazón tan blanco, Tu rostro mañana), en las que predominan temas como el paso del tiempo, la búsqueda de la verdad o el fracaso amoroso.
En las últimas décadas también hemos asistido a la popularización de géneros impensables en la dictadura franquista, como la novela erótica (Premio Sonrisa Vertical, concedido, por ejemplo, a Almudena Grandes por Las edades de Lulú en 1989) o a la proliferación del cuento literario.
No podemos olvidar grandes nombres como los de Miguel Delibes o Juan Marsé, cuya producción comenzó en épocas previas y que han seguido escribiendo novelas de gran calidad con gran aceptación entre los lectores.
El auge de la voz femenina
En las primeras décadas del siglo XXI, la novela en España se ha consolidado como el género más popular y, como signo de los nuevos tiempos, la voz de las escritoras ha tomado singular relevancia, como en el caso de Almudena Grandes, Sara Mesa, Dulce Chacón, Belén Gopegui, Marta Sanz y tantas otras.
Conclusión
En conclusión, en los años sesenta destaca el auge de la novela experimental, pero después de la dictadura de Franco esta corriente decae, dando paso a una gran abundancia de narradores y de variadas propuestas narrativas. La novela se ha consolidado como el género más popular y las escritoras han ocupado un lugar relevante en la historia de la literatura.