Panorama de la Narrativa Española: Tendencias y Autores Clave (1940-Presente)
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La Narrativa Española: Un Recorrido desde los Años 40 hasta la Actualidad
La narrativa de los años 40 está determinada por las consecuencias de la guerra y se inscribe en el realismo tradicional, que se corresponde con el realismo decimonónico. Destaca Juan Antonio Zunzunegui, con una visión más descarnada, mostrando situaciones de violencia, sufrimiento y aislamiento. Sobresale "La familia de Pascual Duarte", escrita por Camilo José Cela, donde se presenta la autobiografía de un condenado a muerte. El protagonista dirige su confesión a un amigo de su última víctima y le pide perdón. Pascual Duarte, de baja clase social y escasa cultura, se caracteriza por la pobreza, la crueldad y la brutalidad.
"La colmena" sobresale por su retrato del Madrid de la posguerra, la miseria moral y social, la falta de ideales, el miedo, la impostura, la ironía y el sarcasmo. A veces, esto se expresa en primera persona. La obra destaca por su protagonista colectivo, por la estructura en secuencias de acciones en las que predomina el diálogo y por el tiempo reducido de la historia. También se observa la pobreza, el sexo, la miseria y el hambre en el sórdido Madrid.
"Nada", de Carmen Laforet, de tendencia realista y estilo sencillo, presenta a Andrea, una joven que va a estudiar a Barcelona y se aloja en casa de unos familiares, donde conoce la pobreza y la degradación moral de la familia, lo que adquiere gran importancia por su carácter testimonial de la España de la posguerra.
La Narrativa del Exilio
La narrativa del exilio gira en torno al tema de España, el recuerdo de la infancia y la juventud, la guerra y la tragedia del exilio. Destacan Ramón J. Sender, que realiza una denuncia social; Max Aub, con su serie sobre la Guerra Civil y sus consecuencias y la riqueza lingüística de los diálogos; y Francisco Ayala, que ofrece una visión crítica, satírica y pesimista del ser humano.
La Narrativa de los Años 50
En la narrativa de los años 50, se observa un realismo tradicional con "Los gozos y las sombras", la novela de la fantasía y la novela metafísica. El realismo tradicional da lugar al:
Realismo Crítico
El realismo crítico refleja la realidad de la época, utilizando una técnica objetivista que elimina al narrador en la historia, una reproducción de la historia donde se narra un espacio limitado y un tiempo breve, un protagonista colectivo que es el representante de clases o sectores sociales y una estructura fragmentada. En cuanto a los temas, se abordan la vida diaria, las injusticias y las condiciones laborales de los trabajadores, la emigración, la vida cotidiana, la soledad y el aislamiento, la abulia y la ociosidad de la burguesía.
Entre las tendencias del realismo, se puede destacar en el neorrealismo una preocupación por los valores éticos, la lucha diaria, la soledad y la frustración. Entre los autores, podemos mencionar a Ana Matute. En la novela social, se denuncian las injusticias, las condiciones de trabajo de los obreros, la explotación y la miseria de las clases marginadas.
Rafael Sánchez Ferlosio escribe "El Jarama", que relata la excursión de un domingo en el río Jarama de un grupo de jóvenes de clase baja y, por la noche, una de las chicas muere ahogada. Se puede destacar que el tiempo es recurrente, el narrador es objetivo, con diálogos banales y un lenguaje coloquial.
Ignacio Aldecoa es uno de los escritores más importantes de cuentos del período, aunque también escribió novelas como "El fulgor y la sangre".
La Narrativa de los Años 60
En la narrativa de los años 60, surge una renovación de la narrativa española, en sus:
Aspectos Formales
Esto tuvo su origen en el cuestionamiento de la pobreza estructural, técnica y estilística de gran parte de las obras del realismo social y, con esto, también una transformación de la realidad. Los aspectos formales a destacar pueden ser la influencia de la narrativa extranjera, la innovación, la ruptura del orden cronológico en la narración de los hechos, los retrocesos al pasado, el perspectivismo con mezclas de la primera y tercera persona, el monólogo interior y el fluir de la conciencia para la expresión de las vivencias y sentimientos del protagonista, la tipografía (ausencia o uso especial de puntuación, separación de palabras) y la riqueza expresiva, donde se utiliza una retórica del discurso, distintos tipos de lenguaje y diversidad de registros. Se puede destacar a Juan Benet.
Luis Martín Santos, con "Tiempo de silencio", presenta un argumento sencillo y melodramático, donde un médico no logra salvar la vida de una joven a la que se le practica un aborto. El hombre es detenido, pero consigue librarse de la cárcel. Sin embargo, este hecho hace que le despidan y, poco después, su novia es asesinada. La obra tiene un lenguaje culto y unas técnicas novedosas, realiza una descripción de la realidad de España de la época y una reflexión sobre su historia y su cultura, mezcla la perspectiva, hay un monólogo interior, en segunda persona, estilo directo, indirecto e indirecto libre y también hay un uso continuo de la ironía.
Juan Goytisolo, con "Señas de identidad", muestra un retorno al subjetivismo y un cultivo de la narrativa experimental. El protagonista es un personaje desarraigado que se siente extranjero en su patria.
Miguel Delibes: el realismo tradicional de sus primeras novelas deriva hacia el realismo crítico y culmina con la renovación de la técnica en "Cinco horas con Mario". Esta obra consiste en un monólogo de la protagonista durante una noche que vela por el cadáver de su marido, donde incluye recuerdos y reflexiones sobre la vida en común y reproches a este por sus valores y comportamientos. "Los santos inocentes", dentro del realismo renovado, describe la miseria, la explotación y el trato degradante que sufren unos campesinos por parte de los dueños. Se pueden ver diálogos caracterizados por rasgos coloquiales y dialectales.
Juan Marsé, con "Últimas tardes con Teresa", muestra una tendencia renovadora, narrando las relaciones sentimentales entre una joven de alta burguesía catalana y un chico murciano pobre y delincuente.
La Narrativa desde 1975 hasta la Actualidad
En la narrativa del último período, se observa una diversidad estética, con una importancia de los elementos tradicionales del relato, sobre todo del argumento y de la narración. Hay intimidad, identidad personal y sentimientos.
Principales Tendencias Estéticas
Destaca la novela experimentalista y discursiva, la metanovela donde se trata de la creación literaria, la novela histórica con Torrente Ballester, la novela erótica con José Luis Sampedro, la novela de acción con "La verdad sobre el caso Savolta" y la novela crónica. La más importante a destacar es la novela realista, donde se puede ver una estética renovada, con elementos fantásticos. Se distingue una novela del realismo crítico social que plasma el conflicto entre los personajes y el mundo, en espacios urbanos y rurales. Se puede destacar a Delibes y Molina. También se puede ver la novela psicológica y la novela expresionista, donde se incorporan a la realidad elementos deformadores y grotescos cercanos al esperpento.
Los principales autores que se pueden destacar son: Luis Mateo Díez, Javier Marías (conocido sobre todo por sus descripciones minuciosas y la digresión) y Antonio Muñoz Molina.