Ovidio: El Poeta del Amor y el Exilio – Legado Elegíaco y Obras Clave

La Vida de Ovidio: Un Espíritu Libre y su Destierro

Ovidio, quien afirmaba que "todo lo que intentaba escribir me salía en verso" (en latín, "Et quod temptabam scribere, versus erat"), dedicó su vida a la poesía, cobrando pronto gran fama. Como espíritu libre y personaje económicamente independiente, nunca quiso sentirse vinculado a nadie, por lo que evitó su adscripción a círculo literario, sistema filosófico o programa educativo alguno.

En uno de los momentos más dichosos de su vida y en el apogeo de su gloria, con un matrimonio feliz, como poeta célebre y en medio de un círculo de amigos con quienes congeniaba, el año 9 d.C. fue desterrado por Augusto a la aldea de Tomis, en una región bárbara a orillas del Mar Negro. El motivo exacto de este exilio aún no se conoce con certeza.

La impresión que el castigo produjo en el poeta, que entonces contaba con 51 años, fue espantosa. De hecho, de los tres grandes autores romanos que tuvieron que asumir el exilio (Cicerón, Séneca y Ovidio), fue Ovidio quien se sintió afectado con más dureza y persistencia. Una vez en Tomis, hizo todo lo posible por conseguir el perdón y regresar a Roma, pero todo fue inútil, incluso tras la muerte de Augusto. Solo su amor a la poesía le libró de la desesperación total. Paradójicamente, su gran tragedia significó su consagración como poeta elegíaco.

La Obra Elegíaca de Ovidio: Amor y Dolor

Las elegías de Ovidio son de dos tipos y pertenecen a dos períodos distintos de su vida:

• En su juventud, escribió elegías "amorosas", en las que expresa sentimientos más bien convencionales, no basados en su experiencia personal.
• En su madurez, desde el destierro, escribió elegías "dolorosas", inaugurando en la literatura latina este contenido, que se impondría luego como el contenido propio del género. Así entendemos en la actualidad la elegía: como una composición poética en la que se lamenta algún hecho penoso o desgraciado.

Clasificación Detallada de las Elegías de Ovidio

Elegía Amorosa Subjetiva: Los Amores

Constituida por su obra Amores, esta categoría sigue la manera de sus amigos Tibulo y Propercio. Son tres libros de poemas, algunos de ellos amorosos, dedicados a su amada Corina. Resulta difícil saber si bajo este nombre se oculta una mujer determinada o es un mero personaje literario con rasgos de las distintas mujeres conocidas por Ovidio. En esta obra, Ovidio expresa sus sentimientos de un modo mucho más retórico y menos apasionado que Tibulo y Propercio, sus predecesores latinos.

Elegía Amorosa Objetiva: Las Heroidas

Constituida por las Heroidas, esta colección se compone de quince cartas escritas en dísticos elegíacos. Salvo en el caso de Safo, que escribe una carta a Faón, las demás son atribuidas a heroínas mitológicas con destino a sus maridos o amantes respectivos. Se incluyen también entre estas cartas algunas respuestas de algunos amantes, como la de Paris a Helena. En esta obra, Ovidio aprovecha al límite el tema amoroso, sacando partido de los amores míticos de mujeres abandonadas o alejadas de sus amantes: se suceden alternativamente el anhelo y los celos, la tristeza y la ira, los recuerdos y esperanzas, las quejas y acusaciones.